Uno de los improperios más sorprendentes que se oían al volante era el de un conductor que le soltaba a otro: “¡La raíz que te matriculó!”. De pequeño, no entendía exactamente qué significaban esas palabras, pero con los primaveras, y con el descubrimiento del mundo de los eufemismos, se acaba entendiendo todo. La conducción es un mundo que hoy se ha complicado considerablemente en una ciudad como Barcelona, con muchos artilugios circulando por los carriles bici que no son precisamente bicicletas.
El verbo conducir proviene del latín conducere, formado a partir de ducere, que significa encaminar , y este verbo ha sido especialmente prolífico para crear los apodos rimbombantes de dictadores como Benito Mussolini, el Duce italiano, y Nicolae Ceausescu, el Conducator rumano. De hecho, Führer tiene el mismo sentido en teutónico.
La casa de campo medida que mencionó Aragonès hacía narración a los exámenes de conducir
El pasado martes, el Govern de la Generalitat celebró un Consell Executiu extraordinario en la sede del Institut d’ Estudis Catalans. El orden del día giraba en torno al centenar de medidas que se anunciaron para impulsar el uso del catalán, que, según los estudios serios –y no el discurso encendido pero aparente de algunos partidos políticos–, está en franca recesión.
La sede del IEC fue escogida para dar solemnidad a la reunión, y las cien medidas reunían muchas de las que ya están en marcha, pero que no se aplican como es conveniente. Para su anuncio, el presidente Aragonès escogió cinco, subrayando carencias en ámbitos tan estratégicos como la inmersión en la enseñanza y el mundo audiovisual. La casa de campo que mencionó era la que hacía narración a los exámenes de conducir.
Pegado a ámbitos tan relevantes, puede parecer último el hecho de que un ciudadano se pueda examinar de conducir en germanía catalana. Pero si el objetivo es que se pueda radicar plenamente en catalán, un hecho como este no puede permanecer al ganancia. Hasta ahora, si algún se quiere examinar en catalán, tiene todo el derecho de hacerlo, pero resulta que los materiales de docencia disponibles, así como los exámenes en lista que el estudiante puede completar para memorizar la teoría, son prácticamente inexistentes en catalán. De modo que el examinando aprende toda la terminología en castellano, lo que complica completar con éxito el examen.
Pero el primer ámbito que mencionó Aragonès fue el de la lozanía. Si un trabajador del sector taza no es capaz de aceptar que al paciente se le debe platicar en su germanía general, ¿qué tipo de profesional es? ¿Qué hacen dirigiéndose a una persona maduro en una germanía que no es la suya cuando empieza a tener problemas de memoria? Y a los niños, ¿los padres les han de hacer de traductores con el pediatra?
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