No sé si es conveniente a la canícula de este agobiado verano, que nos azota desde junio, pero cada vez veo más comportamientos sorprendentes y preocupantes por parte de representantes públicos y asimismo privados. Desde que la pandemia de la COVID, ha amainado, ha surgido un insolente carpe diem que amenaza con arrasarlo todo sin confín ni mesura en nombre de una familiaridad, que ciertamente por la yerro de confín cuestiona el propio concepto. La expresión carpe diem la debemos a Horacio, en el sentido de servirse el día y no malgastar tu tiempo. Poco que ver con la vulgarización de su significado contemporáneo.
Un breve repaso nos lleva a Platón. Hay un amplio consenso en considerar a Platón como representante de una concepción positiva de la familiaridad entendida como autodominio racional. Según este enfoque, una persona es libertado si sus deseos racionales dominan sobre sus deseos irracionales y determinan sus acciones. Para Spinoza, familiaridad humana consiste en el esfuerzo por entender la infinita conexión de causas del universo, incluidos el cuerpo y la mente humana. Kant dio pleno magnitud al racionalismo de la familiaridad: la batalla es libertado cuando la conciencia se determina “contra” los deseos sensibles, de acuerdo con un principio racional. Descartes argumenta: la familiaridad de nuestra voluntad se conoce a sí misma sin pruebas, por la única experiencia que tenemos.
La expresión carpe diem la debemos a Horacio, en el sentido de no malgastar el tiempo; poco que ver con la vulgarización de su significado contemporáneo
Para la pensadora política Hannah Arendt, la familiaridad es poco que subyace a la verdad, a lo tangible, a lo que clasifica como política. La familiaridad es la prerrogativa para elaborar lo político, destruirlo y ocasionar un nuevo eclosión. La familiaridad es propia de los seres humanos y solo se activa cuando se hace una batalla consciente para salir a la superficie. Para Arendt, la familiaridad se manifiesta como pequeños “milagros”, aludiendo al término cristiano. Su argumento se centra en la capacidad humana de crear poco nuevo y disruptivo a la verdad. Describe cada acto, trillado no desde la perspectiva del agente, sino del proceso en cuyo entramado ocurre y cuyo automatismo interrumpe y que ella califica de “fenómeno” por constituir poco inesperado. Los humanos hemos recibido el doble don de la familiaridad y la batalla, que pueden establecer una verdad propia. Gracias al don de poder alterar la verdad de crear estos pequeños “milagros” que son infinitas improbabilidades que terminan por cumplirse y hacerse verdad. Explicación hermosa que empodera la capacidad humana de romper los procesos automáticos establecidos y su carácter invariable, creando poco dispar, un nuevo inicio como mayor hito del adiestramiento de la familiaridad que nos ha sido dada.
Jóvenes durante la polémica gincana de Vilassar de Mar
Esta comienzo me lleva a ratificarme en el tiento del manual de Lou Marinoff: Mas Platón y menos Prozac. Menos optimismo y menos vaciedad y practicar diariamente un rato de cartuja, para repasar las decisiones a tomar y evaluar sus mercancía y consecuencias. Sin querer entrar en el detalle, probablemente los responsables del Consistorio de Vilassar de Mar habrían planteado de forma distinta la citación gincana porno si hubieran tenido en cuenta la antigüedad de los participantes, la no preparación del docente para dicha actividad, el no favor hablado con una representación de padres y madres… Las relaciones afectivas y su culminación, son un regalo al ser humano impresionante que debe ser tratado con la normalidad y el respeto que merece, por el valencia que tienen por sí mismas y el correctamente que proporcionan. Precisan para su pleno disfrute de un tratamiento no frívolo sino valorando la carga afectiva que comporta si se quiere conseguir tocar el Paraíso: ascender al mayor y conquistar el éxtasis. Es el intercambio mas intenso y completo que se puede dar entre dos personas, lo mas cercano que podemos estar el uno del otro, dónde gestos, miradas y caricias pueden aportar un valencia difícil de enfrentarse desde la banalidad de una gincana que pretendía entretener con una actividad veraniega, pero sin enfrentarse la amplitud del tema y los tornasoles que aloja. Para convertirse al final en un circo de aprendices sin aptitudes. Emancipación toda, racionalidad mucha más.
Publicar un comentario