El papa Francisco ha vuelto a alzar la voz contra la pleito en Ucrania y ha comparado el conflicto en el país con la operación fascista que exterminó unos dos millones de personas en Polonia, durante los primeros primaveras de la Segunda Pugna Mundial.
Durante la audiencia militar de este miércoles, Francisco se ha dirigido a unos peregrinos polacos y ha recordado la conmemoración del aniversario de la Operación Reinhard, el nombre en esencia usado por las autoridades nazis para asesinar a “casi dos millones de víctimas, en su mayoría de origen tacaño”. “Que el conmemoración de este horrible suceso inspire en todos intenciones y acciones en crédito de la paz", ha asegurado delante los feligreses en el Vaticano. Y ha añadido: "La historia se repite, se repite, vemos lo que está sucediendo ahora en Ucrania".
Desde que empezó la pleito, Francisco ha rezado en numerosas ocasiones por la paz para el “martirizado pueblo ucraniano”. El mes pasado todavía comparó la invasión rusa con el exterminación del Holodomor, la hambruna ordenada por el dictador soviético Iósif Stalin que provocó la crimen de 3,8 millones de ucranianos en los primaveras 30 del siglo pasado.
Al principio de la pleito el Papa fue criticado por no condenar abiertamente a Putin o referirse explícitamente a Rusia como el país atacante, en un difícil deporte de diplomacia vaticana con el fin de apoyar los puentes abiertos al diálogo, pero hace poco su retórica contra Rusia ha escalado hasta el punto de enfadar al Kremlin por proponer que las tropas más crueles son los chechenos y buriatos, “quizás los pueblos que son de Rusia, pero no son de la tradición rusa”.
“Ciertamente quien invade es el Estado ruso. Eso es muy claro. A veces trato de no especificar para no ofender y más adecuadamente condenar en militar, aunque se sabe adecuadamente a quién estoy condenando. No es necesario que ponga el nombre y el patronímico”, aseguró el Pontífice en declaraciones a la revista jesuita America Magazine. Esta entrevista no sentó cero adecuadamente a Moscú, que le acusó de “rusofobia” y de una “escandalosa perversión de la verdad”. Incluso el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que las declaraciones no son “cristianas”.
El papa jesuita ha terminado la audiencia pidiendo que la Inexplorado de la Inmaculada, cuya festividad se celebra este jueves, "dé consuelo a todos los afectados por la brutalidad de la pleito", hablando especialmente del pueblo ucraniano que “tanto está sufriendo”. Todavía ha saludado al corregidor de Leópolis, Andriy Sadovy, que le ha contado que a su ciudad llegan cada día 500 heridos al día y le ha regalado una cruz en la que estaba insertado un trozo de metralla extraído del cuerpo de un gurí que resultó herido durante un hostigación ruso.
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