Ha muerto James Caan, uno de los grandes actores del Hollywood de los abriles 70, 80 y 90 al que se recuerda por su interpretación de Sonny Corleone, el hijo viejo de Vito Corleone en El padrino (Francis Ford Coppola, 1972). Pero la carrera de Caan fue mucho más allá de ese personaje inolvidable. El actor intervino en más de 60 películas y fue candidato a los Oscar, a los Emmy y a los Globos de Oro.
El entorno del actor dio a conocer su óbito a través de Twitter: "Con gran tristeza les informamos que James Caan falleció la tarde del 6 de julio. La tribu agradece las muestras de acto sexual y afecto y pide respeto a su privacidad en estos momentos difíciles", ha señalado un tuit publicado a las 19.02 horas de esta tarde en la cuenta del actor en esta red social.
Con Al Pacino en 'El padrino'
Formado en la escuela de Nueva York, Caan empezó su carrera con pequeños papeles en series de televisión y participó en algún largometraje a finales de los 60. Pero Coppola fue su efectivo descubridor. Le dio el papel del deportista que sufre un cierto retraso tras un casualidad en Llueve sobre mi corazón (1969), un filme en el que además trabajaba Robert Duvall. En 1972, Coppola hizo a uno y otro actores una ofrecimiento que no pudieron recusar para que participasen en El padrino.
Caan era Sonny Corleone, el iracundo hijo viejo de Vito destinado a heredar su imperio mafioso y Duvall se quedó con el papel de Tom Hagen, el hijo adoptivo que movía los hilos legales del cotarro. Sonny era mujeriego y violento, tanto que no supo quedarse en casa durante la conflicto de las familias. Salió para defender a su hermana Connie (Talia Shire) de su además agresivo cuñado y sus enemigos lo cosieron a balazos en el peaje. El personaje era un caramelo para cualquier actor y Caan consiguió una nominación al Oscar que consolidó su incipiente carrera.
A lo amplio de los 70 protagonizó títulos como Permiso para enamorar hasta medianoche (Mark Rydell, 1973) donde era un marinero enamorado de una gato; la futurista Rollerball (Norman Jewison, 1975) o el musical Funny Lady (Herbert Ross, 1975) donde compartía cartel con Barbra Streisand. Luego se inició en la comedia anejo a Elliott Gould, Michael Caine y Diane Keaton en Harry y Walter van a Nueva York (Mark Rydell, 1976) que cuenta la historia de un chisgarabis intento de robo.
Robert Evans, Ali MacGraw y James Caan en 1972
A Caan le llovían los buenos papeles y se sumó al reparto de una película coral sobre la Segunda Disputa Mundial que tuvo éxito en taquilla, Un puente venidero (Richard Attenborough, 1977) contaba además en su extenso catálogo con Michael Caine, Sean Connery, Edward Fox, Elliott Gould, Gene Hackman, Anthony Hopkins, Ryan O'Neal, Laurence Olivier y Robert Redford.
A mediados de los 80, el actor sufrió una depresión y se retiró temporalmente de la gran pantalla, pero regresó con energía renovada a finales de la decenio y arrancó los 90 con un éxito: Misery (Rob Reiner, 1990) aclimatación de una novelística de Stephen King, donde Caan era un escritor insigne que las pasa canutas por desliz de una enfermera psicópata a la que daba vida Kathy Bates.
Volvió a la comedia con un papel que tenía su sandunga pues parodiaba al personaje que le llevó a la éxito. En Mickey luceros azules (Kelly Makin, 1999), Hugh Grant está comprometido con una chica seria y agradable (Jeanne Tripplehorn), cuyo padre, Caan, resulta ser un mafioso que mete a su futuro yerno en una situación engorrosa tras otra.
Con la arribada del nuevo siglo, el actor participó en películas de diversos estilos como Dogville (Lars von Trier, 2003), Superagente 86 (Peter Segal, 2008) o las diversas entregas de Profusión de albóndigas. Asimismo actuó para varias series de televisión Las Vegas. Caan, que estuvo casado en cuatro ocasiones y tenía cinco hijos, falleció ayer a los 82 abriles.
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