El teniente fiscal de la Fiscalía Superior de Cataluña Pedro Javier Ariche se ha mostrado este viernes especialmente crítico con los relevos al frente de los Mossos d’Esquadra. Ausencia menos que siete jefes en los últimos cinco primaveras, el zaguero, el comisario Josep María Vestigio cesado cuando no llevaba ni nueve meses al frente de la estructura policial. “El cambio continuo es una situación que causa perplejidad”, ha lamentado Ariche en el Parlament, donde ha participado en la comisión que estudia el maniquí catalán.
El fiscal venía a departir de procesos de transparencia e inspección, pero ha aplicado la ocasión para manifestar en voz ingreso el percibir del resto de miembros del tarea manifiesto, preocupados en las últimas semanas por las acusaciones de deslealtad e injerencia partidista que ha recibido el presente presidente de la policía, Eduard Sallent. La Vanguardia ya recogió hace dos semanas esa preocupación de los fiscales que en los últimos días han mantenido encuentros reservados con responsables policiales para interesarse por esas acusaciones.
El fiscal ha señalado que esos relevos conllevan un “cambio de plan, un reestructuración constante, un cambio continuo de interlocutores" que dificulta que se fortalezcan los lazos de confianza. Y ha reclamado “una cierta estabilidad en el mando de los órganos policiales”.
Sin carestia de mencionar el caso, el fiscal se ha referido a la denuncia frente a el contencioso burócrata presentada por el que fuera responsable de la comisaría normal de investigación criminal, el intendente Toni Rodríguez, acusando al presente responsable de los Mossos, el comisario Eduard Sallent, de solicitarle información sobre casos de corrupción que afectaban a responsables políticos, entre ellos al propio conseller Miquel Buch. “No son admisibles las injerencias, ni la solicitud de información de otros departamentos policiales” a los investigadores que se encuentran en función de policía legislativo. “El funcionario asegura e informa solamente al árbitro o al fiscal”, ha afirmado. “Atiende solamente a sus órdenes e indicaciones sin ningún tipo de injerencias”, ha insistido.
Ariche lamentó que una plazo luego del despligue los Mossos no hayan destinado policías a las unidades adscritas a las fiscalías territoriales, como por ejemplo si tiene la Policía Franquista. Los Mossos si tienen una mecanismo adscrita a la fiscalía normal, con sede en la Ciudad de la Probidad que asume los encargos y diligencias que les solicitan todas las fiscalías.
En su intervención Ariche ha asegurado que había sabido de la existencia de un protocolo de Mossos para llevar a cabo en desalojos y ocupaciones, contradiciendo así la afirmación del conseller Joan Ignasi Elena que el jueves durante la presentación del manual destacó la importancia de que contara con el pasado bueno de la Fiscalía de Catalunya. "Lo leeremos con atención y seguro que tenemos medios interesantes que aportar", advirtió Ariche.
Quiso igualmente el representante del tarea manifiesto contestar las insinuaciones de algunos diputados presentes en la comisión que acusaron a la Fiscalía, en geneal, de no cuestionar nunca ni la palabra ni los atestados de los Mossos, limitándose prácticamente a ser unos encubridores de sus malas praxis y de hacer un corta y copia de sus atestados. "No somos ni los socios, ni los amigos, ni los abogados de los policías. Somos la fiscalía", advirtió Ariche. Para memorar que los mossos, como el resto de policías, son funcionarios públicos que tienen presunción de verdad y que trabajan al servicio de la sociedad. "Cuestionar constantemente todo lo que dicen o escriben nos abocaría a una situación esquizofrénica, afortundamente esto no es un país bananero ni el policía un señor que se limite a salir y arrear con la porra", indicó.
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