Pocas semanas antaño de que irrumpiera la pandemia los empresarios Joan Spin y Cameron Mellalieu inauguraron el Boxer Café Bar, entre la calles Casanova y Diputació, en el corazón del Gayxample de Barcelona.
“Fue muy duro –cuenta Spin–. Lo pasamos muy mal. Mucha parentela tuvo que cerrar sus negocios. Nosotros pudimos sostener porque abrimos nuestra primera tienda de ropa hace ya quince abriles. La marca Boxer está consolidada. Tenemos un buen servicio on line, y todavía tiendas en Berlín, Madrid, Torremolinos y en Gran Canaria”. El Boxer Café Bar recuerda a aquellos clubs techno de Berlín de toda la vida.
“Y nuestro divulgado está empachado de dinks y de bohos locos por retornar a desplazarse cuanto antaño, y la recuperación del sector está siendo más rápida y segura que la de otros –sigue Spin–. El problema es que todo depende de los empresarios. Las instituciones están haciendo muy poco, ¡yo creo que podrían dedicarnos una de las plazas de la nueva supermanzana!”.
Dinks y bohos, double income no kids y burgeois bohemian, básicamente acrónimos de parentela con posibles, pocas cargas familiares y muchísimas ganas de cachondeo. Los hombros se te contonean todo el rato, con el techno berlinés.
“Recientemente Barcelona no luce por tropiezo de la inseguridad y de la suciedad”
“Por otra parte, los tiempos cambiaron, están cambiando a toda velocidad ¡el divulgado LGTBI es más amplio que nunca!, todo fluye mucho más, la rótulo Gayxample ya se nos queda pequeña”.
Por todo ello, hace casi nada un par de meses, todavía en este banda de la ciudad, Spin y Mellalieu abrieron Paca y Paco, una tienda de bisutería, complementos, juguetes... “Muy blanca y luminosa, ni oscura ni dark, para públicos amplios y diversos. En este mundo la parentela quiere pasarlo acertadamente, y ello genera modas y mercados todo el rato”.
El Boxer Café Bar, en el corazón del Gayxample, fue inaugurado poco antaño de la irrupción de la pandemia
Recientemente está en subida el rollo puppy. Vas y te pones una máscara de perro y te comportas como tal. La parentela hace fiestas puppy, y todavía fetish furry, ya con disfraces de cuerpo inalterable, con mucho pelo...
Barcelona siempre estuvo a la última. Nazario, Ocaña y muchos otros recalaron antaño por estas latitudes en búsqueda de meteorismo fresco. Aquí, en 1977, en la Rambla, tuvo oficio la primera manifestación en defensa de los derechos de los homosexuales celebrada en España. Asimismo aquí, en 1981, en el Gòtic, abrió el primer sex shop gay de la Península. Y el unidad I+D de la prisión de tiendas de ropa Es Collection diseñó el primer relleno para calzoncillos y bañadores hidrófugo. El dispositivo, encima de resaltar la belleza natural de las formas masculinas, previene las infecciones de orina.
“La recuperación está siendo muy rápida, pero las instituciones se involucran muy poco”
De ahí la presencia estos días en el corazón de la capital de tantos hombres tremendamente cincelados, espontáneos y sonrientes. Más de 70.000 personas de más de 80 países se lo pasan esta semana la mar de acertadamente en el festival Circuit, el fiesta de este palo más multitudinario del planeta. Y tras dos veranos de obligada abandono, el Circuit corona de nuevo Barcelona como caudal mundial gay.
El Circuit se celebró por primera vez hace 15 abriles. Siempre fue una sucesión de fiestas, básicamente. Y en verdad, sobre todo en estos tiempos con tantos matices, casi nada muestra un modo de tantos de ser afeminado, un modo que a muchos se les antoja hedonista, consumista, pragmático... Luego, sin confiscación, conoces un treinteañero egipcio que te cuenta que es la cuarta vez que viene al Circuit, principalmente porque en Barcelona pueda caminar de la mano de otro hombre. No, en Egipto no puede. Ni en Arabia Saudí, Polonia, Indonesia... A lo mejor el Circuit no es tan hedonista, consumista, pragmático...
El chiringuito BeGay es uno de los más frecuentados estos días
“El Circuit pone de nuevo a Barcelona en el atlas de las grandes capitales turísticas gais –dice Óscar Gutiérrez, otro de los pioneros del Gayxample, padre de la peluquería Ton Vangard–. Muchos de sus asistentes repiten una y otra vez. Muchos ya nos conocen. Siempre vienen a darse los últimos retoques. Y así apañamos unas fechas muy complicadas”. Hace mucho que en el Gayxample dicen que celebran la Navidad dos veces al año, en diciembre y cuando llegan los del Circuit. “Y todo esto lo hace el Circuit en un momento muy oportuno. La recesión ya amenaza la recuperación. Por otra parte, a pesar de que la rótulo Gayxample está ya un poco obsoleta, tenemos que reivindicarla. La ultraderecha todavía está en auge por aquí...”.
“Sí –coincide Joan Julià, fundador de los hoteles Axel, la conocida prisión heterofr iendly –, obviamente nuestros dos establecimientos en Barcelona están completos estos días. El problema es que vendrán meses complicados, por tropiezo de la recesión, y la competencia es muy dura. Berlín, Tel Aviv, Sydney... un montón de ciudades luchan por esta corona. Barcelona continúa siendo un referente turístico gay mundial, pero hace poco no luce. La inseguridad y la suciedad están creciendo. Y el divulgado gay es muy riguroso. El gobierno municipal no se preocupa por ofrecer una ciudad atractiva. Turisme de Barcelona sí que hace una buena promoción, pero el Comunidad...”.
“Muchas ciudades están realizando importantes inversiones para superarnos”
Ferran Poca, presidente de la Cambra LGTBIQ de Catalunya y del comité reformador de Pride! BCN, y todavía maestro delegado de la organizadora de actos Locamente Factory, subraya que las facturaciones de este sector se encuentran de nuevo en los niveles del 2019, incluso con puntas superiores. “La recuperación está siendo muy rápida. Muchos negocios del Gayxample que acababan de realizar fuertes inversiones terminaron cerrando durante la pandemia, pero luego la rotación de iniciativas fue mucho más rápida que en otras zonas de la ciudad. La propuesta se está recomponiendo a muy buen ritmo. Aun así, todavía tenemos muchas cuestiones pendientes”.
“El turismo gay es un turismo de calidad –abunda Poca–, y no exclusivamente por su poder adquisitivo. Es cívico, le interesa la civilización... las fiestas del Circuit son solo una de sus caras, ¡tenemos que conseguir que venga durante todo el año! Pero Barcelona está un tanto desaliñada, necesita ponerse guapa de nuevo. Recientemente la implicación institucional es viejo, pero aún insuficiente. Tel Aviv, por ejemplo, es un referente mundial en el sector gracias a las inversiones de sus instituciones. Pero la tradición en pro de la igualdad de derechos de Barcelona es mucho más vasto. La ciudad tiene que reaccionar”.
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