Puig rebaja la fiscalidad a la empresa familiar tras el anuncio de Sánchez de impuestos a los bancos

En un clima de incipiente tensión empresarial tras el anuncio ayer, en el Congreso de los Diputados, del presidente Pedro Sánchez de imponer más impuestos a banca y eléctricas delante la crisis de la inflación, Ximo Puig hace un advertencia al patronal y anuncia rebajas fiscales para la empresa normal, el corpulento del tejido empresarial de la Comunidad Valenciana, entorno al 90%.

En el transcurso de un acto celebrado en Elx, y delante la petición explícita de Maite Antón, presidenta de la Asociación de la Empresa Normal (AEFA), el presidente de la Generalitat Valenciana ha asegurado que “se pueden poner todas las medidas precautorias si se quiere en el ámbito fiscal para que no haya situaciones negativas”.

Declaraciones

Puig defendió que “se pueden poner todas las medidas precautorias si se quiere en el ámbito fiscal"

Una afirmación que respondía a la petición de la empresaria Maite Antón de “no demonizar a la gran empresa” y de solicitar mejoras fiscales en la transmisión de las empresas familiares. A continuación, Puig contestó que la petición era “una demanda legítima y espero que podamos hacerlo viable”.

Se sentaba a su banda todavía Rosana Perán, vicepresidenta de la todavía empresa normal Pikolinos, a la vez que presidenta de la Alianza de la Industria del Calzado Castellano; el todavía presidente de HOSBEC, Toni Anciano; así como Joaquín Pérez, presidente provincial de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV).

Puig participaba en una mesa de debate con empresarios alicantinos 

La medida ha sido concretada luego en una nota de prensa que matiza como la próxima Ley de medidas fiscales, de trámite administrativa y financiera y de ordenamiento de la Generalitat Valenciana, la denominada Ley de Extras a los Presupuestos, incluirá dichas medidas para disminuir la fiscalidad de la empresa normal en la Comunidad Valenciana. 

Propuesta

Las medidas se concretarán en la próxima Ley de medidas fiscales

En su intervención Maite Antón todavía había blandido la defensa que hace Europa de la empresa normal y había registrado que en la Comunidad Valenciana “han empeorado las circunstancias” para estas compañías en los últimos tiempos.

De esta forma con su anuncio, aplacaba los encendidos ánimos empresariales Ximo Puig, eso sí, sólo en secreto valenciana. Ayer, de forma informal y a preguntas de los periodistas, Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), aseguraba que el Gobierno está mostrando finalmente “poca empatía en torno a el mundo empresarial, tanto el presidente como la vicepresidenta, con mensajes ideológicos, demagógicos, en torno a o en contra de la empresa”. 

Navarro, que siempre usa un tono conciliador y que es firme defensor de la colaboración público-privada, recordó que “este es un país de pequeñas y medianas empresas, de ahorradores y quienes tienen acciones en bolsa, que son muchos y no son ricos, y ya han perdido buena parte de sus ahorros”. Asimismo, matizó que su intervención era “desde el punto de panorámica sano para aportar soluciones”, pero recordó que el Gobierno todavía recauda más porque ingresa más cuando sube el precio del gasóleo o el combustible. "Espero que el Gobierno haga su papel todavía", añadió.

Salvador NavarroPresidente de la CEV

En su intervención, el director del Consell ha explicado que “el problema más trascendental que tenemos en nuestra hacienda (la valenciana), para la productividad, la mejoramiento de la innovación y la adecuación tecnológica, es el tamaño de nuestras empresas”.

Y es que según la Cátedra de Empresa Normal de la Universitat de València, solo un 1,5% de las empresas familiares de la Comunidad Valenciana alcanzan la dimensión de gran empresa, y otro 12,5% el de mediana empresa.

En su conjunto, en la hacienda valenciana el 90% son empresas familiares. Encima, el tejido financiero valenciano se caracteriza porque el maduro peso del empleo recae en pymes y microempresas y el pequeño peso del empleo en las grandes empresas, algunas todavía de propiedad normal y caudal valenciano como Mercadona, Power Electronics o Entero Omnium, entre otras.  

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