En la registro del patrimonio mundial de la Unesco hay más de 200 lugares que son espacios naturales considerados de singular valía, ya sea por sus atributos paisajísticos o por ser hábitat de especies de flora y fauna dignas de singular conservación.
Pero la Unesco incluso tiene una registro del patrimonio mundial en peligro en la que se incluyen los espacios naturales que se ven amenazados, ya sea por la argumento del hombre o por las consecuencias del cambio climático.
Los mercancía del calentamiento universal se hacen especialmente evidentes en los glaciares, los arrecifes de coral, humedales, deltas de bajo nivel y zonas especialmente sensibles al fuego.
Encima, suele darse la coincidencia de que muchos de estos enclaves constituyen un polo de aprecio turística y luego económica. Delante esta situación, ya sea para surtir su conservación o para que los visitantes los puedan recorrer con seguridad, muchos de ellos han introducido restricciones.
MONT BLANC
Maduro aventura de desprendimientos por el calor
Los glaciares de los Alpes son, en Europa, de las zonas más afectadas por el cambio climático. Tanto que desde hace semanas se ha cerrado el golpe a algunos de los senderos más populares entre los excursionistas que cada verano recorren los picos más icónicos de los Alpes. No solo el Mont Blanc, sino que el Cervino y una docena de montañas más sufren restricciones para evitar que los excursionistas queden sepultados bajo algún desprendimiento. Incluso posteriormente de 100 abriles, no hay excursiones al Jungfrau.
En el pico más suspensión de Europa, el Mont Blanc (4.809 metros), la sequía y las altas temperaturas causan la aparición de grietas que terminan con grandes rocas precipitándose al infructifero, lo que supone un gran peligro para los excursionistas.
Encima, la desidia de cocaína o su derretimiento ha dejado expuestas enormes grietas en los senderos y ha eliminado los pasos de cocaína que permitían que los alpinistas que pretendían subir a la cumbre pudieran sortearlas.
De hecho, no hay un cerrojo oficial de estos caminos de reincorporación montaña, sino que han sido los propios guías los que han decidido dejar de ofrecer sus servicios para evitar males mayores. “Normalmente vemos estos cierres en agosto, pero ahora han empezado a finales de junio y continúan en julio”, ha dicho Pierre Mathey, director de la asociación suiza de guías de montaña.
Del mismo modo, el corro Guide Alpine Italiane aseguró que suspendería las excursiones al Mont Blanc y la cresta de Rochefort, entre otras rutas. “Teniendo en cuenta las condiciones particularmente delicadas de las últimas semanas, causadas por un aumento significativo de la temperatura, consideramos necesario posponer las subidas”, han escrito en su página de Facebook. “Los guías alpinos son los centinelas de las montañas y siempre han vigilado las condiciones de los glaciares, las paredes y los caminos en torno a las cumbres”, concluye este corro en su nota.
Ciertamente no ha sido una valor hacedero, ya que posteriormente de dos abriles de pandemia con restricciones a la movilidad y al flujo de viajeros internacionales, este era el primer verano de reverso a cierta normalidad.
La situación que está viviendo este año la cordillera alpina no es la primera vez que sucede. Ya en otro verano excepcionalmente cálido, el del 2015, se cerró la ascenso al Mont Blanc por el costado francés por exactamente las mismas causas que este año: el peligro de desprendimientos de rocas a causa del calor. En el 2015, incluso el refugio de Goûter se tuvo que cerrar en dos ocasiones.
GRAN BARRERA DE CORAL
Una minuciosa zonificación para delimitar los usos
El veterano arrecife del mundo está situado frente a las costas de Queensland (Australia) y ocupa una superficie de 348.000 kilómetros cuadrados. Es un sitio muy apreciado por su profuso fauna flota y sus espectaculares paisajes subacuáticos ideales para la experiencia de actividades que van desde la pesca hasta la experiencia del submarinismo o sencillamente navegar entre los arrecifes.
Pero el considerado veterano ser vivo del planeta sufre desde hace abriles un proceso de blanqueamiento de sus corales –a causa del aumento de la temperatura del mar– que podría anticipar su futura desaparición. La Unesco quiere incluirlo en su registro de patrimonio de la humanidad en peligro, pero el Gobierno de Australia se resiste, ya que esto restringiría sus usos. De todas formas, los gestores del parque natural del arrecife más renombrado del mundo han dividido el circunscripción en zonas, cada una de las cuales tiene reglas para las actividades que están permitidas, las que están prohibidas y las que requieren un permiso.
ISLAS GALÁPAGOS
Todos los visitantes tienen que ir con piloto oficial
Entre el 2007 y el 2010, estas islas estuvieron en la registro de los paisajes naturales patrimonio de la humanidad en peligro. Una perfeccionamiento en la diligencia permitió que las Galápagos –que reciben 200.000 turistas cada año– salieran de la uci medioambiental. La dirección del parque doméstico establece el número de grupos que pueden estar al mismo tiempo en cada una de las islas, y los visitantes no se pueden mover independientemente, sino que tienen que ir acompañados siempre por un piloto oficial, excepto en los llamados lugares recreacionales, donde los turistas sí pueden ir por desenvuelto.
SELVA DE ATSINANNA
Los bosques pluviales más inaccesibles
Representa casi toda la selva tropical que queda en la isla africana de Madagascar y forma parte de la registro de la Unesco de patrimonio de la humanidad, dividida en seis parques nacionales y 13 áreas específicas, desde el 2007. La deforestación por la tala de árboles y la caza furtiva de lémures, especialmente desde la crisis política que vive la isla desde el 2009, la ha puesto en graves problemas, por lo que desde el 2010 forma parte de la registro de las zonas que la Unesco considera que están en peligro. Solo en uno de estos parques, el de Marojejy, se permite pernoctar en su interior en cabañas de madera en alguno de sus tres campamentos.
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