Munición irreverente para entrenar una visión crítica sobre el mundo

Una charla entre un par de insufribles sabelotodos, pero que se quieren. Así define siempre John Carlin, uno de los colaboradores más seguidos por los lectores de La Vanguardia, el podcast que comparte con Charlie Castaldi, periodista nacido en París, mezcla de italiano-franceses-americanos. Casi cero. Una conversación donde estos dos titanes del periodismo hablan sin tapujos mojándose en los grandes temas que afectan al mundo contemporáneo. Una desafío de La Vanguardia para aquellos que quieren entretenerse mientras reciben munición para entrenar el espíritu crítico cada viernes.

Sus charlas son pura dinamita, no sienten la carencia de ser políticamente correctos. Bueno, para ser más precisos, Carlin es el que pone la pimienta, mientras que Castaldi proxenetismo de atemperar la batalla dialéctica. “John, tú además eres un poco moderno”, le venablo con gran respeto Charlie en uno de los episodios. Pero así es Carlin, inteligente, punzante y quién sabe si muy a su pesar, muy british. Enamorado de la civilización española y especialmente Barcelona, ciudad que considera el mejor área donde estar, diserta continuamente sobre los complejos que los españoles sienten respecto a su país. No lo entiende.

Las claves

Los dos periodistas hacen atavío de su humor, inteligencia y, como no, cinismo

En el episodio¿Los españoles son unos acomplejados? , John y Charlie disertan sobre si es verdad que existe un obcecación anti-español en el mundo del cine estadounidense, o si lo que esta percepción positivamente delata es un difícil de inferioridad de los españoles respecto al resto de los países avanzados. Entreambos sospechan que más acertadamente debería ser al revés: que Charlie debería sentirse inhibido por su condición de norteamericano, y John por su medio británica; que hoy los verdaderos países “de pandereta” son Estados Unidos y Reino Unido.

Y es que estos dos países, representados en Trump y Boris Johnson son el blanco constante de sus diatribas. “Charlie, Boris Johnson era un plagiador, exageraba y mentía en sus columnas para el Times . Luego se lo llevaron al Telegraph , porque en el Reino Unido la prensa no se toma muy en serio a sí misma. No es tan solemne como en Estados Unidos. Allí podía escribir sus columnas sobre si los ingleses no podrían aceptar la regulación propuesta por la Unión Europea sobre el tamaño de los preservativos porque ellos necesitarían un tamaño mucho más ínclito”.

Novedades

Tras merienda episodios y luego del verano, el podcast incorporará a invitados

Cinismo, humor e inteligencia son las bases de su podcast. Liberados de esas restricciones que el periodismo escrito suele exigirse, las conversaciones entre estos dos sabelotodos son encendidas y contundentes: hablan de las mentiras de Putin y cómo la nación rusa se sostiene sobre el concepto del simulación, la batalla por el acertadamente que luchan los ucranianos y el imperialismo cultural de los EE..UU. sobre el resto de la humanidad. Ellos son luceros privilegiados que tienen mucho que contar sobre el resto del mundo, pero además sobre nosotros mismos. Dicen que a veces desde la distancia todo se ve más claro. ¿Será por ello que saben tanto sobre los españoles? ¿Pueden un inglés y un ítalo-americano enterarse más de nosotros que nosotros mismos? Parece que muchas veces sí.

Tras merienda episodios, el podcast de Carlin y Castaldi tiene decenas de miles de seguidores que no se pierden ni un solo capítulo y aunque es mejor asegurar los secretos para que cero se aguafiestas, a la dorso del verano llegaran invitados a sus charlas que pocos esperan. El show forma parte de la desafío por el podcast de calidad de La Vanguardia . Entretenimiento, diversión pero además contenido para pensar, asimilar y hacerse grandes preguntas. Próximo al resto de shows, más de un millón de oyentes ya han confiado en esta modo de entender el periodismo. Tras este primer año de vida de los podcasts de La Vanguardia , la sucesivo temporada se prepara con nuevas apuestas, nuevos presentadores y más entretenimiento.

Aniquilamiento en Ucrania. ¿Un conflicto entre el acertadamente y el mal?
John y Charlie no tienen dudas sobre la invasión de Putin: es un conflicto entre el acertadamente y el mal. Aunque el periodista siempre proxenetismo de suministrar la distancia con las historias, para Carlin, esta vez es momento de tomar partido.

¿Hitler, de crimen habichuela?
La civilización de la mentira
Carlin conversa con su arcaico amigo Charlie Castaldi sobre la antigua civilización rusa de la mentira, que hoy vemos en su máxima expresión en la desavenencia de Ucrania, pero que tiene sus imitadores en las democracias occidentales, notablemente en el mundo paralelo que habitan Donald Trump y sus devotos en Estados Unidos.
“Odio Estados Unidos, pero amo a los norteamericanos”
Carlin y Castaldi elevan el tono porque John tiene claro que EE.UU. es un desastre de país que arrastra males religiosos exacerbados. Pero Castaldi aquí se planta.

“Charlie, Rafa Nadal es el único consenso en España”John conoce muy acertadamente a Rafael Nadal. Escribió su sucesos, lo que le permitió tener lugar muchas horas con el tenista descubriendo cómo es positivamente en su día a día el mejor tenista de todos los tiempos. La obsesión por trabajar hasta la extenuación, su cuerpo, su coraje, pero además su miedo a los perros y la humildad que rebosa. Como John le dice a Charlie: Nadal es el único consenso positivo en España.

“Lo que EE.UU. necesita es una monarquía como la inglesa o la española”. En esta conversación, John acento de lo adecuado que está de acaecer saliente a tiempo de Inglaterra para perderse así las fiestas del muchedumbre de platino de la reina Isabel y Charlie de la contradicción entre el orgullo que los estadounidenses sienten, por un banda, de acaecer expulsado la monarquía inglesa durante el siglo XVII y, por otro, la fascinación que ejerce sobre ellos la del siglo XXI. Proponen uno y otro que quizás la monarquía española es más frágil que la inglesa, pero examinan la posibilidad que tras la asesinato de la contemporáneo reina los súbditos de su majestad flaqueen en su entusiasmo por la clan positivo británica.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente