El MS. Selden Supra 30 es un manuscrito medieval, una copia de los Hechos de los Apóstoles del Antiguo Testamento. El texto se escribió, en latín, en el siglo VIII y permanece almacenado en la colección de la Biblioteca Bodleian, una de las más antiguas de Europa y la principal biblioteca de investigación de la Universidad de Oxford.
El ejemplar es un prominencia pequeño que al punto que mide 229 por 176 milímetros, solo un poco más espacioso que una hoja de papel A5. Lo interesante, sin requisa, no son sus medidas, si no lo que se escondía en su interior, casi invisible a simple aspecto. Fue necesario un prospección con tecnología de última procreación para descubrir unas sorprendentes inscripciones ocultas en los márgenes… escritos por una mujer emplazamiento Eadburg.
Escritura uncial
Como la mayoría de los manuscritos de la época, este documento no presenta ninguna nota que indique cuándo, dónde y quién lo hizo. Pero algunas características, incluido su estilo de la escritura uncial (con literatura mayúsculas), demuestran que se produjo en Inglaterra, muy probablemente en algún oportunidad del reino de Kent, probablemente entre el año 700 y el 750.
El MS. Selden Supra 30 sí presenta, aún así, una marca en la primera página indica que, en el siglo XIV, formaba parte de la biblioteca del monasterio de San Agustín en Canterbury. Más delante, en su página 70, que originalmente se dejó en blanco, hay señales que sugieren que el ejemplar perteneció a una mujer.
Los investigadores de la Biblioteca Bodleian afirman que hay oraciones copiadas con el mismo tipo de escritura que el resto del manuscrito pero hechas por un escriba desigual a los dos responsables de copiar el texto principal. La primera oración es una petición a Jehová hecha por una mujer anónima, descrita como la “sierva indigna” de Jehová (indignam famulam).
En 1935, el profesor de paleografía de Oxford Elias Avery Lowe registró, por primera vez, que el manuscrito presentaba las literatura EADB y +E+ grabadas en el beneficio inferior de la página 47. Habían sido inscripciones cortadas en el pergamino con fuerza, aparentemente usando un cuchillo, cortando la superficie superior de la membrana.
Lowe sugirió que estas literatura eran formas abreviadas del nombre femíneo Eadburh/Eadburg. Este año 2022, la estudiante de doctorado Jessica Hodgkinson vio otra inscripción en el beneficio inferior de la página 18. Era muy pequeña, casi invisible, pero parecía contener el nombre escrito completo.
Los avances en tecnología 3D aplicados en esta investigación no solo han confirmado esta marca, sino que incluso ha revelado que aparecen hasta cinco Eadburg completos (adicionalmente de otras 10 formas abreviadas que incluyen E, EAD o EADB) adjunto con muchas más adiciones en los márgenes, y algunas tenían una profundidad equivalente a menos de una casa de campo parte del ufano de un guedeja humano.
El nombre de la mujer se copió utilizando formas de literatura comunes. La A se representa con una raya oblicua con un portería ovalado a la izquierda y la U y la G angulares son distintivas. Esto sugiere que el mismo escriba pudo sobrevenir hecho todas estas adiciones. “Es posible que el escriba fuera la propia Eadburg”, dicen los expertos.
“Lectores y propietarios de manuscritos medievales tempranos, tanto hombres como mujeres, a veces añadían sus nombres a los libros, generalmente con tinta, pero ocasionalmente, como aquí, con punta sequía. Otro ejemplo de principios del siglo VIII es la inscripción en tinta que registra, en inglés antiguo, que la abadesa Cuthswitha poseía una copia del comentario de Jerome sobre el Volumen del Eclesiastés del Antiguo Testamento”, añaden.
En algunas ocasiones, Eadburg está precedido por una cruz (+). Que la primera vez que aparezca ya sea en la página 1 sugiera, dicen los especialistas, una actividad deliberada para mostrar una conexión desde el principio entre el nombre y el texto bíblico de la obra.
Inmediato con el nombre de la mujer incluso se han descubierto varios dibujos intrigantes. Algunos son claramente figuras humanas, aunque dicen los expertos de la biblioteca Bodleian que necesitan más investigación para establecer exactamente a quién o qué representan. Todas las figuras son muy pequeñas y varias parecen sobrevenir sido hechas cortando una raya cerca de de un pulgar o un dedo para formar el contorno de la figura.
Quién era Eadburg
La cuestión es, ahora mismo, descubrir quién era Eadburg. Se conocen a nueve féminas llamadas así que vivieron en Inglaterra en algún momento entre los siglos VII y X. Una de ellas fue abadesa de una comunidad religiosa femenina en Minster-in-Thanet, en Kent desde al menos el año 733 hasta su crimen en algún momento entre el 748 y 761.
Esta abadesa podría ser la mujer que mantuvo correspondencia con Bonifacio, el prelado evangelizador de Sajonia Occidental y reformador de la Iglesia que se convirtió en metropolitano de Maguncia en el 732 y fue martirizado por paganos en Frisia en el año 754. Las cartas entre entreambos muestran que Bonifacio tenía en entrada estima a Eadburg y que ella le enviaba libros a Francia.
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