París, la Ville Lumière, tiene difícil cumplir con su apelativo de “ciudad de la luz” en estos tiempos de forzada sobriedad adecuado a la invasión rusa de Ucrania. El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió hace unas semanas a sus compatriotas “sobriedad energética”, y el Gobierno anunció posteriormente las multas por no apagar los letreros luminosos entre la 1 de la amanecida y las 6 de la mañana. Pero hay un colectivo de jóvenes, denominado On The Spot Parkour, que lleva dos primaveras con su propia campaña para combatir el despilfarro y desenchufa por su cuenta los carteles luminosos.
El congregación de activistas, entre los 18 y los 36 primaveras, suele reunirse una vez al mes en la caudal para su obra, bautizada Lights Off, que luego difunden en las redes sociales. Se prostitución de amantes de la subida urbana y de la modalidad parkour –además conocida como free running–, una disciplina acrobática que consiste en pasar obstáculos en una ciudad o en el medio natural, mediante movimientos rápidos y ágiles, saltos y equilibrios. El parkour vivió un auge en Francia a principios de este siglo a raíz de la película Yamakasi, los samuráis de los tiempos modernos (2001).
La diversión por la voltereta urbana, inspirada en la película ‘Yamakasi’, se alía en este caso con el ecologismo
En el caso de los integrantes de On The Spot Parkour, aúnan el inclinación por la voltereta en el medio urbano y la conciencia ecologista. Su ocupación consiste en escoger una zona muy comercial y realizar un represión a partir de la medianoche para comprobar si los paneles luminosos están encendidos. Cuando es así, se encaraman hasta la pequeña caja roja, que suele estar a unos tres metros de valor, donde se halla un interruptor de emergencia que usan los bomberos para apagar las luces si hay un incendio. Los activistas hacen lo mismo. Con entrenamiento y tacto, la operación puede realizarse en pocos segundos. Han llegado a apagar sesenta letreros en una oscuridad.
El pasado 28 de julio, la dependencia de televisión estatal LCI siguió las evoluciones de On The Spot Parkour en los Campos Elíseos, donde marcas de fastuosidad como Cartier, Montblanc o Bulgari poseen comercios. El congregación, compuesto esa oscuridad por solo seis personas, fue capaz de desactivar los paneles de cuatro tiendas en tan pronto como una decena de minutos. A veces la tarea se complicó porque los interruptores no eran visibles o había que ascender staff considerables.
El coordinador en París de esta singular protesta es Kevin Ha, un ingeniero de 30 primaveras que además estudió oceanografía. Insiste en que lo que hacen no es una reivindicación política sino un simple acto de conciencia ciudadana. Influyen, obviamente, el sentimiento de congregación, el muestrario y la adrenalina. Los jóvenes van a cara descubierta y no tienen inconveniente en dar su nombre. “Hemos incompatible una forma de aliar lo útil y lo agradable –explicó Kevin a LCI–. Todos tenemos una sensibilidad ecológica, pero nuestro ADN sigue siendo el deporte”. El instigador reconoció que además persiguen una intención didáctica, de fomentar su deporte y “ganar al mayor de personas”, para que cada cual actúe contra el despilfarro energético adentro de sus posibilidades, ya sea en su circunscripción de trabajo o en su casa. El congregación constata que los responsables de los comercios afectados han reaccionado y algunos apagan ahora sus luces por la oscuridad. “Mi obra personal no va a cambiar el mundo –declaró Baptiste–. Lo hacemos para que se vea, la parentela nos apoye y además actúe”.
La noches de Lights Off no les han supuesto a sus organizadores, por ahora, problemas legales. Han incompatible tolerancia de parte de la policía y aplausos cómplices de algunos viandantes. “La ley está de nuestro costado, porque los letreros deben estar apagados por la oscuridad”, sostuvo Kevin. Para evitar denuncias y sanciones, los activistas van con mucho cuidado de no provocar daños en los comercios. Si alcanzar al interruptor significa, por ejemplo, romper un cristal, desisten.
La campaña de On The Spot Parkour ha suscitado interés porque encaja con la política oficial. Hace pocos días, la ministra para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, anunció dos decretos para multar a las tiendas que mantengan sus puertas abiertas mientras funcione el ventilación acondicionado o la calefacción. Asimismo habrá sanciones para la publicidad lumínica nocturna, fuera de en lugares especiales como estaciones de tren o aeropuertos.
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