Chiang Kai-shek y la imposible unidad china

El contexto

La pelotón que durante más de siete décadas reivindican la República Popular China y la República de China -enclaustrada en la isla de Taiwán y sin casi nada registro oficial internacional- duró lo que dura un congratulación: el que realizaron Chiang Kai-shek y Mao Zedong el 10 de octubre de 1945, durante la fiesta del Doble Diez, que conmemoraba el sublevación de Wuchang contra la dinastía Qing en 1911.

El Acuerdo del Doble Diez suponía que quienes habían sido enemigos en una cruenta disputa civil, pero habían sido capaces de unir fuerzas contra la invasión japonesa de Manchuria durante la Segunda Pleito Mundial, se reconocían mutuamente y aceptaban un sistema político multipartidista. Y el Gobierno, liderado por el Koumintang, se comprometía a celebrar elecciones libres.

Mao Zedong y Chiang Kai-shek brindan por el acuerdo del Doble Diez

Mao Zedong y Chiang Kai-shek brindan por el acuerdo del Doble Diez

Pero ambas partes sabían que todo aquello no era sino una táctica más del tradicional engranaje chino del minino y el ratón, que llegaba precedido por la disputa, ya sólo dialéctica, de ambas partes. Así lo dejaba ver el propio Chiang en el discurso que pronunció unos meses ayer frente a la comisión preparatoria del Gobierno provisional en Chungking, que ofrecemos extractado.

El líder nacionalista reivindicaba la legalidad del Koumintang para detentar el poder, avalado por su fuerza marcial, denunciaba los incumplimientos y las campañas de desprestigio franquista del Partido Comunista e instaba a sus líderes a poner a su ejército bajo el mando del Ejército Franquista, del que él mismo era el comandante supremo.

Y si Mao aceptó de buen valor la reto consciente de que tenía poco que perder mientras mantuviese su estructura marcial, que contaba con el apoyo de la Unión Soviética, Chiang rompió pronto la baraja consciente de la superioridad de su Ejército y, sobre todo, del apoyo de Estados Unidos. No en vano, el militar George Marshall participó del acuerdo posicionando a su país en un frustrado tratado de reconstrucción de lo que en Europa sería el plan Marshall.

El Gobierno de Chiang no avanzó en el proceso de democratización del país ni convocó las elecciones prometidas, lo que supuso la ruptura de la tregua que mantenían el Koumintang y el Partido Comunista y el reinicio de las hostilidades. Exitosas en un principio para el régimen de Nankín, donde se encontraba la haber, pero desastrosas conforme Mao avanzaba con su Larga Marcha por la empobrecida China interior.

El presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower se da un baño de masas junto a Chiang Kai-shek en su visita a Taiwán en 1950

El presidente de Estados Unidos Dwight Eisenhower se da un baño de masas adyacente a Chiang Kai-shek en su visitante a Taiwán en 1960 

A la desesperada, Chiang Kai-shek renunció al cargo y huyó a la isla de Formosa, flagrante Taiwán, llevándose consigo buena parte de las reservas de oro y dólares del Gobierno. En octubre de 1949 Mao Zedong proclamaba la República Popular China con el control de toda la China continental excepto las colonias de Hong Kong y Macao.

El estallido de la Pleito de Corea menos de un año luego con la decidida entusiasmo de Estados Unidos en el Pacífico para detener el avance del socialismo reforzó la dictadura que Chiang, quien se hizo gritar Generalísimo, estableció en Taiwán, un distrito que sigue fuera del control de Pekín.

El discurso

“Recordarán que en 1936 el Gobierno decidió convocar una Asamblea Franquista el 12 de noviembre de 1937 para la toma de posesión del gobierno constitucional y la terminación del período de tutela política bajo el Kuomintang. El 7 de julio de 1937 Japón nos declaró repentinamente la disputa y el plan tuvo que archivarse. Sin confiscación, la determinación del Kuomintang de realizar un gobierno constitucional se mantuvo tan musculoso como siempre.

”El Kuomintang es el partido histórico de la revolución franquista: derrocó a la dinastía manchú, destruyó a Yuan Shih-kai, que sería emperador, derrotó por completo a los militaristas que le sucedieron, provocó la normalización franquista, logró la exterminio de los tratados desiguales y llevó al país a la lucha de ocho abriles contra Japón.

”Somos nosotros el partido de la manumisión y el progreso. Al convocar la Asamblea Franquista y devolver el gobierno al pueblo de conformidad con la sagrada voluntad de Sun Yat-sen, el Kuomintang cumple su papel histórico.

”Debemos salir de esta disputa como una nación unida. Sólo una nación unida puede realizar con competencia las tareas de reconstrucción política y económica para mejorar la suerte de nuestras masas trabajadoras y manejar los problemas de las relaciones exteriores en un mundo nuevo e inexplorado.

”Antiguamente de la invasión japonesa, éramos una nación unida. Hoy, excepto por los comunistas y sus fuerzas armadas, somos una nación unida. No hay señores de la disputa independientes ni gobiernos locales que desafíen a la autoridad central.

”Durante mucho tiempo he tenido la convicción de que la posibilidad de la cuestión comunista debe ser por medios políticos. El Gobierno ha trabajado para que el acuerdo sea político. Como el sabido no está acertadamente informado sobre nuestros esfuerzos recientes para obtener a un acuerdo con los comunistas, ha llegado el momento de aclarar el entorno.

”Como saben, las negociaciones con los comunistas han sido un problema perenne durante muchos abriles. Ha sido nuestra experiencia invariable que tan pronto como se satisface una demanda, surgen nuevas. La última demanda de los comunistas es que el gobierno liquide inmediatamente el gobierno del Kuomintang y entregue todo el poder a una coalición de varios partidos.

”La posición del Gobierno es que está dispuesto a asilar a otros partidos, incluidos los líderes comunistas y no partidistas, para participar en el Gobierno sin que el Kuomintang renuncie a su poder de audacia final y responsabilidad final hasta el convocatoria de la Asamblea Franquista. Incluso hemos ofrecido incluir a los comunistas y otros partidos en un víscera que se establecerá en la vírgula de lo que se conoce en el extranjero como un salita de disputa.

”Durante los últimos ocho abriles, el país ha resistido todas las vicisitudes de reveses militares y de privaciones increíbles y ha sobrevivido a la tormenta por la sencilla razón de que ha estado dirigido por un gobierno estable y musculoso. La disputa queda por cobrar, el futuro todavía está realizado de peligros.

”Si el Gobierno elude su responsabilidad y entrega su poder de audacia final a una combinación de partidos políticos, todo serían fricciones y temores interminables, lo que llevaría al colapso de las autoridades centrales. Téngase en cuenta que frente a tal contingencia, a diferencia de otros países, en nuestro país no existe en la ahora ningún organismo responsable de representación del pueblo al que pueda apelar el Gobierno.

”Repito, ya sea por incidente o por diseño, el Kuomintang ha tenido la responsabilidad de dirigir el país durante la turbulenta término pasada y más. Devolverá el poder supremo al pueblo a través de la Asamblea Franquista y, mientras tanto, estará dispuesto a asilar a otros partidos para que participen en el Gobierno, pero definitivamente no puede cesar a una combinación flexible de partidos. Tal rendición no significaría devolver el poder al pueblo.

”Debemos salir de la disputa con un ejército unido. Los comunistas no pueden permanecer su propio ejército. Aquí permítanme hacer una pequeña digresión. La propaganda comunista china en el extranjero ha tratado de aducir este ejército privado sobre la saco de que si se incorpora al Ejército Franquista, correrá el peligro de ser destruido o discriminado.

”Su propaganda asimismo magnifica, fuera de toda proporción, la fuerza marcial verdadero de los comunistas. A ustedes no necesito decirles que las fuerzas gubernamentales siempre, sin excepción, han soportado la peor parte del ataque japonés y continuarán haciéndolo. Hoy, con la cooperación incondicional de nuestros aliados, poderosos ejércitos están siendo equipados y acondicionados para admitir la ataque. Estamos sincronizando nuestros esfuerzos con los de nuestros aliados para expulsar a Japón del continente oriental.

”Desde el principio de la última grado de las negociaciones con los comunistas en noviembre del año pasado, el Gobierno, consciente de la escazes de evitar recriminaciones mutuas si las partes en una disputa son sinceras en su deseo de obtener a un arreglo, ha hecho todo lo posible para evitar que los periódicos ataques contra los comunistas.

”Pero los comunistas se han estimado de las negociaciones para editar una campaña publicitaria vertiginosa, tanto en el interior como en el foráneo, difamatoria del Gobierno y del Kuomintang. En el mismo momento en que los delegados se sentaban a la conferencia se hicieron acusaciones ridículas de que el Gobierno estaba negociando con los japoneses. Considero que está por debajo de mi dignidad como superior de estado contestar a estos cargos básicos.

”Nadie consciente del futuro de nuestros 450 millones de ciudadanos y consciente de estar en el tribunal de la historia desearía sumergir al país en una disputa civil. El Gobierno ha mostrado su disposición y siempre está dispuesto a consultar con los comunistas para conquistar un arreglo verdadero y duradero con ellos.

”La Asamblea Franquista para inaugurar el gobierno constitucional se convocará el 12 de noviembre, sujeto a la aprobación del Congreso del Kuomintang que se reunirá en mayo. A partir de la toma de posesión todos los partidos políticos tendrán personería jurídica y gozarán de igualdad. El Gobierno se ha ofrecido a dar registro legítimo al Partido Comunista tan pronto como este acepte incorporar su ejército y la suministro locorregional en el Ejército Franquista y el Gobierno.

”Soy ilusionado sobre la normalización franquista y el futuro del gobierno demócrata en nuestro país. El torrente de la opinión pública que exige la pelotón franquista y la reconstrucción crece cada vez con más fuerza y pronto se convertirá en una fuerza inaguantable. Ningún individuo o partido político puede darse el ostentación de ignorar esta fuerza por más tiempo. Que todos nosotros, independientemente de nuestra afiliación partidaria, trabajemos juntos por el doble objetivo de nuestro pueblo: la pelotón franquista y la reconstrucción.”

Esta estancia corresponde a una serie de contenidos publicados por La Vanguardia que recopila algunos de los discursos más relevantes del siglo XX desde una perspectiva histórica y con talante divulgativo.

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