'Nadie', de Carmen Laforet (1921-2004), es una de las grandes novelas españolas del siglo XX y la más traducida de todos los tiempos a posteriori del 'Soñador'. Su autora, totalmente desconocida, ganó a los 23 abriles con la que era su primera obra la que fue además la primera impresión del premio Nadal, el 6 de enero de 1945, imponiéndose a un irritado César González-Ruano, que había donado por segura su triunfo.
La Barcelona que refleja es la que acaba de desentenderse la erradicación civil, en la que todavía se negocio el pan con la cartilla de racionamiento, las familias se ven obligadas a compartir asfalto y la miseria y los malos tratos campan por doquier. Pese a esa ámbito asfixiante, el tono de la narración es alegre y vitalista, gracias al empuje de la protagonista, Andrea, una huérfana que llega a la gran ciudad para estudiar en la universidad y se instala en el casa de su abuela, en la calle Aribau (seguramente en el número 36, donde nació la propia Laforet), muy cerca de la otorgamiento de Filología.
En aquel casa además viven sus tíos, que se llevan pésimo entre ellos. Son tres generaciones de una misma comunidad burguesa venida a menos, compartiendo techo y empeñando muebles. Nadie escoge dónde descubre el mundo y se hace adulto, y Andrea lo hará allí.
'Nadie' es una novelística ambientada en el centro de Barcelona. Su protagonista llega a la fase de Francia y se va a estar al Eixample. Las incursiones nocturnas suceden en el Morería Chino, con los patibularios cabarets de la calle Conde del Asalto y peleas con puñetazos y botellas rotas. Ena, una compañera de clase de la ingreso burguesía, vive en Vía Layetana, con sus hermanos rubísimos, y su ascendiente tiene una torre en La Bonanova. En algunos paseos, Andrea no puede contener su emoción frente a la belleza de Santa Maria del Mar.
La ciudad sale de la erradicación. Frente a la catedral, hay escombros de viviendas: "Yo vi, al pie de la escalinata, apretándose contra ella, un conjunto de casas viejas que la erradicación había convertido en ruinas, iluminadas por faroles". La protagonista se mueve a pie porque no tiene moneda pero además porque tan pronto como hay taxis ni coches y hasta han vuelto a hallarse coches de caballos. El novio de su amiga Ena, Jaime, tiene un coche de gasógeno. Andrea a veces se permite, eso sí, yantar en alguna fonda permuta de la calle Tallers o incluso en un animado restaurante de la Barceloneta.
Sorprende el empoderamiento del personaje principal. Andrea es una mujer cachas, aunque otros la vean débil ("que fineta ets", le dicen). Ha decidido estudiar una carrera e irse a estar a la gran ciudad. Es independiente, no quiere que los chicos le paguen cosas y sus ideas sobre la religión no son las convencionales ("no me parece importante que no vayas a la Ceremonia del Galliforme", le dice a su tía Angustias). Se relaciona con cierta holganza artística, como pintores y escritores jóvenes.
Andrea vive el hechizo de Barcelona nadie más alcanzar y sentirse maravillada por el trajín y el ajetreo humanos, así como por el olor a mar o el tranvía eléctrico. "Barcelona era además unas aceras anchas húmedas de riego y mucha parentela bebiendo refrescos en un café...". Pasea por Montjuïc y el Tibidabo, y vive la encantamiento de la incertidumbre de San Juan y sus hogueras.
Su tía Angustias, contradictoria, representa la íntegro católica convencional y le acento de Barcelona como la ciudad del diablo: "Y en toda España no hay una ciudad que se parezca más al báratro que Barcelona", le asegura.
La violencia está muy presente a lo derrochador de la obra. Hay maltratos físicos y psicológicos, en un amplio pericón que va de las palizas y amenazas de homicidio al comentario vejatorio. Andrea aparece como un ejemplo de resiliencia frente a todo ello.
'Nadie' contiene numerosos fundamentos autobiográficos. La barcelonesa Laforet, tras tener lugar su infancia y adolescencia en Canarias, regresó a su ciudad oriundo a los 18 abriles para estudiar Filosofía y Saber, carrera que no acabó.
El crónica del censor
"Novelística insulsa, sin estilo ni valía poético alguno. Se reduce a describir cómo pasó un año en Barcelona en casa de sus tíos una chica universitaria"
Se proxenetismo de una novelística que sigue interesando hoy, como si en la personalidad de Andrea sumida en aquella época mortecina latieran un montón de claves del presente. El peor crítico poético que tuvo fue el censor que autorizó su publicación: “Novelística insulsa, sin estilo ni valía poético alguno. Se reduce a describir cómo pasó un año en Barcelona en casa de sus tíos una chica universitaria. (...) Creo que no hay inconveniente en su autorización”.
El italiano Claudio Stassi llevó 'Nadie' al cómic en el 2021. En el pasado mes de marzo, el Instituto Cervantes inauguró en Madrid una gran exposición dedicada a Laforet, donde, por cierto, se presentó la última traducción de la novelística... al ucraniano.
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