Los embalses que abastecen de agua el campo de acción metropolitana de Barcelona se encuentran a un 42% de capacidad y, si este nivel desaparecido del 40%, se decretaría la alerta por yerro de ella. Una situación que, según las previsiones de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), podría darse entre mediados y finales de septiembre si no llueve. Esta escalón significa ciertas limitaciones sobre el uso del claro más preciado en la caudal catalana y su conurbación, aunque en un primer momento no afectarían directamente a los ciudadanos.
Así lo reconoció este miércoles el director del ACA, Samuel Reyes, en una entrevista en Catalunya Ràdio. “Los jardines se regarían solo dos días por semana durante la oscuridad y no se podrían purgar las calles con mangueras”, ejemplificó. Todavía habrían “limitaciones en la agricultura, en la hato o en los campos de golf”, agregó.
Restricciones en higiene, agricultura y ocio
Sin incautación, en esa situación de alerta, no se contemplan restricciones domésticas. “El ciudadano no lo notará en el llave”, remarcó el director del ACA. El plan distinto contra la sequía contempla situaciones de prealerta, alerta, excepcionalidad y emergencia. Por lo tanto, en caso de que la situación se agrave se podría presentarse a ser más restrictivo. Es en el estado de emergencia cuando están previstos cortes de agua en boca.
El pasado mes de febrero se entró en escalón de prealerta en el sistema Ter-Llobregat, que abastece a unos cinco millones de habitantes. Y es que los pantanos están casi a la fracción de nivel que hace un año.
Según Reyes, el campo de acción metropolitana de Barcelona atraviesa una situación de sequía tan importante como la del 2018 pero “no tan crítica como la del 2007 y el 2008, cuando los embalses estaban al 20%”. En un verano de recuperación del turismo y con varias olas de calor, el consumo de agua en el la caudal catalana y su campo de acción metropolitana se ha elevado en un 10%. Durante el periodo veraniego siempre suele crecer.
El anuncio llegó un día a posteriori de la reunión interdepartamental sobre la sequía de la Generalitat de Catalunya, que adicionalmente de la presencia del director del ACA agrupó a los consellers de Acció Climàtica, Alimentació y Dietario Rural, Teresa Jordà; Empresa y Treball, Roger Torrent; Interior, Joan Ignasi Elena, Salut, Josep Maria Argimon; y a la consellera de la Presidència, Laura Vilagrà. “No estamos preocupados, pero sí ocupados”, desveló Reyes sobre el discusión entre representantes del Govern.
Desde la semana pasada ya hay 135 municipios con algunas restricciones al uso de agua en Catalunya. Mayoritariamente son localidades que dependen de sistemas como pozos, por ejemplo. A unos treinta kilómetros de Barcelona se encuentra Vallirana, que el mes pasado ya decretó limitaciones, en este caso por la situación de los acuíferos, explicó el Consistorio de la ciudad del Baix Llobregat.
La Generalitat pide a la ciudadanía un uso responsable para mitigar la situación de sequía
En este contexto, lo que está funcionando a toda máquina son las desalinizadoras, que nunca antaño habían trabajado tanto tiempo sin detener. Desde el pasado mes de febrero han producido 33 hectómetros cúbicos de agua, evitando que las restricciones sean mayores.
El director del ACA aprovechó la entrevista para pedir la colaboración de la ciudadanía frente a la situación de sequía. “Entre todos podemos acortar mucho el consumo”, dijo Samuel Reyes, que reclamó gestos como cerrar el agua mientras las personas se enjabonan en la ducha o se cepillan los dientes,
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