El actor Kehinde Wiley es la nueva sino del MOCO de Barcelona con permiso de su culminante repertorio de creadores: Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat, Keith Haring, Kaws y, sobre todo, Banksy, el muralista disfrazado. Desde ya, el museo de la calle Montcada exhibe dos piezas del pintor (y ahora incluso grabador) afro-americano que se ha convertido en una de las grandes referencias del arte contemporáneo en los últimos abriles.
Wiley es conocido por ser el retratista de cámara de Barack Obama y por reinterpretar obras de los grandes clásicos de la pintura (Velázquez, Rembrandt...) siempre con modelos afro-americanos que encuentra en la calle y con imponentes fondos florales que incluso incorpora a su propia vestimenta.
Una pintura y una escultura
Las dos piezas son una escultura de bronce y una pintura de forma ovalada donde un bisoño dormido descansa en un vaguada floral
Las piezas que cierran la turista al Flema son una escultura y una pintura de gran formato y forma ovalada donde un bisoño dormido, rendido o tal vez muerto descansa rodeado de un vaguada de flores. Es un cristo tendido contemporáneo con cachucha de béisbol, zapatillas de baloncesto y una camiseta roja de tirantes con el consigna Just do it. Reposa sobre una colcha de color garzo firmamento y está rodeado de flores en un aviso entre provocador y cursi a la estética clásica de Disney y a la Blancanieves tendido
La habitación se candela Sleep (sueño) y es rotunda en su tamaño y en su poesía. A su banda, una traducción esculpida en bronce del mismo maniquí y de casi idéntico título (Sleep. Mamadou Gueye) , dialoga con la pintura y sus tonos. La obra escultórica de Wiley es nuevo y dibuja líneas paralelas con la pintura.
Hace unos meses, Kim y Lionel Longchies, los impulsores del exitoso museo, explicaron a este diario que habían adquirido tres piezas del influyente actor estadounidense y que Barcelona era candidata a acogerlas, igual que la sede primigenia de Ámsterdam, o tal vez, un tercer museo en Londres, que aún no ha gastado la luz.
Dos de las tres piezas han aterrizado en la Ville de Barcelona. La tercera, otra escultura pero de gran tamaño, aún no tiene destino, aunque aceptablemente podría ser una de las piezas sino del museo barcelonés cuando reciba los permisos pertinentes del Concejo, que aún se están negociando.
"Tanto Lionel como yo estamos empeñados y concentrados en mostrar más arte de artistas negros y protagonizado por mujeres. Creemos que la representación es importante", explica Kim Logchies a este diario vía telefónica desde Ámsterdam. En una segunda grado a la transigencia del primer museo, la pareja de coleccionistas se ha interesado por artistas callejeros.
Algunos de ellos siguen la recuerdo de Banksy y la completan: Os Gemeos, Stik, el muralista y cineasta francés JR, los hermanos iraníes Icy & Sot, así como studio Irma o la venerable y siempre fabulosa Yayoi Kusama. "Transmitir un mensaje resistente de la forma más colorida posible es muy Kehinde Wiley y entronca con lo que queremos que sea el MOCO", afirma Logchies.
En la era del Black Lives Matter, Kehinde Wiley reescribe la Historia del Arte. Sus modelos siempre son hombres y mujeres negros pintados que aparecen con la misma ropa con la que se los encuentra en la calle. A su vez, es una figura que, habiendo cogido el éxito de forma fulgurante, ha inspirado a muchos artistas en todo el mundo. En sus cuadros reviven los personajes de Velázquez (foto inferior), Ingres o Hans Memling. Su serie más divertida es en la que, uno a uno, desfilan algunos de los artistas negros más célebres como Lynette Yiadom-Boakye, Kerry James Marshall o el inigualable Yinka Shonibare.
Kehinde Wiley
Las dos piezas de Wiley, situadas en la segunda planta, son el regalo que se ha hecho el museo barcelonés por sobrevenir cumplido su primer aniversario en Barcelona. En ese tiempo, luego del verano, el Flema incluso ha destapado una tienda de obras de arte con serie limitada de sus principales artistas.
El espacio en sí ya es un gran logro porque está concebido en el metaverso por el actor digital SixNFive. Trasladar el mundo imaginario al actual, los dos con el color rosa que identifica al museo, costó lo suyo. En las vitrinas, piezas de Kaws, Jeff Koons y una de las nuevas sensaciones del arte en la calle, Yinka Ilori, reconocido por sus intervenciones coloristas en edificios y pistas de baloncesto.
Al aumento
La cotización de Wiley ha subido como la espuma en los últimos abriles: su obra de gran formato supera el medio millón de euros
En muy pocos abriles, la obra de Wiley ha dejado de tener precios asequibles. Muchas de sus obras superan el medio millón de euros y su récord en subasta está en los 616.000 por una tela de gran formato.
Si hasta la aniversario, Wiley había homenajeado a Velázquez, Tiziano o Ingres, retratistas soberbios, o a Jacques-Louis David con telas históricas como la célebre Napoleón cruzando los Alpes, las dos piezas que se exhiben en Barcelona retrotraen a las esculturas en mármol de Mantegna y a su famosa tela Gimoteo sobre Cristo muerto (1475-78) una aleccionamiento soberbia de cuerpo humana (y a la vez doblemente divina).
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