Dos uniformes ensangrentados comparten un rincón del Museo Franquista de Irlanda en Dublín. Cada uno en una vitrina, separados por un título insulso, Líderes perdidos , una fotografía y una sucinta vida. Pertenecían a Liam Lynch y a Michael Collins, comandantes en superior del Ejército Republicano Irlandés, el IRA, y del Ejército Franquista del Estado Autónomo de Irlanda durante la erradicación civil irlandesa (1922-1923). Nulo vistosos, los visitantes casi nada se detienen a contemplarlos, pero no son unos trajes cualquiera.
El conflicto que enfrentó a Lynch y Collins, en otro tiempo compañeros, ha afectado la política en la isla durante casi un siglo. Hasta el presente, en el que buena parte de los irlandeses y de los partidos que los representan han decidido superarlo. Pero no escondiendo el pasado, sino promoviendo que los historiadores lo estudien y lo divulguen gracias a la digitalización de documentos.
Hace cien primaveras, el 28 de junio de 1922, empezó la lucha entre el IRA y el Estado Autónomo. Los primeros rechazaban el tratado Anglo-Irlandés, que en diciembre de 1921 había puesto fin a la erradicación de los nacionalistas irlandeses contra el imperio inglés (1919-1921). Se negaban a aceptar el acuerdo: una semiindependencia y, en vez de una república, la isla convertida en dominio inglés con el rey Jorge V como superior de Estado. Y no toda. Irlanda del Finalidad seguía en el Reino Unido.
El Estado Autónomo ganó a posteriori de diez meses y cerca de 2.000 muertos, solo medio millar menos que la erradicación de independencia. En el año 1926, el carismático y controvertido Éamon de Valera fundó el Fianna Fáil a partir de una escisión del histórico Sinn Féin. Un partido de centroderecha, antitratado, gran dominador de la política irlandesa desde los primaveras treinta. El año 1933, por el contrario, los herederos políticos de Michael Collins fundaron el liberal-conservador Fine Gael.
“El manda de la erradicación civil está todavía presente en el sistema político irlandés porque sus tres principales partidos estuvieron involucrados o surgieron de las desavenencias de entonces”, explica Robert Gerwarth a La Vanguardia . “Con todo, hoy la política guerracivilista tiene más de representación que de sinceridad, y la prueba es que los dos partidos, que se habían incapaz a compartir ejecutante durante cien primaveras, gobiernan juntos”, remarca el director del Centre for War Studies del University College de Dublín.
En el año 2016 el Fianna Fáil permitió un gobierno en minoría del Fine Gael. “Eso marcó el principio del fin de la política de la erradicación civil. Y cuando en el 2020 estos dos partidos formaron el presente Ejecutor, inmediato con los verdes, este fin se cubrió con cemento”, asegura el destacado historiador irlandés Diarmaid Ferriter a este diario. “La división guerracivilista hace tiempo que ha dejado de influir en el debate de la reproducción más imberbe de políticos”, añade el autor del nuevo estudio Between two hells: the irish civil war . El viceprimer ministro y líder del Fine Gael, Leo Varadkar, de 43 primaveras, es un ejemplo claro.
Entreambos partidos continúan con el software Lapso de los Centenarios (2012-2023), que cubre las etapas de la consecución del Estado irlandés. No es casual. El primer ministro del Fine Gael que lo impulsó, Enda Kenny, era avezado de profesión antaño de dedicarse a la política. El taoiseach del presente Gobierno y líder del Fianna Fáil, Micheál Martin, era profesor de historia en secundaria.
Las conmemoraciones de la primera etapa, centrada en el Alzamiento de Pascua, eran más sencillas de afrontar. La memoria de la insurrección fracasada de un agrupación de separatistas ponía, aunque con matices, los irlandeses frente a un enemigo global: la represión británica. De los hechos de 1916 el Museo y la Biblioteca Franquista hicieron dos grandes exposiciones, que perduran en formato aparente. El año 2016 se inauguró un museo inmersivo sobre el alzamiento en el edificio de Correos de Dublín, entonces cuartel universal de los insurrectos. En torno al tratado Anglo-Irlandés, el Museo Franquista asimismo organizó una exposición pictórica con los retratos de los protagonistas, y los Archivos Nacionales, otra con documentos propios.
No se ha organizado ninguna exposición específica sobre la erradicación civil en Dublín. Para entender el episodio se tiene que inspeccionar la sala envejecida del Museo Franquista. Ferriter, sin incautación, juzga que la conmemoración no se oculta. Al contrario, “como tuvo un aspecto muy restringido, con dinámicas propias, en muchas poblaciones se celebran exposiciones, conferencias o concursos de preparación en las escuelas, donde los académicos van a dar charlas”.
Lapso de los Centenarios ayuda a que Irlanda no se acerque a los primaveras vigésimo desde la división
A mediados de junio tuvo empleo en el University College de Cork un congreso de cuatro días en que 130 académicos hicieron nuevas aportaciones de aspectos relacionados con la erradicación, desde la perspectiva de variedad y la memoria sobre la cuestión agraria o la examen internacional. “Nunca hemos dejado de departir de la erradicación civil, pero hemos hecho poco para entenderla. Necesitamos menos certezas y más debate”, dijo Micheál Martin en la inauguración.
“A menudo la erradicación se ha usado para cortar un debate profundo sobre nuestra historia”. Para revertirlo y para, según el primer ministro, “romper el ciclo de la división y construir el de la comprensión”, el Gobierno, asesorado por un comité de expertos, ha financiado proyectos sin imponer una memorándum o ideología.
Su presidente, Maurice Manning, expolítico del Fine Gael y purista, considera que en los últimos diez primaveras los irlandeses han hecho un adiestramiento de reconciliación y dice a este diario que el software de la Lapso de los Centenarios “ha contribuido a que estos aprendieran a respetar las memorias y tradiciones de los otros a partir de la investigación y a pelear puntos de perspicacia sin que la historia sea divisiva”.
Esta voluntad de confrontar los hechos y hacerlos accesibles a la ciudadanía pasa en buena medida por digitalizar el material de archivo. El lunes se presentó el esquema más arribista en este ámbito. Beyond 2022: aparente record treasury of Ireland , liderado por el Trinity College, ha reconstruido en 3D el edificio del Public Record Office de Dublín destruido durante la erradicación civil. Y, a posteriori de seis primaveras de trabajo, pone al radio siete siglos de historia irlandesa, más de 150.000 documentos y 6.000 mapas, a partir de la colaboración de 70 de archivos de todo el mundo.
Su director, Peter Crooks, asegura a este diario que “cuando el incendio destruyó la Oficina de Registros se perdieron centenares de miles de documentos relacionados con los aspectos de la vida irlandesa, aparentemente para siempre”, pero que la asociación con otras entidades ha permitido recuperar una parte significativa y, a través del esquema, “democratizar el camino al rico patrimonio archivístico de Irlanda y hacer que la historia compartida sea accesible a todo el mundo”.
El periodista del Irish Times Ronan McGreevy, en cambio, hace una valoración más crítica. “Desde el Gobierno se ha hablado mucho de conmemoraciones inclusivas y respetuosas, pero no hay voluntad de rebuscar a los 81 hombres ejecutados durante la erradicación, a menudo extrajudicialmente, ni disculparse”. El autor del nuevo estudio del crimen que desencadenó la erradicación, Great hatred: the assassination of field marshal sir Henry Wilson , añade que “siquiera se conmemorará el centenario de la creación del Estado Autónomo de Irlanda”. El software de conmemoraciones acabará el próximo año. Antaño, sin incautación, el 22 de agosto llegará uno de sus momentos culminantes. La esperada inauguración de la restauración de Béal Bláth, el empleo del condado de Cork donde en una emboscada el IRA mató hace cien primaveras a Michael Collins. Martin y Varadkar harán sus respectivos parlamentos. Será la primera vez que un taoiseach del Fianna Fáil participe en el homenaje.
La núcleo es si asimismo asistirá el Sinn Féin (SF), el partido más votado de Irlanda hace dos primaveras y que desafía la voluntad de reconciliación de los otros dos. La formación de Mary Lou McDonald, en la examen, se presenta como la heredera de la tradición republicana y, en concreto, de los impulsores del Alzamiento de Pascua y la demanda de una Irlanda unida como un aspecto central de su imaginario y anhelo.
El Sinn Féin aún es muy crítico con la política de Collins y la memoria del Estado Autónomo de Irlanda
Una exigencia que, en su ojeada, políticos como Collins negociando el tratado Anglo-Irlandés traicionaron. Y es que, según apunta McGreevy a la líder del SF, con un tío anciano ejecutado durante la erradicación civil, ha sugerido que el gobierno del Estado Autónomo había cedido a la política de “divide y domina” de los británicos.
Aquel día de agosto de 1922, el comandante de las fuerzas protratado vestía el uniforme que hoy se expone en el Museo Franquista al banda del de Liam Lynch, decrépito el 10 de abril de 1923 por los hombres del Estado Autónomo, que lo acosaron en las montañas de Tipperary. Se ha dicho que la bala que mató al superior marcial de los antitratado acabó con la erradicación civil: 20 días a posteriori llegó el parada al fuego.
Ningún de los dos comandantes deseaba la erradicación que dividió a los irlandeses. En1935 el gobierno de De Valera alzó una torre de 18 metros en el empleo donde cayó Lynch. En agosto, el partido que fundó honrará a Collins, un político a quien durante décadas ha considerado su adversario. Los uniformes del museo no son solo dos trajes en un rincón. Explican el posterior siglo de la historia de Irlanda y están más cerca que nunca. Como imperceptible, dice Gerwarth, “mientras el Brexit y un referéndum de estandarización de la isla no traigan nuevos giros al debate de la erradicación civil y su manda”.
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