Caos en la AP-7: el triple de muertos que en 2019 y un 70% más de accidentes graves

Más de 20 kilómetros de retenciones en la operación retorno de la Segunda Pascua el pasado 6 de junio. Tres días más tarde, más de tres horas de corte total de la vía por el incendio de un camión, y una vez reabierta, más de 30 kilómetros de obturación. En el puente de San juan, el mismo mes de junio, otros 27 kilómetros de colas. Son solo tres ejemplos de en lo que se ha convertido cada fin de semana —con el desventaja de festividades o puentes— la AP-7 en Catalunya desde el alzamiento de los peajes. Es una trampa y, por otra parte, mortal: este 2022 han fallecido ya el triple de personas en accidentes de tráfico de lo que lo hicieron en el mismo periodo de 2019, mientras que el tráfico ha crecido cerca del 50%.

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Trànsit admite que la AP-7 "ha tocado techo" y indagación alternativas para los viajes de fin de semana

Así lo revelan datos del Setvei Català de Trànsit (SCT). La AP-7, de hecho, es la carretera que está concentrando más incremento de accidentes en lo que llevamos de 2022: desde enero a junio se han producido solo en esta vía 337 accidentes que han provocado víctimas —ya sean leves, graves o hasta mortales—. Esta monograma representa un incremento de cerca del 20% respecto a las que se produjeron en 2019, el postrer año antiguamente de la pandemia y en el que la movilidad era similar a la de este año. 

Hasta setiembre de 2021, “los peajes servían para descabalgar la demanda y hacía que los conductores fueran más homogéneos”, señala Francesc Robusté, catedrático de transporte de la UPC y de la Escola de camins. “No teníamos camiones, o había muy pocos comparados con los que hay ahora. Encima, se añaden más vehículos esporádicos, más variabilidad de tipos y de formas de conducción, más averías y todavía accidentes”, lamenta.

Por ello, la AP-7 ya acumula tantos muertos en accidentes de tráfico como todo el año pasado. Mientras de enero a diciembre de 2021 fallecieron en esta vía 12 personas, esta monograma se alcanzó en 2022 en poco más de cinco meses. A mediados de julio, la monograma se sitúa ya en 17 personas muertas en 14 siniestros. Durante el pasado año, sin secuestro, la circulación aún no era comparable a niveles previos de la pandemia, ya que en algunos momentos aún había restricciones de movilidad que trataban de controlar los contagios. Es por ello que el periodo de narración tomado por el SCT sigue siendo el de 2019. Pese a todo, 2022 sigue obteniendo un resultado catastrófico en la comparación.

En los primeros seis meses del año, el concurrido tramo catalán de la autopista —sin peajes desde setiembre— ha sumado cerca del 200% más de siniestros mortales que en 2019. No solo esta monograma empeora: 27 personas han resultado heridas de importancia por 11 que lo fueron en 2019. En total, y hasta el 14 de julio, se han producido 535 víctimas de toda consideración, 25 más que hace tres primaveras.

Las cifras preocupan, y mucho. Los accidentes se han concentrado en la AP-7, como observan desde el SCT. Tal y como recuerda el coordinador de seguridad viaria y movilidad del organismo dependiente de la conselleria d’Interior, en el conjunto de la red viaria el número de accidentes con víctimas (independientemente de su importancia) ha caído un 20% respecto de 2019 y la monograma de muertos ha retrocedido un 11%.

El camión incendiado en la AP-7

El incendio de un camión provocó el corte completo de la AP-7 durante 3 horas y más de 50 kilómetros de retenciones 

Cedida a ACN

Desde la retirada de los peajes, han caído en la autopista muchos indicios que generan “inestabilidad” en la vía, destaca el catedrático. “Cuando hay mucho tráfico, cualquier variabilidad, cualquier perturbación —ya seas tanto más accidentes o averías como más frenazos o factores externos como estrechamientos de la vía—, tornan la situación en un régimen inestable que hace más peligrosa la situación”.

El flujo de vehículos que circularon por la AP-7, sea en su tramo boreal como en el sur, se disparó más o menos de un 40%, tal y como indican los datos del SCT. El organismo facilita las cifras de vehículos que han pasado al día, de media, desde marzo hasta julio —periodos de los que disponen datos completos para poder ser comparados con antiguamente de la pandemia—. Con este incremento, las situaciones de inestabilidad se multiplican: “Un 10 o un 15% sería asumible —apunta—, pero un 40 cuesta muchísimo. Este verano sufriremos”.

El tráfico se ha disparado en los dos tramos. Por el antiguo peaje de Martorell han pasado, de media, cerca de 10.000 vehículos más cada día durante cinco meses; mientras que por el tramo de La Roca del Vallès lo han hecho 31.000 diarios más. Un ejemplo: en lo que llevamos de junio, un mes con varias festividades y ya con tiempo veraniego que invita a ir a la playa, han transitado, de media, 125.506 coches al día por el tramo boreal, mientras que en 2019 lo hicieron menos de 90.000.

En total son más de 40.000 vehículos de más al día. Gran parte de este incremento proviene de personas que antiguamente no circulaban por la autopista. El manual de Capacidad de Carreteras de EE.UU. (HCM) determina que si los conductores son habituales, la carretera tiene “más capacidad” —es opinar, puede acaecer un flujo de tráfico en vehículos/hora anciano); pero si los conductores son esporádicos o no están habituados a circular por una vía, la capacidad “quebranto”. 

En el tramo intermedio de la AP-7, el que permite rodear Barcelona por Mollet y Ripollet, es el único que ha trillado escaso su grosor de vehículos. Según los datos facilitados por el Servei Català de Trànsit, este tramo ha perdido entre un 15 y un 27% del tráfico diario que había en 2019. El problema, luego, surge de la salida de la renta, ya sea dirección sur o, con más intensidad, con dirección boreal.

Estos incrementos se acentuarán en verano y, por ello y delante los malos datos de accidentalidad y siniestralidad, el conseller d’Interior, Joan Ignasi Elena, anunció una cazos de medidas de cara a la temporada veraniego para tratar de aminorar los riesgos. Parágrafo de controles esporádicos, el SCT prevé “medidas especiales de circulación, distribución y regulación para aumentar la capacidad viario y minimizar posibles retenciones”. Entre ellas destacan las restricciones a los vehículos pesados: los camiones tienen restringida la circulación en la AP-7 los domingos de julio entre las 17 y las 22 h. Encima, a partir del viernes 15 y el resto del viernes de julio por la tarde, en la AP-7 entre el antiguo peaje de la Roca y el antiguo peaje de Martorell y en tramo entre Tarragona y el Ebro, se limitará la velocidad de los vehículos pesados a 80 km/h que deberán circular por el carril de la derecha y sin realizar adelantamientos.

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