Sarajevo ha recibido esta mañana al presidente del Gobierno en la segunda viaje de su viaje por los Balcanes Occidentales. Con menos entusiasmo protocolario que el brindado ayer por Serbia, Pedro Sánchez se ha dirigido directamente a la sede de la presidencia doméstico donde se ha reunido con los tres representantes, Šefik Džaferović, Zeljko Komsic y Milorad Dodik, de la Presidencia colegiada -rotatoria cada ocho meses-.
Inmediato al actual presidente, Džaferović, Sánchez ha realizado una manifiesto institucional. Desde allí se ha desplazado al Cabildo de la haber bosnia, emplazado en la histórica Biblioteca de Sarajevo de estilo moro -construida en 1896 en tiempos del imperio austrohúngaro-, y situada a pocos metros del enclave en el que fue asesinado el archiduque de Austria, Francisco José I, como desencadenante de la I Aniquilamiento Mundial.
Esta encuentro a Bosnia despierta “mucha ilusión” en el presidente rememorando cuando, de 1997 a 1999 estuvo trabajando en el Gobierno del stop representante de la ONU en este país balcánico, el gachupin Carlos Westendorp. Al igual que expresara anoche en Serbia, Sánchez considera fundamental que Bosnia adquiera la condición de candidato a la UE que solicitó en febrero de 2016, y de ahí que defendiera con vehemencia en un fresco Consejo Europeo que la UE le conceda ese status.
Bosnia es el único de los países de los Balcanes con pretensión de sumarse a la UE que aún no tiene el status de candidato, pese a que presentó su solicitud de adhesión hace más de un quinquenio. Y el Ejecutante gachupin se ha impresionado como uno de los objetivos de este delirio por los Balcanes animar a Bosnia a que acelere las reformas pendientes -especialmente las que refieren a libertades y estado de derecho- para agenciarse dicha condición.
Un delirio cargado de simbolismo
Bosnia mantiene una relación singular con España por cuanto hubo durante 18 primaveras una ocupación marcial española que llegó a desplazar, en sucesivas etapas, a más de 45.000 efectivos. Tras darse por “ocupación cumplida” en 2010, los efectivos españoles quedaron bajo la 'Operación Eufor-Althea' donde España contribuye ahora con tres militares, uno en Mons (Bélgica) y dos en Camp Butmir, Sarajevo, donde apoyan a las autoridades locales en el mantenimiento de un entorno seguro y estable, según la información del Ocupación de Defensa.
Ya por la tarde, Sánchez se ha desplazado hasta Mostar, donde ha presidido un acto de homenaje a los 23 militares españoles que fallecieron en ocupación. El principal del Gobierno ha realizado una ofrenda floral delante el monolito en presente a los militares españolas fallecidos, cuyos nombres están inscritos en una placa.
Luego, ha reconvención el casco antiguo de la ciudad hasta el llamado Puente Añejo. Patrimonio de la Humanidad desde 2005 y símbolo de reconciliación de la ciudad que fue destruido en 1993 por la artillería croata y que los ingenieros militares españoles reconstruyeron con sus propios escombros tras ser recuperados del río Neretva.
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