Iván Zdhánov (Moscú, 1998) es un gran apaño de la buceo, pero desde que la Fundación Anticorrupción (FBK) de Rusia, de la que es director, fue ilegalizada, y desde que su superior y amigo Alexéi Navalni fue inficionado y luego encarcelado, la piscina se ha convertido en un recordatorio de su vida antecedente.
La obsesión de Putin
“Putin no vive por el poder ni por el boleto, solo para acontecer a la historia”
La voz pausada de Zdhánov no titubea al otro flanco de la pantalla, que le retrata en su oficina de Lituania. Destacado de tres delitos penales y con una orden de búsqueda y captura internacional, se ha manido obligado a exiliarse a Vilna, yuxtapuesto con su mujer y su hija de cinco abriles. Un periplo que él define como “abrumador, pero carencia nuevo”. El principal cargo contra el camarada de Navalni es favor desobedecido la orden legislativo de eliminar secuencias de un vídeo en el que denunciaba la corrupción en las altas esferas del Kremlin.
El futuro de Rusia
“Espero que llegado el momento la sociedad ucraniana esté dispuesta a dialogar”
Putin le ha impuesto el estigma de “agente extranjero”.
Ahora que la FBK opera desde Lituania, ya no es un problema, pero en Moscú esa señalización limitaba mucho nuestro contacto con el foráneo, por no dialogar de la burocracia. Desde aquí podemos llevar a cabo con relativa normalidad, misma directiva y estructura, sin restricciones.
Pero sin su líder. ¿Cómo está Navalni?
Frustrado. Hablé con él por última vez la semana pasada. Solo podemos dialogar de cuestiones legales y mediante pequeños mensajes vía sus abogados. Intentamos formular nuestras preguntas, digamos, en idioma legislativo, pero es complicado.
Luego de unos días en paradero desconocido, trasladaron a Navalni a Méléjovo, la colonia penal de reincorporación seguridad IK-6.
Él no sabía que le iban a trasladar de prisión y tardamos en poder confirmarlo. Desapariciones y otros misterios son habituales en el sistema penitenciario ruso.
Navalni ha sido pronunciado de fraude a gran escalera por enriquecerse con donaciones a su plataforma contra la corrupción…
Alexéi Navalni nunca robó boleto de la fundación. Es incongruencia, y así lo ha confirmado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Lo que ha demostrado todo el proceso es que el sistema legislativo ruso igualmente está bajo el prisión de Putin. Luchamos contra una gran máquina represiva.
Con él en prisión, ¿el tesina tiene futuro?
Navalni no ha desaparecido. Aún puede apelar a la sociedad. Claro que es un desafío, pero queremos una sociedad democrática que condene la combate. No sé si en un año o diez, pero volveremos a Rusia y el país cambiará de dirección.
Usted conoce a Putin. ¿Él es el único que se interpone?
Él y su círculo de influencia, sus oficiales y sus amigos cercanos. Putin no vive por el poder, ni por el boleto. Vive solo para acontecer a la historia. Cree que está creando un imperio como lo fue la Unión Soviética, devolviendo a Rusia su antiguo esplendor. Por eso empezó esta combate. Es importante para él aparecer en los libros como un héroe y se nutre de las experiencias de generales del pasado. Está en realidad majareta.
¿En qué ha fallado la sociedad rusa para que Putin llegue al poder?
No es que la sociedad rusa apoye a Putin. Él empezó ya tiempo antes a planificar sus movimientos, y paso a paso, poco a poco, fue ganando circunscripción. Empezó con una cruzada contra los medios independientes, definió su target de enemigos… Los ciudadanos rusos, al principio, no vieron un gran problema, hasta que nos dimos cuenta de que las protestas pacíficas suponían una molestia para él. Ahora se ha deshecho de toda competición política y ciudadana.
¿Hemos de temer que Putin use armas nucleares?
Depende de lo que ocurra en el campo de batalla, cerca de esa posibilidad. Sin requisa, no deberíamos temer a Putin, porque usa ese miedo. No tiene tanto control como intenta hacer creer, aunque sí, es un peligro para todos, no solo para Rusia y Ucrania. Cada día que Putin está en el poder es un día más de muertes, persecuciones e injusticias.
¿Están en contacto con Zelenski?
No. Es un momento tenso. Con la combate, la percepción ucraniana de los rusos no es la mejor…
Está creciendo el apoyo a una paz en Ucrania que no suponga una derrota rusa. ¿Navalni llegaría a considerar una alianza con Kyiv?
Depende totalmente de Ucrania. Navalni es un gran político y ucranianos y rusos tienen un vínculo más allá de la unión fronteriza. Los problemas llegarán y se tendrán que solventar. Espero que llegado el momento la sociedad ucraniana esté dispuesta a dialogar.
¿Podría favor en Rusia una combate civil?
Cien abriles antes, hubiera estado seguro de que sí. Ahora, en la sociedad moderna, no lo creo. Nosotros dirigimos una ordenamiento pacífica, por mucho que Putin nos tilde de extremistas. Estamos seguros de que a él le hubiera encantado que usáramos la fuerza.
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