Todas las historias merecen ser contadas en Hollywood. Igualmente las más extrañas y bizarras. Como Oso vicioso, que es una de las películas más esperadas del 2023 por la peculiar historia que cuenta: un oso que se encuentra un proyectil de cocaína en el bosque, lo consume y comienza una matanza nunca instinto.
En el tráiler que ha publicado Universal recientemente, se afirma que los hechos que se narran en esta comedia de terror y supervivencia están inspirados en hechos reales. Porque sí, más allá de las exageraciones hollywoodienses, esta historia es actual.
El oso de la cocaína
Una historia de drogas y casualidades
Esta película, dirigida por Elizabeth Holmes, cuenta en su reparto con Ray Liotta en su postrer papel antiguamente de expirar. Le acompañan los actores Keri Russell, O'Shea Jackson Jr, Christian Convery-Jennings, Alden Ehrenreich y Jesse Tyler Ferguson. Todos ellos forman parte de una rocambolesca historia que tiene su origen en el tráfico de drogas.
La ficción, que en España se estrenará en abril del próximo año, ha cogido una curiosidad sorprendente y la ha transformado en una superproducción destinada a percibir millones de dólares. Es verdad que un oso consumió cocaína, pero no se volvió alocado ni mató a nadie. Simplemente murió de sobredosis a los pocos minutos de consumir la droga.
Hay que tener en cuenta que en la decenio de los 80 hubo una gran cantidad de tráfico de cocaína entre Estados Unidos y Sudamérica. En este contexto, Associated Press fue la primera en informar en septiembre de 1985 sobre la búsqueda de grandes cantidades de cocaína a lo espléndido y ufano de Estados Unidos.
Andrew Carter Thornton II fue un oficial de narcóticos y abogado estadounidense que se convirtió en el miembro principal de La Compañía, una red de contrabando de drogas del estado de Kentucky. Este policía corrupto estaba volviendo de Colombia el 11 de septiembre para entregar cocaína. Durante el revoloteo se dio cuenta de que poco iba mal y comenzó a difundir la cocaína para salvarla de un trágico final.
Carter Thorton II se ató cerca de 35 kilos al cuerpo y saltó de la avioneta. Pero tuvo la mala suerte de que se quedó aferrado en el ala y cayó sin poder desplegar su paracaídas. Su cuerpo, cargado con casi 35 kilos de cocaína, se encontró delante de la casa de un vecino de Tennessee. La avioneta se estrelló a casi 100 kilómetros de distancia, en el estado de Carolina del Finalidad.
Uno de los paquetes que liberó el agente fue a detener al Bosque Doméstico de Chattahoochee. Al lugar de tres meses de la crimen de Carter Thorton II, se encontró a un oso enfadado fallecido en circunstancias muy extrañas. Había consumido cocaína y había muerto allí mismo por una sobredosis. Al banda de su restos, encontraron una bolsa de lienzo y 40 kilos de cocaína abierta y esparcida por la zona. Unos metros más allá, había otros cuatro grandes fardos sin brindar que contenían casi 100 kilos de cocaína.
Como se descubrió posteriormente al analizar la trayectoria de la avioneta estrellada, era parte de la droga puyazo por Carter Thornton II. No se pudo descartar que el oso, que estaba en el sitio y en el momento inexacto, fuera el único animal en consumir cocaína.
La necropsia del oso reveló que sufría todas las afecciones propias de una sobredosis masiva, desde una hemorragia cerebral hasta un derrame cerebral. Cuando le hicieron la necropsia, se descubrió que su estómago estaba absolutamente realizado de droga. Esta crimen le valió algunos motes como el oso de la cocaína o Pablo EskoBear.
En la presente, este oso se puede inspeccionar en el centro comercial Kentucky for Kentucky Fun, que está situado en Lexington. Allí está expuesto su cuerpo taxidermizado y es una de las grandes atracciones de la ciudad. Antiguamente de este momento, los estados se lo rifaron durante más de 25 abriles para exponerlo.
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