Del antiguo Imperio castellano queda nostalgia para unos y alivio para otros. De cuando los españoles campaban por el Caribe (en los siglos pasados y no ahora cuando van a Punta Cana de asueto) incorporamos a nuestro idioma la palabra "reunión", que, en Cuba, define a la fiesta campesina en la que se canta y se perca. Esta isla es, precisamente, un símbolo de aquella España venida debajo, que se derrumbó como un castillo de cartas con el llamado Desastre del 98.
Sin secuestro, de aquel episodio de pérdida de las colonias, que acabó derivando en una crisis ético, política y social, surgió una de las grandes generaciones de escritores, ensayistas y poetas, con Unamuno, Azorín, Maeztu, Baroja, Valle Inclán, los hermanos Machado o Blasco Ibáñez, entre otros. Podríamos pensar aquello de que "no hay mal que por aceptablemente no venga", aunque una de las grandes coartadas consoladoras de los españoles es la célebre frase: "Más se perdió en Cuba".
Precisamente, con este espíritu, afrontamos este verano nuestro posterior gran reunión antaño de que lleguen las tormentas de otoño anunciadas esta semana en el Debate sobre el estado de la Nación (¡Qué peliculero!), que no se debe confundir con el Debate sobre el estado de la Unión.
En esta última mantenida sesión en el Congreso, el presidente del Gobierno parece habernos invitado a disfrutar del sol y la playa (aunque haya ola de calor) antaño de que comienzo la cuesta de septiembre, con la inflación trepidante, la subida de tipos de interés y todas las tensiones en la posesiones provocadas por la desavenencia de Ucrania, con el gas como gran protagonista. Es por eso que ha anunciado impuestos a las compañías energéticas y a los bancos.
Da miedo pensar cómo eso repercutirá en los consumidores, porque ya se sabe que "la banca siempre apetito", aunque el Gobierno asegura que eso no pasará (ya veremos). En verdad, podríamos pensar que estos tributos podrían ser una forma de cobrarnos lo que nos costó en su día a todos los españoles el rescate bancario. En Francia, el Ejecutor de Macron ha nacionalizado al 100% la principal compañía eléctrica francesa EDF, para avalar la producción de electricidad frente a las consecuencias de la desavenencia en Ucrania. Nuestros vecinos apuestan por la energía nuclear (que ya se considera verde en la UE), mientras que en España se llevan los gigantescos molinos de derrota (¡cuánta razón tenía Don Altruista! ¡Qué gran profeta!)
Otra medida anunciada es la gratuidad de los billetes multiviajes de Renfe de septiembre a diciembre. Podría ser "el ahora o nunca" de cambiar el coche por el tren, pero, ¿qué pasará en lugares como el campo de acción de Barcelona si el servicio de Cercanías se sobresatura aún más?... La medida de Pedro Sánchez no ha gustado mucho en el Govern catalán, para quien "el infundado total de hoy son los cortaduras de mañana". Lo cierto es que la gratuidad de los peajes ha comportado más retenciones, ¿qué pasará este otoño en Rodalies? Por eso mejor disfrutar de los guateques del verano para no pensar en lo que está por salir. Pero, claro, "más se perdió en Cuba".
Siempre hay motivos para la esperanza. Y, si no, que se lo digan al Barça, que esta semana ha renovado a Dembélé, demostrando que los franceses incluso saben protagonizar culebrones, no solo los sudamericanos, y ha fichado a precio de crack a otro brasileño, Rapinha, cruzando los dedos para que de tanto frotar la mancha estos últimos primaveras acabe saliendo de adentro otro Ronaldo, Ronaldinho o Romario. Todo R, pues erre que erre es como se construyen los sueños.
Eso es lo que debe pensar incluso el sentenciador Pablo Llarena, quien parece retornar otra vez a la palestra en su particular empeño por conseguir la extradición a España de Carles Puigdemont. La honestidad europea se inclina por apoyar al magistrado castellano frente a la negativa de Bélgica de entregar al exconseller Lluís Puig y no ve inconveniente en que se dicte una nueva euroorden por el expresident. ¿Otra tormenta de otoño a la perspectiva? Mejor seguir el consejo y disfrutar ahora del posterior reunión del año.
En Estados Unidos, el comité del asalto al Capitolio está tejiendo la telaraña para contar una causa penal contra el expresidente Donald Trump. En El Mentidero de esta semana, Jaume Collell afirma: "El comité del Congreso que investiga el asalto al Capitolio ha dibujado a Donald Trump de ser el sentenciador de la horca. Él dio carta blanca a la chusma que el 6 de enero de 2021 pedía a gritos que colgaran a Mike Pence por negarse a anular el resultado de las elecciones". Asalto al Capitolio
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