El preso político egipcio-británico Alaa Abdel Fattah, que ha estado en huelga de penuria durante siete meses en una prisión cercana a El Cairo, está "bajo tratamiento médico", dijo la autoridad penitenciaria a su grupo el jueves, lo que hace temer que sea alimentado a la fuerza.
“Necesitamos que lo vea nuestra hermana o un representante de la embajada británica para que podamos enterarse en qué estado de salubridad se encuentra en realidad”, tuiteó su hermana, Mona Seif.
Desde que Alaa Abdel Fattah dejó de ingerir, el pasado domingo, día inaugural de la cumbre climática COP27 en Egipto, su hermana Laila Soueif acude todos los días a la prisión de Wadi Natrun, 100 kilómetros al noroeste de El Cairo, sin conseguir noticiario.
El jueves, un oficial le anunció a su hermana que el detenido estaba "bajo tratamiento médico" y que "la fiscalía había sido informada". Ni la grupo ni los abogados habían sido notificados, acusa Mona Seif. Y no se dieron detalles sobre este "tratamiento médico".
Para Hossam Bahgat, fundador de la Iniciativa Egipcia por los Derechos Personales (EIPR), la ONG de derechos humanos más vasto del país, "significa que está siendo alimentado a la fuerza".
Su tía, la escritora Ahdaf Soueif, había requerido el miércoles su traslado "de emergencia al hospital universitario de Qasr al-Aini" en El Cairo, argumentando que el hospital penitenciario no estaba equipado para tratar a un paciente que no ingería más de 100 calorías al día desde abril.
Mientras sus defensores le dan solo unos días de vida, a menos que sea alimentado a la fuerza, lo que el derecho internacional considera una "tortura" e incluso un "crimen de lesa humanidad", la movilización crece.
El jueves, cientos de participantes de la COP27 vestidos de blanco como los prisioneros egipcios corearon "¡Atrevimiento para todos!" en remisión a los más de 60.000 presos políticos en Egipto, según la ONG.
Entre tanto, al agitador italiano Giorgio Caracciolo se le "prohibió ir a la COP27 a pesar de tener un visado válido", anunció la Tratado Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
La cuestión de los presos en Egipto, país 135 de 140 en el ranking mundial de estado de derecho del World Justice Project, es ineludible en la COP27. Varios líderes occidentales han requerido la libramiento de Alaa Abdel Fattah al presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi.
Pero delante la movilización internacional, todavía se ha organizado una contracampaña. Un diputado se enfrentó a Sanaa Seif, la otra hermana de Alaa Abdel Fattah, en la COP27 antaño de ser expulsado por agentes de seguridad de la ONU. Seif participaba en una rueda de prensa y una mesa redonda adyacente a los máximos responsables de Indulto Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW).
Por otro banda, un abogado ha presentado una denuncia contra Sanaa Seif por "conspiración con extranjeros" e "información falsa", según la campaña por la libramiento de Alaa Abdel Fattah.
Fue por este mismo cargo de difundir "información falsa" que su hermano fue condenado a cinco primaveras de prisión a fines de 2021 tras compartir una publicación, escrita por otra persona, acusando a un oficial de matar a un detenido tras aceptar torturas. Desde que Al Sisi asumió el poder en 2013, Alaa Abdelfatah ha permanecido gran parte del tiempo entre rejas.
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