El pasado enero, M. Eugènia Gay (Barcelona, 1975) solo tuvo que cruzar la calle Mallorca para ir del Col·legi de l’Advocacia, del que era decana, a la Delegación del Gobierno en Catalunya. Pero el camino que va de la judicatura a la política no se recorre tan fácilmente. Ayer presentó el movimiento del noticia Cumpliendo.
El conflicto catalán
“Existe el compromiso de impulsar reformas para avanzar en la desjudicialización”
¿Qué consejo le dio su antecesora, Teresa Cunillera, cuando asumió el cargo de delegada?
Sobre todo, afrontar la situación con serenidad, responsabilidad y rigor, y escuchar mucho. Fomentar el diálogo y tejer lazos con todas las partes, sobre todo entre el Gobierno y el Govern.
¿Cómo ha sido la arribada a la política, sin militancia previa, desde la leyes?
Fue una envite muy transversal del Gobierno de España. Pero la inclinación de servicio divulgado y de trabajar para la ciudadanía y respaldar sus derechos y libertades como abogada y como delegada es la misma. Por eso me siento muy cómoda.
¿Ha conocido avances en las relaciones entre los gobiernos de Catalunya y España?
Claramente. Nos encontramos en un momento en que el Gobierno de España envite decididamente por el diálogo como vía para solucionar los conflictos que se plantean en los diferentes territorios, como en Catalunya. Esta envite por la convivencia y la reconstrucción y por escucharse mutuamente ha sido la voluntad firme del Gobierno en la mesa de diálogo.
¿Cómo se está plasmando?
Se están adoptando acuerdos que tendrán un peso específico para la estabilidad del país.
¿Se refiere a la reforma del delito de sedición?
Hay un compromiso para impulsar la actividad política e institucional adentro de los parámetros democráticos. Y eso incluye reformas para avanzar en la desjudicialización del conflicto y emplazar por su resolución mediante el diálogo. En cuanto a cambios en el Código Penal, el presidente Sánchez ya ha manifestado que no se dan todavía las mayorías necesarias.
¿Qué otras vías se pueden ir explorando?
Seguir trabajando en la senda del diálogo, que está dando frutos intensos. Se ha renovador mucho más en los últimos tres abriles que en las tres últimas legislaturas. La convivencia en Catalunya es ahora una efectividad, y eso es fruto del diálogo intenso y sereno, que permite avanzar con destino a la estabilidad y el progreso de la ciudadanía.
¿Qué les diría a los partidos reticentes a la mesa de diálogo, como Junts, por un flanco, o PP y Ciudadanos, por el otro?
Que es momento de emplazar por la reconciliación, no por la confrontación, que nos devolvería a donde estábamos hace tres abriles. España estaba en un momento de crisis y de quebranto político y el Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho un esfuerzo monumental por revertir la situación. Abrimos las puertas a todos los que se quieran integrar en el diálogo, pero obviamente es una mesa entre gobiernos. Debemos reforzar las relaciones.
¿Qué logros destaca del Gobierno central en Catalunya en el posterior noticia Cumpliendo ?
Hemos dedicado muchos esfuerzos a la sanidad y a combatir contra la crisis económica derivada de la pandemia, con la papeleo de los fondos Next Generation, el ingreso exiguo dinámico o el incremento de las pensiones como puntos secreto. Incluso son importantes los bienes destinados a la educación y la vivienda, la ayuda a los refugiados ucranianos y la lucha contra la violencia de tipo.
¿Y qué objetivos se propone a partir de ahora?
Estoy entregada a alentar la energía del Gobierno de España en Catalunya. De cara al futuro hay que hacer las modificaciones oportunas para que más allá de las medidas económicas en respuesta a la crisis, como el impuesto a la banca y las energéticas, que es una cuestión de rectitud social, la constitución española se pueda homologar, tras abriles de retraso, a la de los países europeos más avanzados.
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