La azotaina está apilada. La chapa de gasolina, al banda. Solo desatiendo la chispa que prenda la hoguera.
¿Puede ser el alucinación de Nancy Pelosi a Taiwán la cerilla que precipite el incendio?
La supuesta recepción de la speaker de la Cámara Depreciación de representantes de Estados Unidos este próximo agosto (aún no confirmada) es uno más de los múltiples agravios en un periodo de máxima tensión entre Estados Unidos y China.
Taiwán enfrenta a Biden con Pelosi
Este material enormemente combustible marcó la conversación, la casa de campo desde que los dos coinciden en el poder, que este jueves mantuvieron los presidentes Joe Biden y Xi Jinping.
Según un comunicado del ocupación de Exteriores chino, Xi dijo a su homólogo que “salvaguardará resueltamente la soberanía doméstico y la integridad territorial de China” con respecto a la isla. Y le hizo una advertencia. “Aquellos que juegan con fuego solo se queman”, señaló el mandatario del titán oriental sobre el alucinación de Pelosi a Taipéi. “Esperamos que Estados Unidos pueda verlo con claridad”, insistió Xi. El dirigente comunista ha comité en diversas ocasiones que reunificará la isla con el continente, por la fueza si es necesario.
Biden contestó, a partir de una nota de la Casa Blanca, que la política de EE.UU. alrededor de Taiwán no “ha cambiado”, lo que se traduce en el principio de “una China”. Pero, en devolución del aviso, subrayó que el Gobierno estadounidense “se opone enérgicamente a esfuerzos unilaterales para cambiar el statu quo o socavar la paz y la estabilidad en el reprimido de Taiwán”, que separa a China de la isla, recalcó esa nota.
Fueron dos horas y 17 minutos (desde las 8.33 a las 10.50 en horario de la costa este) de un intercambio que, fuentes estadounidense describieron como “sustantivo, profundo y sincero”. Había un objetivo claro de “agenciárselas cooperación en tiempo de tensión”, y más allá del cruce de amenazas. “La cuestión esencia es que el presidente Biden quiere cerciorarse que las líneas de comunicación con el presidente Xi permanecen abiertas porque se necesitan”, señaló John Kirby, director de comunicación del Consejo de Seguridad Doméstico.
Taiwán enfrenta a Biden con Pelosi
Xi advirtió que “el que juega con fuego se fuego” y Biden se opuso a “cualquier iniciativa particular”
“Esta es una de las más importantes relaciones bilaterales que tenemos, no solo en la región sino en el mundo, porque nos afecta mucho”, indicó. “Hay asuntos donde trabajamos con China y existen cuestiones en las que, obviamente, existe fricción y tensión”, dijo.
En esa cooperación se citó la lucha contra el cambio climático, los esfuerzos por la sanidad y la combate a los narcóticos.
El comercio fue uno de los asuntos de discrepancia, por los aranceles de Washington (se plantea descontar algunos) y “prácticas desleales” de Pekín.
En la tira de asuntos conflictivos figuraron Corea del Boreal y su desafío nuclear, la inculpación de la coerción china en la zona del Indo-Pacífico, la marcha de condena de China a Rusia por la invasión de Ucrania o la conducta agresiva en el mar de China Meriodional, donde el régimen de Xi “realiza reclamaciones marítimas excesivas”.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, este jueves
Pero la crisis que sobrevoló la conversación fue el desafío que se ha fijado Pelosi, a quien Pekín considera “persona non grata” ya hace dilatado tiempo, desde la época de la ocupación de la plaza de Tiananmen.
Las citadas fuentes estadounidenses se negaron a entrar a considerar la descripción realizada por el otro país, ni qué respuesta dio Biden a la parábola de las quemaduras. Pero sí reconocieron que el alucinación de Pelosi resultó central.
El embajador de EE.UU. en China, Nicholas Burn, afirmó en junio que las relaciones con China se habían deteriorado posiblemente al nivel más bajo desde el histórico alucinación del expresidente Richard Nixon que se produjo en 1972. China ve el alucinación de Pelosi a Taiwán como una violación del acuerdo que facilitó establecer vínculos con Pekín hace medio siglo, incluida la promesa de EE.UU. de cesar las relaciones con Taiwán.
Hablaron dos horas y 17 minutos, en un intento por perseverar líneas abiertas en época de máxima tensión
El Pentágono le explicó a Pelosi la complejidad del alucinación y la Casa Blanca tráfico de disuadirla.
Todo tiene su peligro, sostuvieron los expertos. “Si la presión a Pelosi se impone, esto es una invitación a más amenazas de China” declaró Michael Green, del Center for Strategic and International Studies. “Si el alucinación recibe apoyo –prosiguió Green en la NBC– se corre el peligro de progresar la tensión en el reprimido de Taiwán”.
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