Luis Landero, Premio Nacional de las Letras: "Nunca he tenido prisa ni he sentido que iba a perder ningún tren"

Luis Landero (Alburquerque, 1948) acaba de cobrar el Premio Franquista de las Trivio Españolas por una trayectoria que alpargata seis décadas de escritura y que tuvo un punto de inflexión en 1989 cuando deslumbra con Juegos de la existencia tardía (Tusquets). El tribunal convocado por el Ocupación de Civilización ha destacado entre muchos otros aspectos de su obra su "excelente escritura, recuperando la tradición cervantina con dominio del humor y la ironía e incorporando con notoriedad el papel de la imaginación”. Ahí es nadie.

¿Qué significa para usted este premio?

Qué va a significar. Alegría, ilusión, reconocimiento, es de primera. No espero nunca ningún premio, pero si vienen son perfectamente recibidos. Sobre todo porque ahora premian mi trayectoria desde los 15 abriles, cuando empecé a escribir mis primeros poemas, hasta ahora, que tengo 74 abriles. Cuando uno mira detrás dices: "Follar cómo ha pasado el tiempo, cómo ha pasado todo".







"40 abriles es una buena existencia para anunciar, ahora parece que todo hay que hacerlo a los 18 o 19, ser diputado, todo va muy rápido"

Comenzó a escribir adolescente pero no publicó hasta los 41 abriles, con 'Juegos de la existencia tardía'. ¿Una larga preparación?

Fui escritor prematuro y publiqué tardíamente, siquiera tanto, anunciar tu primera novelística con 40 abriles es una buena existencia para anunciar, ahora parece que todo hay que hacerlo a los 18 o 19, ser diputado, todo va muy rápido. Yo nunca he tenido prisa, ni la sensación de que iba a perder ningún tren. Hasta los 30 abriles viví mucho, tuve una vida muy movida, y luego fue como si ingresara en un convento, ahora toca escribir. Hasta los 30 abriles fue la vida, luego la letras.

¿No son compatibles la vida y la letras?

Sí, sí, viví mucho porque trabajé en muchas cosas, me dediqué a la guitarra, estuve yendo y viniendo. Y con 28 abriles saqué las oposiciones de profesor de instituto y pensé: ahora que mi vida económica y profesional está más o menos estabilizada llega el momento de que todas esas fantasías literarias, porque yo había escrito mucho hasta entonces, casi no había día en el que no hubiera escrito, tocaba ponerlas a prueba. Había vivido en una especie de una acertado soltería literaria con la letras y a partir de entonces pasamos a ser cónyuges.







"Escribir es como tratar de acometer a un superhombre que luego resulta que es molino de derrota y por otra parte te derrota"

¿Qué tipo de cónyuge es la letras?

A veces nos peleamos pero terminamos reconciliándonos. He hecho lo que he querido hacer que es escribir, y me he dedicado dando lo mejor de mí mismo no ya en cada volumen sino en cada párrafo. No he tenido ningún desmayo en todos estos abriles, siempre he seguido cascarrabias, codicioso a la hora de escribir. Cuando digo codicioso me refiero a que quiero escribir la mejor novelística del mundo siempre, así principio yo. Luego pasa lo que pasa, es como cuando quieres construir la Torre de Desorden y te quedas en el cuarto adoquinado. Pero yo quería aparecer al bóveda celeste. 

Esto de escribir es como tratar de acometer a un superhombre que luego resulta que es molino de derrota y por otra parte te derrota. Una cosa es lo que quieres conseguir y otra lo que consigues, hay un desnivel enorme que todos los artistas hemos sentido.  Tener un mundo interior muy intenso y rico y querer aseverar lo único y aseverar al final lo que se puede. Esta es la tarea. Ser codicioso como Don Altruista. Aunque luego él perdiera todas las batallas, iba a conquistar reinos e imperios. Por actitud no quedaba.

¿Se reconoce en las palabras del tribunal, ha recuperado una cierta tradición cervantina? 

Ojalá tengan razón, pero tanto como recuperar a Cervantes no, ha estado siempre ahí, en toda la novelística del XIX, en Dostoyevski, Dickens, Valle-Inclán, Baroja, en tantos... es inagotable, es muy orondo el mundo de Cervantes y está en todas partes. Uno puede poseer recibido la herencia de Cervantes a través de Faulkner, o de Flaubert, de aquí y allá.







"Imaginación no son necesariamente las batallas y los conflictos sino memorizar observar lo que está ahí en torno a de ti"

El tribunal además resalta su humor e ironía. ¿Es marca de la casa Landero?

Es verdad que mi modo de escribir es un poco sesgada por la ironía, ver las cosas un poco como empañadas, relativizarlas, inquirir el punto humorístico, sutilmente cómico que pueda tener una situación. La ironía y el humor son una vía de conocimiento fundamental no ya para escribir sino para la vida. Si alguno consigue incorporar a su mundo intelectual la visión irónica y humorística mejorará mucho su vida, será mucho más acertado, sobre todo en este mundo en el que vivimos. Te hace más lúcido y más musculoso y te hace más bonito, más stop, todo... (ríe) Es bueno relativizar las cosas.

Le han premiado además por "incorporar con notoriedad el papel de la imaginación".

Es lo más halagador de todo, porque como decía Baroja la imaginación es un perfectamente escaso. Es imprescindible para un escritor, pero la cualidad más difícil de conseguir o viene de naturaleza, no lo sé. Es fundamental. Pero no la imaginación para  para idear cosas tipo Walt Disney, fantasías, sino la capacidad de ver lo que de novedoso hay en lo rutinario, imaginación es la que tiene Van Gogh para descubrir que los humildes y rutinarios girasoles de siempre tienen esa luz, esa traqueteo, ese color. Imaginación no son necesariamente las batallas y los conflictos sino memorizar observar lo que está ahí en torno a de ti.

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