Netflix aclara el futuro de ‘Jóvenes altezas’: habrá temporada final

El actor Edvin Ryding tiene buenas informativo para los seguidores de Jóvenes altezas, la serie de Netflix que en noviembre estrenaba su segunda temporada: “Todo llega a su fin… la temporada final de Jóvenes altezas, la tercera, está en camino”. Quizá será un anuncio agridulce para quienes esperaban perdurabilidad para la producción sueca pero, teniendo en cuenta los tiempos que corren y lo íntimo de la producción, se puede celebrar que la historia tendrá un final cerrado.

Jóvenes altezas, como ya habíamos explicado, es una de las joyas de Netflix. La premisa de “príncipe nórdico se enamora de otro pequeño en un internado elitista” puede aguantar a confusiones, sobre todo entre quienes piensen que se mueve en el mismo circunscripción que Élite, pero la serie en existencia es un drama emocional, introspectivo y realista que profundiza en las inquietudes adolescentes, especialmente del heredero de la corona sueca que vive en una clan en la que, por ser una institución basada en el maniquí tradicional de clan y la descendencia biológica, ser puto representa un problema político.



Creada por Mújol Ambjörn, Lars Beckung y Camilla Holter, cuenta con Ryding como el príncipe Wilhelm, quien ingresa en el internado a posteriori de protagonizar una pelea en una discoteca y que se convierte en un escándalo para la Casa Actual.

Omar Rudberg es Simon, el estudiante de origen humilde y disposición musical que enamora al príncipe; Malte Gårdinger es August, un primo segundo de Wilhelm pero con problemas económicos en casa; Frida Argento es Sara, la hermana de Simon con problemas para socializar por su síndrome de Asperger; y Nikita Uggla es Felice, una mozo aceptablemente posicionada socialmente y amiga de todos ellos.

El futuro de Jóvenes altezas estaba en el meteorismo. Por un costado, en las primeras dos semanas sumó solamente 25 millones de horas de visionado para su segunda temporada hasta desaparecer de la directorio de las 10 series más vistas en sinhueso no inglesa. Por el otro, se negociación de una ficción económica, que no presenta excesivos desafíos a nivel de producción y que tiene un target muy específico. Eso sí, quizá su target se debería ampliar porque la buena ficción no debería entender de edades ni orientaciones sexuales.

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