Francisco José Eguibar Padrón comparte, en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia, unas fotografías "en las que podéis apreciar cómo los chopos se convierten en auténticos templos de bienquerencia de Romeos y Julietas".
Decenas de nombres y corazones llenan el tronco de un chopo. 
Los enamorados, con frecuencia, materializan su pasión de alguna forma para dejar constancia en el tiempo de una de las emociones más poderosas que existen, y esa es el bienquerencia, la estima con destino a otra u otras personas.
Esto puede hacerse de diferentes maneras, y una de las más recurrentes es la de inscribir los nombres de los dos enamorados en un chopo o chopo, como ocurre en este parque de Madrid, que acoge las historias de pasión de cientos de personas.
Los enamorados inscriben sus nombres en un chopo. 
"El observarlos y repasar sus grabados me inspiró el poema que debajo despliego", escribe Francisco José Eguibar con este escrito que comparte pegado con las imágenes.
SAGRADO ALTAR
Como un tomo rajado, añejos grabados de bienquerencia en el tiempo indelebles, tatuados en el chopo.
Templo de enamorados, múltiples sus cicatrices; indolente en su tronco de sentimientos es registro.
“Te amaré toda la vida”, reza cual legionario, lo que un Romeo escribió de pasión enajenado.
Y los que como yo lo lean, sin duda conscientes serán, que no es un árbol cualquiera, posiblemente venerable altar.
Nombres e ilustraciones llenan el tronco de un chopo de Madrid. 
Los interesados en participar en Las Fotos de los Lectores tan solo deben escribir un email a la dirección de correo de nuestra sección de Décimo (participacion@lavanguardia.es) adjuntando la fotografía, explicando detalles de cómo y dónde fue tomada y aportando los datos del autor para la firma de la imagen. Es importante indicar en el asunto del correo: ´Fotos de los Lectores´.¡Participa!
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