El longevo de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, rompió este viernes su silencio de los últimos merienda meses, tras ser cesado por el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena. No dijo mínimo entonces, siquiera cuando su sucesor Joan María Huella fue igualmente fulminado y sustituido por Eduard Sallent; y lo ha dicho todo ahora durante su intervención de prácticamente una hora en la comisión del maniquí de policía del Parlament de Catalunya.
El longevo se preparó el discurso con tiempo y lo leyó con voz molesto y convincente. Introdujo todos los medios que quería introducir en el debate, no personal sobre su cese o no, sino sobre cómo debe ser una policía democráticamente descubierta. Sobre si los Mossos lo son advirtió con "preocupación" sobre los "intereses políticos" que impiden que lo sean. "No somos una policía democráticamente más descubierta por tropiezo de los uniformados", dijo.
La advertencia de Trapero
El longevo señala que "los obstáculos no están en el uniforme"
En un discurso especialmente duro y convincente, el longevo cargó contra los obstáculos que en los últimos abriles, a su motivo, han impedido a la policía catalana avanzar de acuerdo a los intereses y deyección que le reclama la ciudadanía. "Si no somos una policía más democrática no es porque los mossos y las mosses no lo pretendan ser. Los obstáculos no están en el uniforme. Han habido demasiados abriles de mandato de las policías con planteamientos que tienen poco de democráticos y que son oportunistas y clientelares, y que no permiten crecer de acuerdo con los intereses de la ciudadanía".
A modo de ejemplo de ese freno a iniciativas policiales que están en consonancia con lo que exige cada vez más la sociedad a la policía, Trapero ha recordado como durante su precursor mandato al frente de los Mossos se diseñó un portal de transparencia para poder seguir prácticamente en tiempo efectivo el mejora de manifestaciones y la billete, si fuera necesario, de las fuerzas de orden notorio. "A alguno y no precisamente a los policías no les ha interesado que ese portal de transparencia se ponga en marcha".
Josep Lluís Trapero participa en la comision de seguridad del Parlamento 
En estos días que tanto se ha escrito sobre los límites de la diligencia política en la policial y que una denuncia en un jugado de lo contencioso acusa al flagrante caudillo de los Mossos, Eduard Sallent, de colaborar en las injerencias políticas en su precursor etapa al frente de la policía, Trapero ha expuesto lo que él entiende que debe ser la relación entre el mayor responsable policial y el político. "Deben trabajar coordinadamente, pero ningún de los dos debe confundir sus papeles".
Trapero ha introducido como aspecto para el debate si las unidades de investigación criminal deberían estar completamente al ganancia de la autoridad gubernativa, precisamente para evitar cualquier tentación de injerencia política partidista o interesada. De esa modo, ha reflexionado, la valoración sobre el coste de ese activo, los fortuna que se asignan y su eficencicia se medirían en parámetros "desde la más radical neutralidad". Añadiendo "antaño de que me lo indiquen", ha dicho a los diputados, "huyendo de cualquier tipo de corporativismo que solo sirve para tapar actuaciones policiales lamentables".
No ha entregado puntada sin hilo el longevo en su intervención y se ha referido a la política de comunicación. Tras su cese Huella denunció precisamente la aprieto de que los Mossos recuperaran la dirección de la política comunicativa que ahora depende exclusivamente del director, Pere Ferrer.
Trapero se ha preguntado si existe la transparencia en este ámbito en estos momentos. Y ha recordado como fue la propia presidencia de los Mossos los que en el 2015 propusieron a Interior aclarar completamente los datos delincuenciales. Una propuesta que, dijo, se ha planteado sucesivamente a todos los consellers teniendo el no por respuesta. "Por qué razón la ciudadanía no puede penetrar a los datos de criminalidad de una modo abierta, sin filtros. ¿Por qué continuamente estamos saliendo a explicar qué ha pasado en zona de contar porqué está pasando?". Y ha añadido que una policía democráticamente descubierta "nos exige un gimnasia radical de transparencia".
Igualmente se ha referido Trapero a la rango en los Mossos, introduciendo medios que han quedado enterrados en los últimos debates públicos sobre quién y cómo se manda, o la modo de mandar en aras de una presunta coralidad. "La rango en un cuerpo policial es ley. Los Mossos se estructuran y organizan jerárquicamente. No es un capricho", ha ducho. Para explicar que esa rango que ahora se cuestiona "es una seguro frente a la arbitrariedad, garantiza la aceptación de responsabilidades, protege la institución y aporta seguridad jurídica a los mossos y a las mossas". Añadiendo que en militar "se deberia ser más respetuoso con el concepto de la rango, porque está no para mandar de modo caprichosa, sino para contraer responsabilidades".
Dejando claro que su defensa de la rango no tiene mínimo que ver con la toma de decisiones de modo colectiva y rica. "Si quieren entender que es un buen gimnasia de coralidad, respetando la rango de la ordenamiento policial, recuperen las sesiones de los juicios en el Supremo y en la Audiencia Doméstico y verán a mandos de los Mossos asumiendo decisiones y ordenes cuando la rectitud consideraba que eran delitos".
El policía alerta de los cargos de confianza
Siguiendo con el hilo de la rango, Trapero ha disparado contra la figura de los "cargos de confianza" que al no figurar en la rango, siquiera tienen que rendir cuentas, carecen de responsabilidad si hay problemas, pero "pueden proceder como caciques". Para advertir que es el conseller y el director de la policía los que deben mandar en el cuerpo y dirigir su actividad, transformando las directrices políticas en acciones operativas. "A los Mossos no les mandan cargos de confianza, ni ningunas otras personas que no figuran en la rango. Estos no pueden dar órdenes a altos cargos de la Generalitat, ni pretenderlo, ni utilizar su proximidad a los órganos legítimos para dirigir desde la sombra mínimo". Trapero no mencionó a nadie, ni ningún diputado en la réplica le pidió que lo hiciera, pero no hizo desidia que las miradas se situaran sobre algunos cargos de confianza que trabajan en Interior anejo al conseller Joan Ignasi Elena.
Para afianzar más si cerca de su defensa sobre la aprieto de ayudar el respeto a la rango en los Mossos, Trapero recordó los juicios relacionados con la diligencia policial el 1 de octubre. "A diferencia de otros que todavía buscan quiénes dieron las órdenes, en los Mossos las ordenes las dio quienes les palabra, por eso no hay ni un solo mosso condenado y por eso yo respondí personalmente delante la rectitud".
Y no se ha detenido porque ha añadido que "una rango mal entendida puede ser un indeseable empoderameinto de la tecnocracia, al igual que algunas formas plurales de valentía pueden difuminar quién toma las decisiones e incluso ser una táctica para traspasar límites y proceder donde no se tiene licitud. Eso sí, disfrazado de modernidad".
Para finalizar, Trapero ha recordado que era un parada funcionario de la Generalitat con una carrera de 30 abriles en la que había ascendido opositando y estudiando. Y ha ducho que como el resto de altos funcionarios "sabemos lo que somos y lo que no somos". Para memorar, a los que lo han puesto en duda que "sabemos de nuestra colaboración honrado con el govern de cada momento para implementar sus políticas de seguridad". Aunque ha ducho que los mandos se convierten en un "periferia necesario" para aquellos que están tentados de apartar a la policía de "la licitud, de la norma y de la necesaria neutralidad política e ideológica para abrazar el partidismo y convertirla en un útil en beneficio de unos pocos y en perjuicio de muchos".
Y terminó recuperando una frase que, contó, le dijo a un conseller y que es vivo: "Dejenos construir la policía que querría tener como ciudadano el día que esté en la concurso".
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