Koh-i-Noor, el diamante maldito de las reinas consortes de Gran Bretaña

Poco a posteriori de anunciarse la asesinato de Isabel II, el nombre de un enorme diamante se convertía en trending topic en las redes sociales con un mensaje convincente: “Devuelvan la maravilla a India”. La calificativo #Kohinoor hacía narración a uno de los diamantes más grandes del mundo, que está engarzado en la corona de la reina Isabel, más tarde conocida como reina principio.

El diamante, del tamaño de un huevo pequeño, adorna el exterior de una corona que normalmente se exhibe en la Torre de Londres. Del mismo modo que ha ocurrido con la corona del Imperio Existente durante el velorio y funeral de Estado de Isabel II, la corona de la reina principio, Isabel Bowes-Lyon, se mostró por última vez en conocido en las honras fúnebres de esta, el 5 de abril del 2002, sobre el caja y en un cojín de terciopelo.

Entierro de la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, en el 2002. A la izquierda, detrás del príncipe Guillermo aparece Simon Bowes-Lyon

Entierro de la reina principio, Isabel Bowes-Lyon, en el 2002




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Profecía


Una lema dice que quien lo posea "dominará el mundo, pero todavía conocerá todas sus desgracias. Solo Altísimo, o una mujer, pueden llevarlo con impunidad"

El nombre de esta singular brote, Koh-i-Noor, significa en persa Montaña de luz, por sus extraordinarios destellos pero todavía se la conoce como el diamante "más infame del mundo". Tiene un amplio currículo como pillaje de combate y arrastra una maldición que dice que quien posea este diamante "dominará el mundo, pero todavía conocerá todas sus desgracias. Solo Altísimo, o una mujer, pueden llevarlo con impunidad" la profecía de este texto hindú del siglo XIV se ha ido cumpliendo hasta ahora. Trae suerte a las mujeres que la lucen pero no así a los hombres. 

Hasta mediados del siglo XVIII, India era el único productor de diamantes del mundo y la piedra procede de la mina de Kollur, en Andhra Pradesh, cuna de valiosos diamantes como el Hope, el diamante verde de Dresde, el Gran Mongol o el Darya-ye Noor. Según una crónica persa que narraba invasión de India, se custodiaba en un templo hasta que fue robada.







Aparece en el 'Baburama'


La piedra era tan valiosa que podría favorecer al mundo sereno durante dos días y medio, según antiguas crónicas

La primera narración a la brote aparece en el Baburama, el ejemplar de memorias del Babur, el fundador de la dinastía mogol en India. Hablaba de su primer poseedor, en 1294, un rajá de la región de Malwa, y calculaba que la piedra era tan valiosa que podría favorecer al mundo sereno durante dos días y medio. La maravilla fue pasando, como pillaje de combate a manos de nobles hindúes, mogoles, persas y afganos.

Fue propiedad de los reyes Kakatiya y pasó por las manos de los sucesivos gobernantes del sultanato de Delhi. Al reservas mogol llegó en 1526, cuando la principio de un maharajá muerto en la invasión de Panipat lo entregó a Humayun, el hijo viejo del nuevo emperador. Este se lo regaló al shah de Persia en agradecimiento por haberle ayudarlo a recuperar el trono indio. Pese a desprendeserse del diamante, Humayun murió ocho primaveras a posteriori de que la piedra llegara a sus manos.

El León de Punjab, maharajá Ranjit Singh, luce el Koh-i-Noor tras recuperarlo por parte del sultanato de Mughal ante Nadir Shah

El Bizarro de Punjab, maharajá Ranjit Singh, luce el Koh-i-Noor tras recuperarlo por parte del sultanato de Mughal en presencia de Nadir Shah




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El shah se deshizo pronto de la brote, entonces conocida como diamante Babur, y se la regaló a Burhan Nizam, sultán de Ahmednagar. Para entonces, la superstición rodeando del diamante crecía a medida que pasaba de mano en mano y de dinastía en dinastía, tanto que llegó a establecerse una regla: no debía salir de su cofre.







Su hijo lo encarceló


Shah Jahan, el botellín emperador mogol de India y artista del Taj Mahal, lo engarzó en su trono del Pavo Existente

Shah Jahan, el botellín emperador mogol de India y artista del Taj Mahal, lo engarzó en su trono del Pavo Existente. Poco a posteriori su propio hijo lo encarceló para habitar su ocasión. En 1739, el emperador persa Nadir Shah saqueó Delhi y se llevó trono y pedrusco. En esa época cambió su denominación por Koh-i-Noor pero no el destino de su nuevo propietario, que fue asesinado ocho primaveras a posteriori.

La piedra llegó entonces al reservas del reino sij, derrotado por los británicos en 1849. El final emperador de los sijs, Duleep Singh, que entonces tenía 10 primaveras, entregó la maravilla a la reina Trofeo de Inglaterra cuando fue nombrada emperatriz de India, en 1877. 

Reina Madre

La reina consorte Isabel Bowes-Lyon y su hija Isabel en la coronación de Jorge VI  




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La reina principio utilizó esta maravilla en la ceremonia de comprensión del Parlamento sajón durante el reinado de su marido, el rey Jorge VI, y todavía durante la coronación de este, en 1937, y la de su hija, Isabel II, en 1953. Isabel Bowes-Lyon murió con 101 primaveras. Esto afianzó la lema sobre el diamante, del que se dice que si cayera en manos de un macho, este debería entregarlo a su esposa, de ahí que correspondería a Camila lucirlo en su coronación como reina consorte.

(FILES) In this file photo taken on May 27, 2015 Britain's Queen Elizabeth II, wearing the Imperial State Crown, proceeds through the Royal Gallery during the State Opening of Parliament at the Palace of Westminster in central London. - The coronation of King Charles III will take place on May 6, 2023, Buckingham Palace announced on October 11, 2022. The Crown Jewels will form the centrepiece of King Charles III's coronation, and symbolise the power and history of the British monarchy. (Photo by SUZANNE PLUNKETT / POOL / AFP)

Isabel II, con la corona imperial, aún más majestuosa que la de la reina principio y que luce sobre el cerco el diamante Cullinan, todavía conocido como Segunda Hado de África  




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Pero en Buckingham se lo están pensando, y no es por la maldición. “La coronación de Camila y el uso de la maravilla de la corona Koh-i-Noor trae dolorosos memorias del pasado colonial”, avisaba hace unos días un portavoz del partido del primer ministro indio, Narendra Modi, al diario sajón The Telegraph. Esta controversia sobre la corona llega en un momento en que Reino Unido e India mantienen conversaciones comerciales, que son de gran interés para Gran Bretaña a posteriori del Brexit y que está previsto que concluyan antaño de la festividad de Diwali, el 24 de octubre.

India alega que el diamante -que antaño de ser mandado a recortar por el príncipe consorte Alberto, marido de la reina Trofeo, pesaba 108 quilates (21,6 gramos)-, no fue un regalo, sino un robo de los colonizadores. La petición para que regrese al país viene de allá. En el 2010, el entonces primer ministro sajón, David Cameron, zanjó el tema en una entrevista en la televisión india con unas polémicas declaraciones: “Si accediéramos a todas las peticiones, el Museo Sajón se quedaría hueco”.

William Dalrymple, coautor adyacente a Anita Anand del ejemplar Kohinoor: la historia del diamante más infame del mundo, considera que “los británicos, a posteriori del Brexit, están ansiosos por entablar amistad con India, al mismo tiempo [que] India se está volviendo cada vez más hipersensible sobre su pasado colonial”. Según este versado, sería un "rostro muy admisiblemente recibido no usar" el diamante en la coronación y un "rostro aún mejor devolverlo".

Pero dada la cantidad de países que todavía  lo reclaman, existe otro problema: si Gran Bretaña decide devolverlo, ¿quién se lo quedaría?

Pakistán siente que tiene un derecho viejo que India sobre el diamante, ya que se lo quitó al maharajá Dilip Singh, que gobernó desde Lahore en 1839. Tras la descolonización y partición de India, esta ciudad del Punjab se encuentra en Pakistán.

En el año 2000, los afganos todavía afirmaron que el Koh-i-Noor les pertenece, los talibán alegan que el que el maharajá Ranjit Singh obligó al imperio durrani a entregar el diamante... 

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