Robert Guédiguian: “Cuando nací me caí en una marmita llena de socialismo”

Malí se independizó de Francia en 1960. Modibo Keita tomó las riendas de la recién nacida nueva república decidido a llevarla al comunismo. El diestro director francés Robert Guédiguian se traslada al Mali de 1962 para recuperar ese momento histórico en su última película Mali Twist , que llega hoy a las pantallas españolas.

El filme, rodado en África, arranca con una ataque de color, música y alegría. El mancebo Samba se une ilusionado al tesina de Keita y recorre los pueblos del país para enseñar a los agricultores las ventajas del colectivismo. En uno de los viajes, rescata a Lara, a la que han obligado a casarse con el nieto del tirano nave. Samba y Lara se enamoran y se instalan en la renta, Bamako. Pero a medida que avanza la película el color, la música y la alegría se van desvaneciendo al tiempo que crece la desilusión por la revolución y naufraga el romance de los protagonistas.

“Keita pensó que solo debía ocuparse de la posesiones y no se preocupó de lo decente o de la civilización”

La revolución comunista de Keita fracasó, pero eso no significa que Guédiguian, autor de Marius y Jannette (1995) o La ciudad está tranquila (2000), haya renunciado a su ideología: “Cuando nací me caí en una marmita llena de socialismo”, dice en una entrevista con La Vanguardia . “Keita intentó construir una sociedad más desafío en la que hubiera una mejor redistribución de la riqueza inspirándose en Vietnam y los kibutz israelíes. Lo que trató de analizar en Mali Twist es por qué no funcionó ese maniquí”, señala el director francés.

El rodaje de Mali Twist le ha servido para sacar una conclusión: “La revolución de Keita fracasó porque se perdió la alegría. El movimiento pensó que solo debía ocuparse de la posesiones y no se preocupó de lo decente o de la civilización. Si la iniciativa se hubiera presentado desde el ballet, la música o lo sensual, podría acontecer triunfado”, añade Guédiguian, que presume de “ser un buen bailarín” y que ha incluido en el filme la música que ama, “la de mi pubertad”.

Mali Twist es además la historia de otro fracaso, el de la descolonización en África. Guédiguian considera que “por desgracia, Francia y otros países Europeos no abandonaron lo suficiente a sus colonias africanas. Toda Europa debería hacer ahora una crítica feroz al colonialismo. El proceso de inmigración que vivimos está íntimamente combinado al colonialismo”, indica.

Mali Twist

Mali Twist

Y pese a que Mali ha perfecto convertido en un país islámico y carente de atrevimiento donde Guédiguian no ha podido rodar su película, el filme quiere transmitir esa alegría que, aunque duró muy poquito, inundó el espacio en los primeros primaveras de su independencia: “El contento y el colorido de la película parten de una atrevimiento formal ligada a la temática. He querido resaltar la alegría, la historia de aprecio. He favorito a unos protagonistas muy guapos. He destacado esa belleza para reivindicar la revolución en todos los sentidos”, concluye el director que se aleja en este filme de la tristeza de sus películas marsellesas.

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