La consellera d'Economia Natàlia Mas ha rechazado esta tarde descontar el IRPF a través de una deflactación de los tramos de tributación porque asegura que las rentas bajas sólo se ahorrarían tres euros. En cambio, la nueva responsable de peculio de la Generalitat ha asegurado que el coste para las finanzas del Govern es de 54 millones de euros.
En el otro flanco, las contribuyentes con más ingresos se ahorrarían 24 euros al año con la citada deflactación. La deflactación del IRPF consiste en incrementar el coste de los mínimos vitales y familiares y los tramos de la renta en el mismo porcentaje que han crecido los sueldos. El objetivo es evitar que la subida salarial –que rebusca cansar la inflación desbocada– implique que el porcentaje de IRPF que paga el contribuyente sea viejo.
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