La presión fiscal a las rentas altas en Catalunya crecerá el año próximo un 2% con la puesta en marcha del nuevo impuesto a las grandes fortunas del Gobierno central. Poco parecido sucederá en anciano o pequeño intensidad en otras siete comunidades. Aunque el principal objetivo del nuevo impuesto era imponer los patrimonios altos en aquellas comunidades donde estaba bonificado al 100% el impuesto autonómico, los altos tipos impuestos ha provocado que en comunidades como Catalunya –donde más se recauda– haya algunos contribuyentes que verán incrementada su extracto fiscal.
Concretamente serán unos 290, según estimaciones del Departament d’Economia, que dirige Natàlia Mas. La colecta mundial extra que calcula la Generalitat que obtendría el Estado con el nuevo impuesto en la comunidad es de unos 12 millones de euros. Eso significa un 2% más respecto a los 547 millones que abonaron los contribuyentes catalanes a cuenta del impuesto de patrimonio en el año 2020, extremo con datos disponibles. Si se compara con la colecta estimada en Patrimonio para este año, el incremento de la presión fiscal es poco pequeño del citado 2%.
Según estimaciones de Fedea el nuevo impuesto afectará –evidentemente– a las comunidades que han bonificado al 100%, como Madrid o Andalucía, pero asimismo a otras nueve autonomías donde ya se paga: Galicia, Asturias, Cantabria, Murcia, Baleares, Navarra y País Vasco. En el caso de Catalunya, por ejemplo, Fedea calcula que el impuesto estatal se activará para contribuyentes con un patrimonio de más de 17,5 millones (ver croquis adjunto). Las proyecciones efectuadas por Funcas y Fedea sobre cuánto debería remunerar un contribuyente en Catalunya por este nuevo impuesto con un patrimonio de 40 millones se eleva a más de 168.000 euros. Es un 17% más de lo que pagaban hasta ahora por Patrimonio.
Atendiendo a las estimaciones de colecta potencial que ha hecho la Generalitat, de media los 290 contribuyentes que pagarán el nuevo impuesto tendrán una cuota de unos 41.000 euros extra. Economia recordó que los examen teóricos no tienen en cuenta que la ley establece que lo que se pague de guisa conjunta por el IRPF y el impuesto de Patrimonio o impuesto de la solidaridad no puede pasar el 60% de la colchoneta imponible de ese contribuyente.
Los madrileños con entre 1 millón y 3,7 millones de patrimonio siguen exentos
La colecta teórica del nuevo tributo a nivel de toda España se paciencia que sea de 1.500 millones euros anuales. Una opción que tendrían las 10 comunidades autónomas a las que les afectará el nuevo tributo sería elevar sus tipos en el impuesto de Patrimonio para retener los ingresos extra, ya que la colecta de la nueva figura impositiva irá íntegramente al Estado. Fuentes del Departament d’Economia de la Generalitat dijeron que “de momento solo estamos estudiándolo para valorar qué hacemos”.
El investigador de Fedea Diego Martínez que es uno de los coautores del estudio, explica que desde el punto de aspecto financiero tendría sentido que los gobiernos autonómicos subieran la tributación para juntar esos ingresos extra que se generaran, pero desde el punto de aspecto político está por ver. Martínez recuerda que en las comunidades donde está bonificado al 100%, los contribuyentes con patrimonios altos pero inferiores a 3,7 millones seguirán sin remunerar Patrimonio. Por eso, la abono del 100% seguirá siendo atractiva para un colectivo profuso de contribuyentes con rentas altas.
Con los datos oficiales que publica la Agencia Tributaria no es posible entender cuántos contribuyentes madrileños y gallegos con un patrimonio millonario (pero que no exceda los 3,7 millones) se librarán de contribuir a la solidaridad con el impuesto admitido en el Congreso de los Diputados y que está irresoluto del trámite del Senado.
Por eso, parece difícil que se pueda revertir el proceso de deslocalización fiscal con destino a Madrid que se ha transmitido en los últimos primaveras en examen de una presión fiscal más desestimación o directamente inexistente en determinados tributos. La tributación para determinadas rentas altas sigue siendo más atractiva en la haber.
La Generalitat analiza si debe subir Patrimonio para retener los 12 millones del nuevo tributo
Diego Martínez recuerda asimismo que las comunidades a través del Fondo de Suficiencia que está incorporado al maniquí de financiación ya reciben una compensación a cuenta del impuesto de Patrimonio que se mantiene desde su asesinato en el 2008 y que no fue suprimida cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero lo reintrodujo. No hay datos sobre el cuantía de la compensación.
El impuesto de Patrimonio nace en 1977 con “carácter admirable y transitorio” –explican los investigadores de Fedea– si correctamente se convirtió en definitivo en el mes de junio de 1991. Más tarde, en el año 2008, se eliminó. Se recuperó el tributo en el 2011 sin eliminar la compensación. Fedea sostiene que las comunidades de régimen global “han estado recibiendo capital en concepto del impuesto sobre el Patrimonio”. Desde el 2022, el tributo tiene carácter indefinido.
En cuanto al País Vasco –donde sí existe el impuesto del Patrimonio– es posible que finalmente no se aplique el nuevo tributo estatal. El Gobierno regional negocia con el central su aplicación.
Según las estimaciones de Fedea y del Reaf , un contribuyente tipo con un patrimonio de cuatro millones pagará 5.100 euros al Estado si vive en Madrid o Andalucía. Si reside en Extremadura pagará casi 12 veces más: 59.919 euros. En Catalunya, son 41.944 euros. En la bandada suscripción, los contribuyentes con 40 millones de patrimonio, las diferencias se reducen.
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