El nuevo primer ministro sajón, Rishi Sunak, considera que su encomienda más importante es unir un Partido Conservador dividido entre halcones y palomas, realizado de fracturas en casi todos los asuntos, y asimismo en la enfoque al cambio climático. Mientras un sector considera que el Reino Unido ha de liderar a los países desarrollados en la asimilación de medidas radicales que intenten frenar el calentamiento mundial, otro cada vez más influyente presiona para diluir las políticas medioambientales en perspicacia de la severidad de la crisis económica.
Igual que en la posición cerca de los impuestos, el desembolso manifiesto, el Estado de bienestar, la sanidad o la inmigración, Sunak, deslizado por mareas que van en direcciones opuestas, intenta nadar y atender la ropa, y el resultado hasta ahora es un montón de contradicciones.
En lo que se refiere al Medio Esfera, primero dijo que no viajaría a la cumbre del Cop 27 que empieza el domingo en Sharm el-Sheikh (Egipto) para “atender a compromisos ineludibles” en Londres (la preparación del presupuesto y la elaboración de un nuevo plan financiero que satisfaga a los mercados financieros), tan sólo para dar a última hora marcha antes y anunciar que a posteriori de todo si viajará.
Dos factores han contribuido al cambio de posición de Sunak. Por un banda, las duras críticas tanto de la concurso socialista como a nivel internacional (incluida la ministra española Teresa Ribera) por el evidente debilidad del compromiso sajón en materia medioambiental, y de la voluntad de adoptar decisiones impopulares cuando los precios de la energía se han disparado como consecuencia de la guerrilla de Ucrania.
Boris Johnson dijo que él sí iría a la cumbre, a título personal, invitado por las autoridades egipcias
Pero sobre todo, el hecho de que Boris Johnson dijo que él sí iría a la cumbre, a título personal, invitado por las autoridades egipcias.
A pesar de sus muchos defectos, Johnson hizo que el Reino Unido (huésped de la aludido cumbre del Cop 27 en Glasgow) fuera el primer miembro del G7 -el club de países más desarrollados- que adoptó el compromiso de eliminar por completo la lanzamiento de gases invernadero para el año 2050 (y en un 78% para el 2035).
Todavía marcó objetivos ambiciosos para el incremento de energías verdes, la matanza progresiva de los vehículos con motores de combustión y su reemplazo por eléctricos, subsidios a los hogares para reemplazar los actuales sistemas de calefacción por otros más ecológicos, y las ayudas a los países pobres.
Pero todas esas promesas fueron realizadas por otro primer ministro, ayer del estallido de las actuales tensiones geopolíticas, del auge de la inflación, la recesión económica (que el Lado de Inglaterra pronostica que será la más severa en casi un siglo), las caídas de Johnson y Truss y la supuesto intervención de la hacienda británica por los mercados.
El estancia, dividido entre los que quieren sostener la dietario medioambiental, y los que quieren “suavizarla” hasta que la hacienda vuelva a crecer
Ahora el propio estancia está dividido entre los partidarios de sostener la dietario medioambiental, y quienes proponen “suavizarla” hasta que la hacienda vuelva a crecer, porque a su discernimiento la meta de eliminar las emisiones en menos de tres décadas es demasiado ambiciosa, y obliga al Reino Unido a unos sacrificios desproporcionados en comparación a los que hacen los Estados Unidos -donde todo el mundo usa el coche y hay hasta tres o cuatro por familia- y China. Algunos ministros quieren autorizar la transigencia en Cumbria de una mina de carbón que crearía quinientos puestos de trabajo.
Sunak, en un advertencia cerca de este postrer orden, decidió vituperar la cumbre de Sharm el-Sheikh, no ir para dejar claro que sus prioridades eran otras, y por otra parte impedir que lo hiciera el rey Carlos III, desde hace mucho tiempo interesado en las causas medioambientales. Pero se ha trillado obligado a corregir el rumbo, admitiendo tácitamente que se trató de un error. “No puede acontecer prosperidad sin obra sobre el cambio climático- .dice ahora-, no puede acontecer seguridad energética sin inversión en energías renovables”
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