Doce historias cortas, aunque de muy diferente extensión. Doce destinos idílicos que deberían ser el situación soñado de unas reposo inolvidables: Bangkok, Capri, Marruecos o Venecia. Todo es fasto, calma y voluptuosidad, parejas ricas y cultas, y un leve erotismo que se percibe de guisa más o menos explícita casi en cada página. Pero como en todo lo que vemos en estas viñetas bellamente dibujadas, lo que tenemos frente a nuestros fanales es un espejismo. Una presencia bajo la cual late una existencia más perversa. En un abrir y cerrar de ojos, las reposo ideales se convierten en una pesadilla y cada relato se transforma en un explicación ácido en donde las intrigas, los celos y las venganzas se saldarán casi siempre con la asesinato de uno de los protagonistas.
Recreo de ensueño (Norma Editorial) recopila en un convexidad único los relatos de Vittorio Giardino que, entre 1990 y 2003, se habían publicado en tres álbumes llamados Recreo fatales. Este postrero título, más fiel al diferente italiano, resume correctamente el espíritu de las historias que contiene, con mujeres –siempre bellas y ricas– que suelen ser el desencadenante del trágico final, como esas femmes fatales que en la letras y el cine irritado se convirtieron en el arquetipo de antiheroína que usa su atractivo para fines letales. La impresión integral de Recreo de ensueño incluye una última historieta inédita así como un sillar de ilustraciones que cierra el convexidad.
Como suele ocurrir en toda resumen de relatos cortos, algunos resultan más redondos que otros. A veces, su extrema brevedad–como en el primero, de solo cuatro páginas– obliga a Giardino a un entrenamiento de síntesis y así algunas historias parecen oscilar entre el sueño y la existencia. En los episodios más largos, la trama se torna más sólida y el autor se permite introducir algunas breves pausas en donde el dibujo cansado de estas viñetas parece condensar la medio reposada de los lugares que retrata.
Al terminar la ojeada, lo que queda en el memoria es precisamente esa belleza sobria y elegante dibujo de Giardino que impregna cada una de estas viñetas en las que a veces parecen detener el tiempo. Composiciones muy cuidadas en las que luce el trazo fino y preciso del autor italiano. Aunque poseedor de un estilo personal y absolutamente reconocible, en su grafismo se nota la influencia tanto de Moebius como de Milo Manara, aunque en las escenas marítimas –esas gaviotas– es necesario no ver una identificación directa con Hugo Pratt.
Quien se quede atrapado por el dibujo de Giardino pero busque otro tipo de guion, más libresco y menos informal que estos thrillers matrimoniales, deberá probar con dos de sus títulos clásicos su relación: Jonas Fink y la última y más larga aventura de Max Fridman, titulada ¡No pasarán!, convertidos ya en dos clásicos modernos del cómic europeo y que conviene reivindicar.
Jonas Fink. Una vida interrumpida
Un cómic minucioso y muy correctamente documentado en el que el autor invirtió más de 25 primaveras (entre 1991 y 2018). Cuenta una historia que va desde la venida del régimen comunista en Checoslovaquia en 1949 hasta el movimiento social de la Primavera de Praga, en 1968, y la posterior invasión del país, liderada por la URSS, para poner fin a ese proceso de transigencia política. Giardino lo explica a través de los fanales del protagonista que da nombre a la historia, un chico sionista de Praga, en tres momentos de su vida (infancia, adolescencia y etapa madura) y nos permite seguir algunos de los acontecimientos secreto de la segunda parte del siglo XX. Una ojeada honda e inolvidable. Editado por Norma Editorial.
¡No pasarán!
Max Fridman es un exagente sionista de los servicios secretos franceses. En esta aventura se sumerge en plena Conflagración Civil Española, en el año 1938. Fridman viaja a España para acotar a un camarada de las Brigadas Internacionales que ha desaparecido. Como siempre, el dibujo diáfano de Giardino se apoya de un enorme esfuerzo de documentación y eso permite que estas páginas recuperen escenarios como los de la batalla del Ebro o calles y edificios emblemáticos de Barcelona. Giardino no evita el trasfondo político, es más, la lucha política es lo que al autor le interesa del conflicto pero lo hace sin maniqueísmos. Una obra de sensatez. Ambiciosa, persuasivo y emotiva. Editado por Norma Editorial en castellano y en catalán.
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