Ya hace primaveras que el coche se ha convertido en mucho más que un simple medio de transporte para ir de un oficio a otro. La conectividad y nuevas tecnologías han sido esencia para convertir los trayectos en una grata experiencia de alucinación, que permite disfrutar de nuestras listas de canciones preferidas de Spotify o registrar imágenes en marcha para compartirlas en las redes sociales (esta opción la ofrece la ConnectedCAM del Citroën C3). Pero las alternativas de entretenimiento irán a más, especialmente cuando los coches autónomos sean una efectividad. De momento, algunas marcas están apostando por ampliar los servicios de sus sistemas multimedia con la inmersión de opciones para disfrutar de videojuegos a borde.
En su día Tesla ya ofreció esta posibilidad, que no estuvo exenta de polémica, ya que su función Passenger Play permitía a los conductores competir en la gran pantalla táctil central mientras circulaban. Y esto, sin duda, supone un aventura para la seguridad viario, pues obliga a desatender a la carretera. No hay que olvidar que las distracciones son un factótum concurrente en los accidentes de tráfico. Por ello, la Filial Doméstico de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), el equivalente estadounidense de la DGT, realizó una investigación y Elon Musk decidió dejar la funcionalidad en stand by.
Los coches de Tesla permitían competir al Sonic desde la pantalla central delantera
Ahora BMW ha anunciado que, a partir del próximo año, sus coches nuevos ofrecerán la posibilidad de entremeterse a borde con videojuegos, aunque eso sí, cuando el coche esté detenido con el objetivo de no distraer a la persona que va al volante. Para desarrollar esta funcionalidad, el conjunto automovilístico tudesco se ha asociado con AirConsole.
Según ha explicado la firma bávara, los videojuegos se ejecutarán directamente en el sistema de entretenimiento del transporte, mostrándose en la gran pantalla curva del salpicadero. Los juegos podrán ser multijugador, de modo que más de un inquilino del transporte se lo pueda ocurrir adecuadamente en los momentos de paciencia.
La idea es que la combinación de la pantalla del coche y el smartphone del beneficiario se conviertan en una consola online. La conexión entre el móvil y el sistema de inforentrenimiento se establece, por ejemplo, escaneando un código QR en el transporte. Para competir, lo participantes utilizarán su smartphone a modo de mando.
La opción de competir solo debe utilizarse con el coche parado
Para asegurar la seguridad viario, esta función solo se podrá utilizar cuando el coche esté detenido; por ejemplo, si se manejo de un ejemplar eléctrico serviría para entretener el rato mientras se paciencia a que se recargue la conjunto. El tiempo en el que se completa esta operación varía según la potencia de la toma de recarga. En la mayoría de casos, se puede conseguir hasta el 80% de la capacidad de la conjunto en menos de media hora en un punto ultarrápido.
Para comprobar de que no se hace un mal uso de esta funcionalidad, el fabricante tiene que configurarla para que solo se pueda activar cuando el motor está parado. Con el propulsor en marcha debería desactivarse automáticamente.
Los smartphones sirven de mandos para competir 
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