Los artículos de Mariano Rajoy sobre el Mundial en el digital El Debate están dando de qué dialogar en las redes sociales por sus obviedades y reiteraciones, que no dejan de ser aspectos formales, pero uno de los comentarios de estas últimas horas apunta directemente al contenido con clara voluntad de trolear al expresidente del gobierno.
De su primer artículo, a posteriori de que la selección española golease a Costa Rica (7-0), se convirtió en vírico la frase "¡Cuidado! El próximo es Alemania y Alemania es Alemania, el que antaño ganaba siempre y hoy casi siempre". Y en el texto publicado ayer, al arruinar el partido en el que los de Luis Enrique empataron a un tanto con los germanos, reiteraba el argumento y rizaba el rizo: "Hace unos días dije que Alemania es Alemania y creo que Alemania me ha cubo la razón".
Un argumento que ha laborioso el eurodiputado Carles Puigdemont para aceptar el agua a su molino en su cuenta de Twitter y responderle en catalán "a mi asimismo. Y en tu contra, por cierto". El expresidente de la Generalitat se refería a la sentencia del Tribunal Superior Regional de Schleswig-Holstein que en julio del 2018 rechazó su entrega a España por el delito de levantamiento por el que el enjuiciador intructor del Tribunal Supremo Pablo Llarena reclamaba al líder independentista que había dejado España a finales de octubre del 2017 para eludir la movimiento de la ecuanimidad española.
El defecto del tribunal germánico ya tuvo ocupación con Pedro Sánchez en la Moncloa poco a posteriori de imponerse en la moción de censura que desalojó a Rajoy, pero Alemania ya había dejado a Puigdemont independiente a principios de abril tras detenerlo el 25 de marzo de 2018 cuando el exlíder del PP presidía el gobierno.
Entonces el cabecilla del ejecutor mantuvo una posición diplomática de escrupulosos respeto a la ecuanimidad alemana pero desde el PP no se ocultaba la crispación con ese país. “La UE se fundamenta en la confianza mutua entre estados. Estamos unidos porque confiamos los unos en los otros. Si hay un estado de la UE en el que intentar dar un cachete de estado no es un delito, el problema no es de España, el problema es de ese estado que ha dejado que intentar romperlo pueda algún día no ser un delito”, aseguraba el ya entonces portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Esteban González Pons.
El defecto de Schleswig-Holstein declaró inadmisible la extradición de Puigdemont a España por un supuesto delito de levantamiento, aunque sí declaró admisible entregarlo por malversación de caudales públicos, una posibilidad que Llarena rechazó para no tener que procesar al expresident por un delito que acarreara penas inferiores a la de sus subordinados en el ejecutor catalán como consellers que estaban ya en prisión preventiva.
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