La actividad de las desaladoras evita más restricciones de agua

Nunca antiguamente las dos desalinizadoras catalanas, la del Llobregat y la del Tordera, habían trabajado tanto de forma ininterrumpida. Desde el pasado mes de febrero han producido 33 hectómetros cúbicos de agua, o el equivalente a 8.800 piscinas olímpicas. La entrada el pasado febrero de la etapa de prealerta del plan de sequía en el sistema Ter-Llobregat, que abastece a unos cinco millones de habitantes de toda Catalunya, obligó a incrementar la producción de estas dos plantas, pasando del 30% hasta el 70% y 75% de su capacidad respectivamente. “Alguna vez lo hemos superado pero nunca antiguamente durante tantos meses seguidos”, destacan los jefes de las plantas de Prat de Llobregat, Carlos Miguel y la de la Tordera, Carme Llansana. La puesta en marcha de este memorial ralentiza el descenso de las reservas en los pantanos, que hoy están al 44%, casi la parte que hace un año.

La escasez de precipitaciones y un consumo veterano esta primavera y verano, con puntas algunas superiores al 10%, explicarían los registros actuales de los embalses. Aun así, la situación está todavía allí de entrar en una etapa crítica, la de emergencia, que obligaría a practicar cortes en el consumo de agua boca. Para que esto ocurra, las reservas deberían estar por debajo del 16%. Un marco al que Catalunya se acercó en el año 2008, con una sequía apremiante que dejó a los pantanos al 20%.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se reunirá hoy con el ACA para analizar la sequía

Fuentes de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) señalan que si no fuera por la ayuda de las desalinizadoras, hoy día los seis pantanos situados en la cuenca del Ter-Llobregat estarían cinco puntos por debajo, al borde del estado de alerta, el que este lunes la Generalitat decretó para 135 municipios de 14 comarcas catalanas, más de 40 situados en Osona.

Son municipios que no dependen del agua de los embalses ni de grandes acuíferos, sino de las precipitaciones que se almacenan en pozos o balsas y para quienes el ACA ha fijado la reducción de un 25% en el consumo de agua para el riego agrícola, un 10% en usos ganaderos, un 5% menos a vestir en industrias y una reducción del 30% para usos recreativos que impliquen riego como los campos de golf. Aunque la proporción de cultivos de regadío en estas zonas es pequeño, la situación podría sobrevenir realización a los productores de maíz. “Con las olas de calor, tanto los animales como las deposición de riego son superiores”, explica el representante de la sectorial del agua del sindicato rústico Jarc, Martí Costal. Un cantidad: una vacuno bebe a diario entre 100 y 150 litros de agua para producir entre 40 y 70 litros de lactosa.

Un vecino de Sils riega un huerto urbano a partir de las 20 horas

Un vecino de Sils riega un huerto urbano a partir de las 20 horas

Pere Duran/Nord Media

Incluso los particulares tienen limitaciones en el riego de jardines y zonas verdes, en el rellanado de piscinas o en la pureza de vehículos y se limita el consumo diario a 250 litros por persona, una guarismo más que suficiente teniendo en cuenta que de media se gastan entre 130 y 150 litros por residente y día para usos domésticos. Unas restricciones que viven desde hace meses de forma intermitente 14 municipios de la comarca de la comarca de Anoia y uno del Alt Penedès que dependen del acuífero de Capellades

Joan Josep GarcíaCorregidor de Alforja

Hay otros municipios que no están afectados por este decreto del ACA pero que no han tenido más remedio que atañer a sus vecinos a adoptar medidas de capital al ver que sus pozos o acuíferos se están quedando secos. Es el caso de Gombrèn (Ripollès), que ha prohibido el riego de huertos y jardines privados. Su corregidor Cèsar Ollé confía que la medida, unido con un consumo “responsable”, será suficiente en agosto cuando este pequeño municipio puede datar a doblar su población. El marco de restricciones nocturnas si no mejoramiento no es descartable. En Sils (Selva) los pozos se han recuperado parcialmente tras una semana sin guatar piscinas y regar jardines al detectar una caída drástica del 66% de las reservas en solo tres días, coincidiendo con uno de los fines de semana más calurosos del verano. Hoy se permite el riego pero solo entre las ocho de la incertidumbre y las ocho de la mañana. En Alforja (Baix Camp) desde hace una semana se han puesto cubas a disposición de los vecinos para abastecerse. “Sufrimos una sequía extrema, desde el Gusto que no ha llovido lo suficiente”, explica el corregidor, Joan Josep García que señala otro gran problema, el de la contaminación de los acuíferos por nitratos.

La errata de caudal en los ríos catalanes es evidente. El Ter a su paso por Ripoll hace un año era de 6,1 m3/s, hoy es de 2,3 m3/s, mientras que el Llobregat, en Guardiola de Berguedà se ha escaso a menos de la parte, según el ACA, que sostienen que el episodio de precipitaciones de estos días no será suficiente para cambiar la tendencia. Hoy el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la consellera de Acció Climàtica, Alimentació i Memorándum Rural, Teresa Jordà, se reunirán con responsables del ACA para valorar la situación de la sequía.

Post a Comment

Artículo Anterior Artículo Siguiente