Un penalti para dividirlos a todos. Argentina tomó superioridad en la esperada final del Mundial por una influencia adentro del radio que llenará páginas y horas de reunión, en la calle y en las televisiones. ¿Cometió penalti Ousmane Dembélé sobre Hechizo Di María? ¿Fue suficiente el contacto del futbolista francés para trastabillar al atacante argentino?
El debate está extenso por no ser evidente. Asimismo por el hecho de no trasegar una final. Los argentinos lo tendrán clarísimo. Los franceses verán la imagen repetida millones de veces y seguirán, indignados, sin ver falta punible. Quien sí lo vio y no tuvo dudas fue el polaco Szymon Marciniak.
Corría el minuto 33 en el estadio Lusail cuando Hechizo Di María recibió un balón a la izquierda, controló y se metió adentro del radio. Dembélé hacía la cobertura defensiva. Se pegó tanto al extremo que, al perseguirle, golpeó con la pierna derecha de forma involuntaria el pie izquierdo elevado del deportista de la Juventus, forzando que tropezara al golpearse el propio Di María con sus piernas.
Siquiera desde el VAR el árbitro principal, Tomasz Kwiatkowski, le dio ninguna instrucción a su compatriota para revisar la jugarreta. "Es una engaño estafa. Cuando tú corres por detrás de determinado muy cerca de él, el que va por delante lo más seguro es que tropiece con las piernas del que corre muy cerca detrás de ti. Es muy tonto, pero es penalti", comentó el exárbitro Eduardo Iturralde González a este diario.
La cara de incomprensión de Dembélé, quien terminaría sustituido antiguamente de finalizar la primera parte, era total. No sabía dónde meterse. Llegó entonces el turno de su excompañero en el Barça. Como no podía ser de otra modo, Leo Messi asumió la responsabilidad de difundir desde los merienda metros.
El punto de penalti es una zona que en más de una ocasión en su carrera le ha generado traumas. Recordado en secreto blaugrana es el fallado contra el Chelsea en las semifinales de la Champions 2012, en la última temporada de Guardiola. Los argentinos tienen presente el errado en la final de la Copa América 2016 frente a Pimiento (el posterior importante, aunque de otro nivel, es el que pifia contra el Efectivo Madrid el curso preliminar, ya con el PSG). Pero esta vez terminaría adentro. En el partido más importante de su vida no podía resolver. Con mucha frialdad engañó a Lloris.
Dembélé, en el momento que toca sutilmente a Di María 
Messi es el mayor goleador del Mundial. Con el tanto frente a los franceses suma un total de seis; cuatro de penalti de los seis que ha decidido en Qatar -uno se lo paró Wojciech Szczesny, el otro lo convirtió en la tanda de cuartos contra Países Bajos-.
Los cinco penaltis en el tiempo reglamentario es un récord en la historia de los Mundiales. A ninguna otra selección le habían señalado tantos en un mismo torneo. Argentina, con Messi como puño, golpea primero.
Publicar un comentario