Un hombre se niega a que su mujer reciba la epidural en el parto y agota la paciencia de una anestesista

La doctora Elena Casado, anestesista en el Hospital Francesc de Borja, en Gandía, acudió a atender una mujer en pleno parto. A pesar de ocurrir manifestado con antelación que quería un parto natural, ya dilatada de 8 centímetros el dolor se le hacía muy difícil de soportar.

Entre lágrimas pidió a Casado que le pusiera la epidural para poder sostener mejor. El padre del bebé, que asistía como colega al parto, se opuso a la intrepidez de la hermana. "No te lo pongas, que estás a ocho y a un empujón de terminar", insistía. La hermana resistía a las peticiones de su marido cabizbaja mirando hacía el suelo. Tras varias intentos de persuasión, la anestesista le contestó al hombre:

"Mira, aquí quien decide es ella, yo os dejo quedaros a los acompañantes para la epidural, pero si la sigues intentando hacer reparar mal te voy a echar fuera para cuchichear con ella. La epidural es un derecho y tiene derecho a no tener dolor. Y la que lo elige es ella, ni tú, ni su hermana, ni yo, ni nadie. Ella. Estamos?", explico la anestesista en un hilo en su perfil de Twitter personal. 

Tras contener la insistencia del padre pudo atender a la hermana: "Quiero que tengas claro que esto no es un fracaso, que no es sostener más o menos. Que estás siendo una jabata y lo estás haciendo fenomenal. Que tú estás proporcionadamente, el bebé está proporcionadamente. Y estás pariendo exactamente como tú quieres", continúa en su relato en esta red social. 

Tras el incidente el parto transcurrió en total normalidad. Y la hermana pudo expresar su alegría por la forma como se había tramitado su parto y las decisiones tomadas. 

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