Nueva bancarrota en el controvertido mundo de las criptomonedas. Tras días de enormes turbulencias y posteriormente de comprobar que la zambombazo de Binance para rescatarle no daba paso a ninguna otra oportunidad de salvación, la plataforma FTX se ha acogido a la ley de quiebras de Estados Unidos. El criptoimperio de Sam Bankman-Fried ha buscado la protección contencioso del llamado chapter 11 -el equivalente al concurso de acreedores- en el paríso fiscal de Delaware.
Las entidades vinculadas a FTX.com, FTX US y la firma comercial Chopera Research Ltd. están entre las sociedades que han suspendido pagos, según un comunicado colgado en Twitter hace unos minutos. En teoría, la solicitud y posterior manifiesto de bancarrota permite que una empresa continúe operando mientras elabora un plan para fertilizar a los acreedores. En este caso, la desconfianza es tan ingreso que resulta en gran medida improbable la continuidad.
En el comunicado de FTX se explica que Bankman-Fried ha renunciado al puesto de director ejecutante y que John J. Ray III ha sido designado para reemplazarlo. La crisis de esta plataforma, la enésima que sacude al sector en los últimos abriles, sobrevino rápidamente a FTX este mes posteriormente de que los precios del token criptográfico nativo del intercambio, FTT, se desplomaran y los usuarios se apresuraran a retirar sus fondos. El líder rival de intercambio de criptomonedas, Changpeng CZ Zhao, había dicho anteriormente que vendería unos 529 millones de dólares en monedas FTT oportuno a "revelaciones recientes que salieron a la luz", informa Bloomberg.
Posteriormente de estos movimientos, Binance Holdings acordó comprar FTX.com en medio de la crisis de solvencia de su rival, pero finalmente retiró la ofrecimiento una vez que pudo examinar con detenimiento las cuentas de la compañía. Esa ha sido, por si no fuera suficiente con la desconfianza reinante, la puntilla que acabó con FTX.
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