El domingo pasado tres fanáticos argentinos cumplieron el sueño en la memorándum de millones de sus paisanos más o menos del planeta: presentarse a Qatar para ver la que -posiblemente- será la última Copa del Mundo de Lionel Messi. La fórmula para lograrlo puede sintetizarse en tres palabras: voluntad, corazón y piernas. Lo que refleja en cada partido la selección argentina, que empezó perdiendo frente Arabia Saudí y ha sabido retomar el rumbo con orgullo hasta una nueva final de mundial.
Los nombres que protagonizaron la correr son Lucas Ledezma, Leandro Blanco y Silvio Gatti y el medio de transporte que eligieron para concretarla es la bici. Los jóvenes recorrieron 10.000 kilómetros y atravesaron 15 países durante casi 200 días para presentarse a Doha, renta de Qatar, y ser parte de la hinchada argentina en el transcurso de la copa más anhelada.
Aún llegando destrozados, tendrán que renovar fuerzas para alentar a Leo Messi y sus escuderos. "El desgaste físico fue enorme, no te voy a mentir, estamos felices pero un poquito cansados. Nos toca disfrutar de una excentricidad que se convirtió en verdad", comentó Leandro Blanco, uno de los ciclistas, a su presentación a Doha.
La origen de esta odisea se remonta a 2019 y a la ruta argentina de los Siete Lagos, en el sur del país. Fue en ese motivo y en ese momento que, por esa ilusionismo de la vida y de los viajes, el universo decidió que los caminos de los tres jóvenes tenían que cruzarse. La idea de realizar la gran travesía surgió por primera vez en una de esas charlas distendidas que no son muy en serio, donde la consigna es apuntar a mucho, a todo, aunque posteriormente no se llegue a nulo.
Anécdotas del delirio tienen de sobra, y gran parte de lo que vivieron está registrado en sus redes sociales, donde bajo el nombre de "Todo a Pedal", fueron contando su cotidianeidad y avances, mostrando sus vistas y reflexionando sobre sus aprendizajes. "Es una excentricidad la cantidad de cosas que estamos viviendo", cuenta Blanco.
El peña coincide en que el aspecto más pesado del delirio fue el lento. "Los visados eran caros y a veces tardaban mucho en presentarse, el de Arabia Saudita, por ejemplo, tardó días en salir, y nos obligó a tener que ir más rápido, para poder presentarse a tiempo a Qatar".
rente a los primeros argentinos que llegaron a Qatar y en medio de varias cámaras de televisión, les dejaron un mensaje a los dirigidos por Scaloni: "Gracias, fueron el motor impulsor de toda esta excentricidad. Estamos acá porque les tenemos muchísima fe, una ilusión bárbara de que este es el año. Nos encantaría mirarlos a los luceros y darles un ataque, agradecerles por todo, déjenlo todo". A ver si Leo Messi y el resto de la Scaloneta son capaces de absober esa energía y trasladarla al campo para empinar la copa en el postrero mundial del figura argentino.
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