Por qué los militares odiaban tanto a Eva Perón?”, pregunta un periodista a uno de los personajes de Santa Evita. “Porque no soportaban que una mujer tuviera mas poder que ellos, y menos una mujer que se hizo de debajo y sola”. Es una de las claves para comprender la nueva serie de Disney+ que recrea un sorprendente episodio histórico: tras la homicidio por un cáncer de cuello uterino de la primera dama de Argentina durante la presidencia de Juan Domingo Perón entre 1945 y 1952, su occiso tardó más de dos décadas en ser enterrado. Una historia que noveló el escritor argentino Tomás Eloy Martínez y que ahora se ha trasladado a la pequeña pantalla en una miniserie de siete episodios producidos por la actriz mexicana Salma Hayek y codirigidos por el colombiano Rodrigo García (hijo de Gabriel García Márquez) y el argentino Alejandro Maci.
De origen humilde, quien todavía fue conocida como Evita desarrolló un cachas acción directa desde la posición que le brindó su nupcias con Perón. Lideró diversas luchas por los derechos laborales y sociales, entre las que destacó la de avalar el derecho al voto de las ciudadanas argentinas. Mujer de carácter y de convicciones, se granjeó todavía el cariño de los pobres de la nación gracias a sus habilidades como oradora conmovedora, fruto de su carrera inicial como actriz de radiodifusión.
Natalia Oreiro como Eva Perón y Ernesto ALterio como el coronel Moori Koenig
Cuando falleció el 26 de julio de 1952, con solo 33 primaveras, el entonces presidente Perón ordenó momificar su cuerpo para colocarlo en un sepulcro, aunque nunca se construyó. Tres primaveras a posteriori, los militares derrocaron a Perón y, temerosos de que el occiso de Evita se convirtiera en un arsenal contra el régimen, lo ocultaron. Su occiso errante sin sepultura influyó en la política del país hasta 1976, cuando halló reposo definitivo en el cementerio de la Recoleta de Buenos Aires, donde yace actualmente.
La serie, como la novelística, desarrolla múltiples líneas narrativas que llevan al espectador al instante en que Evita muere, pero todavía a episodios de su pasado y a las tribulaciones de un periodista en los primaveras setenta para descubrir donde está el occiso. Encabezan el reparto la uruguaya Natalia Oreiro, que interpreta a la protagonista; Darío Grandinetti como un excesivamente engominado Juan Domingo Perón; Francesc Orella como el doctor gachupin Pedro Ara, encargado del momificación, y Ernesto Alterio como el coronel Moori Koenig, un marcial que se obsesionó con el cuerpo de Evita y que en la serie protagoniza los momentos más histriónicos de la historia, salpicados en ocasiones de cierto realismo mágico.
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