Josep Maria Minguella, en su momento agente y candidato a la presidencia del FC Barcelona y uno de los pioneros en la aplicación de tokens y tecnologías similares en el fútbol, habló en el software A Diario de Radiodifusión Marca para repasar la contemporaneidad y el futuro del club al que ha estado vinculada casi toda su carrera profesional. En un momento crítico para el Barça que Joan Laporta está enderezando a colchoneta de palancas económicas y fichajes ilusionantes, Minguella se muestra escéptico con las medidas que se están implementando y su cortoplacismo, asegurando que a medio y extenso plazo las consecuencias pueden ser muy negativas para el que herede el club de las manos del presente presidente.
"Laporta entiende que la ilusión vuelve reforzando el equipo y fichando grandes nombres, pero en el fútbol luego hay que ver los resultados", recordó Minguella. Es muy complicado que un esquema deportivo se sostenga si no alcanza el éxito, y más en esta era en la que todos los procesos se han acelerado. "Yo soy un enamorado de Lewandowski desde hace primaveras, es un gran ludópata, pero sólo ha jugado en Alemania, donde el fútbol es muy diferente. Es un gran goleador, pero aquí va a tener más problemas porque hay menos espacios", ejemplificó para exponer sus dudas con respecto a la planificación deportiva del equipo.
Encima, considera que en la presente plantilla del Barça hay un exceso de atacantes y que esto puede derivar en tensiones o problemas para Xavi: "Tiene siete delanteros y siempre se van a estar cuatro en el banquillo. Todos quieren aventurar y esta situación puede crearle problemas a Xavi. Creo que el Barça tiene demasiados jugadores y es difícil de manejar. Los mejores equipos de la historia del fútbol son aquellos en los que el devoto se sabe de memoria el 11 titular. Y esto pasaba con el Xavi ludópata", explicó uno de los artífices de las contrataciones de Maradona y Messi por el Barça.
Sobre la táctica económica y las palancas, es muy escéptico. "Se han vendido activos que pueden hipotecar el club en los próximos primaveras y pueden provocar una situación insostenible para el próximo presidente. El Barça puede estar expuesto en unos primaveras a tener un maniquí como el Bayern Munich y dejar de ser de sus socios", declaró. Para él, la única forma de admitir esta enorme inversión podría ser "la ampliación de haber, pero como en el Barça no hay socios capitalistas la alternativa sería que entrase un socio capitalista con parte del patrimonio". "Esto me sabría muy mal", confesó.
Por postrero, trató las especulaciones que existen aproximadamente de la posible venida de Bernardo Silva o el regreso de Messi. "Cuando un equipo millonario como el City te vende jugadores, ponte en alerta, porque el equipo que no tiene privación de traicionar y vende será por poco", dijo sobre el caso del portugués. Sobre el figura argentino, reconoció que "el portazo le hizo percatar muy mal", pero no concibe su envés porque "la herida está demasiado tierna". "En unos primaveras ya veremos", se aventuró.
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