Eudald Carbonell, referente de la arqueología y del estudio de la cambio humana, se ha despedido hoy de sus últimos alumnos en la Universitat Rovira i Virgili (URV), en el Campus Catalunya (Tarragona). Adiós a más de tres décadas de docencia. Emocionado, pero sin perder en ningún momento la compostura ni su sentido del humor punzante, el admirado profesor ha manido como su última clase se convertía en un sentido homenaje, con algunas sorpresas.
Seguirá muy activo
"Ha sido un privilegio estar con cada uno de vosotros. Me jubilo para poder investigar", ha destacado en presencia de sus alumnos
"Ha sido un privilegio estar con cada uno de vosotros", ha destacado Carbonell, en el inicio de su última amonestación, ejemplar, como de costumbre, en presencia de sus últimos alumnos de primer y tercer curso de los grados de Historia, Historia del Arte y Arqueología, la materia que lo ha convertido en toda una institución.
Carbonell en presencia de la atenta examen de los alumnos que han llenado la cátedra 
La cátedra estaba llena a reverter. Todavía estaban algunos de sus primeros alumnos, como Josep M. Vergès, descubridor de los gravados rupestres de la Cova Major de l'Espluga de Francolí (Conca de Barberà). "No hubiera sido quien soy si no hubiera conocido a Eudald Carbonell", ha destacado Vergès, que ha recordado alguna de las vivencias y anécdotas de aquel inexperto arqueólogo que llegó a la universidad de Tarragona a finales de los primaveras 80. "Él te hacía pensar y rápidamente hizo familia con algunos de nosotros, convirtiéndose más en un colega, remotamente de la relación jerárquica entre discípulo y profesor", ha destacado Vergès.
El cátedra se ha llenado para escuchar su última amonestación sobre la teoría social de la cambio humana
Vergès ha explicado que Carbonell "venía a clase con cuchillos y tenedores anejo a los artículos científicos para discutir de donde salía cada cosa". "Este era el panorama. Una opción era salir corriendo. Algunos se fueron, pero otros nos quedamos. Poco posteriormente nos citó en un laboratorio y nos explicó que quería formar un equipo de arqueología. Fue una época maravilloso, se rompió el tapia entre estudiante y profesorado".
Sus primeros alumnos
"Fue una época maravilloso, se rompió el tapia entre estudiante y profesorado", recuerda Josep M. Vergès, arqueólogo referente
Eudald Carbonell deja de dar clases para centrarse en su actividad como investigador, fruto de toda una carrera como arqueólogo. Mínimo de retirarse. Seguirá trabajando en la redacción de la teoría de la cambio social de la humanidad, según ha confirmado él mismo en su última clase, en medio de la futuro mediática.
"Me jubilo para poder investigar. Lo que no quiero es continuar un proceso que ya está funcionando y está funcionando muy correctamente, y me refiero a la Universitat Rovira i Virgili", ha explicado.
Dirigido a los jóvenes historiadores
"Debéis de escuchar a los mayores, porque es nuestra memoria. Ahora correctamente, no les debéis de hacer caso"
Su última amonestación ha estado dedicada ciertamente a atracar algunos de los principales aspectos de su nuevo esquema de investigación, la elaboración de la teoría social sobre la cambio humana. Para ello, ha formado un equipo multidisciplinar con presencia de paleontólogos e historiadores pero además neurólogos. Cuando finalice su trabajo, hará públicas diez proposiciones científicas. "Ahora es mi tiempo para pensar".
Eudald Carbonell ha recordado hoy sus inicios, hace 34 primaveras 
El catedrático de Prehistoria de la URV ha animado a sus últimos alumnos a escuchar con atención a las generaciones más veteranas y a amparar, por encima de todo, el pensamiento crítico. "Estoy pensando mucho en los jóvenes hace poco. Debéis de escuchar a los mayores, porque es nuestra memoria, y tenéis que prestar mucha atención. Ahora correctamente, no les debéis de hacer caso. Y debéis de tener muy claro que tenéis una gran responsabilidad como profesionales de la historia", ha capaz en presencia de sus últimos alumnos, atentos y cautivados en presencia de sus explicaciones.
Precisamente, los alumnos que han tenido la suerte de tenerlo como adiestrado destacan de sus doctrina que siempre les ha empujado "a pensar más allá", a traspasar nuevos límites.
Con una de sus libretas de notas en sus manos ha dedicado la última amonestación a la teoría social de la cambio humana. Última clase corta pero elocuente. "Estructuras básicas como la química o la física tienen leyes, pero una disciplina histórica y social como la cambio humana actualmente no existe; quiero demostrar que esto no es cierto", ha asegurado.
Al final de la clase muchos de los estudiantes le han pedido poder hacerse una foto con él y otros le han pedido que les dedicase su extremo ejemplar, El futur de la humanitat.
Desde su aparición a Tarragona, como ha recordado hoy la periodista Cinta S. Bellmunt, una de sus más íntimas colaboradoras, "quería alcanzar un equipo de primera división que fuese referente mundial en el estudio de la cambio humana. Carbonell fue el primer director del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social), un centro adscrito a la URV. El IPHES es actualmente un referente mundial en el estudio de la cambio humana. El equipo que soñó aquel profesor que rompía moldes y barreras. Su sueño se ha hecho verdad. Su embajador y revolucionaria examen, más necesaria ahora que nunca, seguirá a pesar de que no volverá a dar clases. Para el presente, su última amonestación ejemplar.
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