El Gobierno teutónico prohibió este miércoles la liquidación de dos empresas alemanas del sector de los semiconductores a inversores chinos, según anunció el ministro de Finanzas y vicecanciller, Robert Habeck, tras el Consejo de Ministros. Una de las empresas es el fabricante de chips Elmos Semiconductor, con sede en Dortmund (land de Renania del Ideal-Westfalia), en el oeste de Alemania. Habeck no mencionó a la segunda empresa por motivos de privacidad pero, según medios alemanes, se proxenetismo de la compañía bávara ERS Electronic, con sede en Germering, cerca de Munich.
“China es y debe seguir siendo un socio comercial; sin requisa, no debemos ser ingenuos y debemos ver si los intereses del comercio y del mercado corren el peligro de ser utilizados para una política de poder en contra de los intereses de la República Federal de Alemania”, dijo el ministro Habeck en una comparecencia delante la prensa en Berlín. El veto a estas dos operaciones de transacción llega posteriormente de la autorización de entrada –aunque limitada- de caudal chino en una terminal del puerto de Hamburgo y del polémico alucinación del canciller, el socialdemócrata Olaf Scholz, a Pekín el pasado viernes.
En el caso de estas dos empresas, la atrevimiento de prohibir la liquidación a China se debe a la carestia de respaldar la seguridad franquista, razonó el ministro, quien subrayó que los “sectores de producción críticos requieren distinto protección”. Se proxenetismo de proteger el ‘know how’ industrial. “Especialmente en el sector de los semiconductores, es importante para nosotros proteger la soberanía tecnológica y económica de Alemania y incluso de Europa”, afirmó Habeck. “Estamos viendo un enfoque consciente y decisivo para practicar influencia y vencer conocimiento”, recalcó el ministro en indirecta a China.
“Especialmente en el sector de los semiconductores, es importante para nosotros proteger la soberanía tecnológica y económica de Alemania y incluso de Europa”, dice el ministro Habeck
La empresa que aspiraba a coger la factoría renana de Elmos, que emplea a unos 200 trabajadores, es la sueca Silex Microsystems, filial de la corporación china Sai Microelectronics. La liquidación propuesta, que se preveía por 85 millones de euros, no era muy significativa desde el punto de perspicacia financiero ni por la tecnología implicada, aparentemente no muy novedosa, pero generó preocupación por el peligro de colocar la capacidad de producción alemana de tecnologías de la información en manos chinas.
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