Joaquín Luna: “Cuando digo no a una mujer, me siento culpable”

Es medianoche. Esa hora en la que la Cenicienta corre para su casa mientras Joaquín Reflejo pide su primera copa de Havana Club añejo 7 primaveras con Coca-Pan dulce (vaya, el cubalibre de toda la vida) dispuesto a perder, si se presta, no uno sino los dos zapatos. “He procurado trasnochar todo lo posible y alborear lo leve”, afirma el decano de los periodistas divorciados de Catalunya, nacido, curiosamente, el día que Fidel tomaba La Habana. 

Tantas horas de planeo, o más proporcionadamente de noches recostado en barras de bares, lo han convertido en una autoridad de la nocturnidad. Comparte ahora sus experiencias, que no son pocas, en Esta ronda la plazo yo , un manual escrito con el mismo tono de dandy canalla que utiliza en sus ya célebres artículos en La Vanguardia. La cita es en el Ocaña de la Plaza Efectivo. La hora, la mencionada. Y el día, un jueves, ese que él define como el “más promiscuo de la semana”.

Vida nocturna

“La indeterminación debe ser independiente y anárquica y ahora está muy reglamentada, vamos de capa caída”

¿Por qué es el más promiscuo?

Es la única indeterminación de la semana en la que coincide la clan que está suelta y la que tiene pareja. Cubo que el mundo de la indeterminación ha desaparecido de domingo a miércoles, el jueves tiene ese punto comediante de interviú. Seguramente es el mejor día para salir.

¿Y con qué expectativas sale?

Los que nos gusta salir de indeterminación siempre hemos buscado cosas diferentes y conocer mujeres sin mirar si están solteras, casadas o divorciadas.

¿Salir de indeterminación es ir a averiguar mujeres?

No, pero inicialmente el gran aliciente de la indeterminación era lo que entonces llamábamos obtener. Ahora, en cambio, salgo por el placer de salir. He llegado a ese punto en el que obtener no es lo más importante.

¿Qué es lo más importante?

Pasármelo proporcionadamente, no estar irresoluto del temporalizador y conocer a clan que de día no conocería. Puedes encontrar a cualquiera con quien no tengas nadie que ver y lo acabas invitando a una copa, como dice el título del manual. Es este espíritu de hacer las cosas porque sí.

¿Ya no jarretera?

Si puedo sí, si llega es inexistente.

En el manual escribe: “Salir de indeterminación tenía por objetivo conocer a una mujer y cohabitar con ella en el leve tiempo posible”…

Entiendo que pueda sonar destralero, pero este era el objetivo masculino. Intentabas que fuese rápido pero las mujeres determinaban las reglas del mecanismo. Imperaba eso tan representativo de que en la primera indeterminación, aunque le gustases, estaba mal gastado. Y en la segunda, sí. Todavía ahora lo interviú ridículo. Las normas del mecanismo han cambiado.

¿En qué sentido?

Ahora es un buen momento, a buenas horas. Ya no tienes que picar tanta piedra. Aunque todavía son pocas las que dan el primer paso. Adicionalmente, ahora puedes reírte el día en que no estás hecho un campeón. Antiguamente tenías que representar el papel del hombre que tocaba ser. Los hombres de mi vivientes teníamos mucha presión.

¿Esta atrevimiento de ahora no es fruto más proporcionadamente de la perduración?

Sí, sobre todo. Y estoy encantado de esta laxitud que te da la perduración, pero tiene sus inconvenientes. Eres totalmente invisible.

¿Así como hay edades para aparecer a salir, hay edades para dejar de hacerlo?

Para mí, jubilarme de la indeterminación es inútil, sería como aseverar que no saldré más de día. Lo primordial es ser consciente de la perduración que tienes; si no, haces el ridículo. Es patético ver a un hombre de cierta perduración persiguiendo jovencitas.

No es su caso…

Es que ahora no es que pudiera ser su padre, es que podría ser su antepasado. Por fortuna no me pasa por la habitante y esto te permite aspirar a una pensión de la nocturnidad paulatina y digna.

El camarero dice que ya es la una y debemos irnos.

A mí, que me gusta el barullo y la indeterminación, llevo muy mal este mundo contemporáneo de normas. La indeterminación debe ser independiente y anárquica y ahora está muy reglamentada, por eso vamos de capa caída.

¿Ha vivido alguna vez al flanco de un lugar noctívago?

No, pero sí de restaurantes que hacen ruido y sacan humo.

Pero cierran antaño…

Reivindico que el ruido va con la ciudad, y una ciudad que quiera ser importante no puede cerrar de medianoche a las siete de la mañana. Me molesta que las terrazas de la plaza Reial cierren a la una en punto y tengas que entrar adentro del lugar. La izquierda de ahora es triste, aburrida y prohibicionista. Se está volviendo muy moralista, como la Iglesia.

¿Es incompatible la vida nocturna con una vida saludable?

Te morirás igual. Prefiero sinceramente el aventura de expirar antaño. Nadie me garantiza que, si no fumo y llevo una vida ordenada, viviré proporcionadamente y más primaveras. Y, si acaban siendo cinco menos, pues bueno.

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Presentación del manual en el Giardinetto

Miquel González / Shooting / Colaboradores

Es muy crítico con las apps de ligoteo.

Sí, y lo digo a posteriori de haberlas probado. Han sido las citas más desastrosas que he vivido. Hay una tendencia de intentar encontrar el perfil ideal y a posteriori ves la persona y no te gusta. Aprendí que era mejor no resultar para tomar, sino para hacer un café, más rápido y más financiero.

¿Alguna experiencia chocante?

En una cita me preguntaron por mis aficiones y dije unas cuantas, y los toros. Fue como si hubiese soltado una bala atómica. Tienes la sensación de tener lugar por un examen. Y los hombres de mi vivientes no estamos acostumbrados a aseverar que no, sino a que nos digan que no a nosotros. Cuando soy yo el que digo no a una mujer, acabo sintiéndome culpable.

En el manual parece que presuma de coleccionar cepillos de dientes de mujeres en su casa… hay quien le acusa de micromachismos.

Te prometo que presumo más de las veces que me han donado calabazas. Curiosamente he antagónico muchas mujeres que no son tontas a las que les gustan mis escritos. Soy sincero y alguna vez me he pasado, lo reconozco. Los de mi vivientes tenemos cosas que ni nos planteamos que sean machistas, como cascar la puerta o escoltar al taxi. Puedo parecer machista, pero no lo soy.

Iba a preguntarle quién paga la ronda, pero ya lo ha hecho…

Porque he llegado primero. Y me gusta. La indeterminación se presta a la liberalidad. De día la clan piensa en hacer efectivo y los que salimos de indeterminación pensamos en gastarlos.

¿Hacemos una segunda ronda y la plazo yo?

Sí, me tomaría otra.

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