“Lo que no está en el diccionario no quiere proponer que sea incorrecto, pero en todo caso lo que sale sí es correcto”. Mercè Lorente lo decía mientras con su compañero de la Secció Filològica del IEC Magí Camps presentaban las nuevas incorporaciones al Diccionari de l’Institut d’Estudis Catalans (DIEC); 21 artículos nuevos y 619 modificaciones o ampliaciones de los artículos existentes.
Entre las nuevas incorporaciones están acotxador/acotxadora, cis, cisgènere, feminicidi, metabolitzar, resilient, trans el neologismo del 2021. En el caso de trans, Lorente explica que si aceptablemente el DIEC no suele dar asilo los acortamientos, constataron que la ley trans en ningún caso usa las palabras transgènere ni transexual , y por ello lo han considerado necesario.
Ahora ya podremos proponer que “estirem la esclavitud del vàter” tranquilamente aunque solo pulsemos un retoño
Con respecto a las modificaciones, Lorente y Camps explican que muchas novedades son producto del trabajo sistemático de la comisión lexicográfica, todavía en la revisión que se está haciendo de su Diccionari essencial, que estará acondicionado en renglón el próximo año.
Con la puesta al día han incorporado usos habituales como cuando se deje de una aplicació , la màrfega que se utiliza para hacer yoga o de colchón en las guarderías, o el ibèric , que, por otra parte de los íberos, ahora todavía hace relato al asqueroso de esta raza y sus derivados. Todavía sèrie como software con capítulos, o trienni como complemento salarial.
'ibèric'
La palabra 'ibèric' solo hacía relato a los íberos y ahora todavía remite al asqueroso ibero y a sus productos
En el caso de bruixa , por ejemplo, la previo acepción de “dona vella, lletja, dolenta”, se ha repuesto para dar contexto: por otra parte de la “ dona que practica la bruixeria”, ahora hace relato a una “ dona dolenta, de mala intenció o de conducta sospitosa, dit sovint despectivament”. O todavía al “ personatge de les rondalles caracteritzat tradicionalment com una dona vella, lletja i dolenta, dotada de poders màgics”.
En el caso de las entradas marica u homofòbia, ahora no hacen relato “als homosexuals”, sino a “les persones homosexuals”. Porque hace primaveras que se trabaja con colectivos sobre discurso de especie y todavía se ha trabajado con el Departament de Feminismes i Igualtat de la Generalitat de Catalunya.
Todavía lumbre la atención una palabra como sidral , ahora referida explícitamente a una “ situació de molt de desordre, soroll i confusió”. Durante la presentación, el escritor Enric Gomà, que formaba parte del manifiesto, ha señalado la oportunidad de incorporar este uso al Diccionari ahora que hay mundial de fútbol, ya que tiene origen en Valentí Castanys y su país del sidral para referirse a este deporte en la revista deportiva de humor Xut, nacida en noviembre de 1922, precisamente cien primaveras a espaldas.
Todavía se han incorporado, adentro de las acepciones correspondientes, una setentena de locuciones, como “i un be negre (amb potes rosses)”, “tenir estómac”, “en negre”, “amb els pixats al ventre”, “com sardines” o “estirar la esclavitud” aunque lo que hagamos sea pulsar un retoño.
En este apartado destacan por la cantidad las relacionadas con colló y ou, que los diccionarios no solían incorporar por pudor, como explica Lorente, porque “la historia de la lexicografía a menudo evitaba los extremos”. Para ella, “la frontera entre vulgar y coloquial se va difuminando, pero el diccionario tiene que reverberar todavía estos usos”. Así se recogen, por ejemplo “estar(-ne) fins als collons”, “i un colló (de adefesio)”, “i un ou”, “per collons” “tenir collons” o “tenir ous”.
Pero claro, como señaló Lorente, no son locuciones que se deban usar en los diarios. ¿Correctas? Sí. Adecuadas o no, dependerá del contexto.
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