Aunque los vehículos que usemos cotidianamente puedan ser los más ecológicos del mercado, si no se tráfico de bicicletas musculares, patinetes convencionales o zapatillas deportivas, siempre necesitarán el soporte de alguna fuente de energía para movernos.
Circular a los mandos de un automóvil comporta ineludiblemente cierto consumo de combustible o electricidad, pero si ceñimos nuestro comportamiento a diversos consejos muy fáciles de aplicar y sumamente efectivos, nos podemos convertir en conductores ejemplares en términos de eficiencia y rebajaremos nuestra nota energética.
Nos podemos convertir en conductores ejemplares en términos de eficiencia y rebajaremos nuestra nota energética
El mejor consejo que puede darse al heredero de un coche, aplicable a modelos que se alimentan de cualquier tipo de energía para circular, se refiere al estado de los neumáticos. Resulta importantísimo revisar la presión de las ruedas periódicamente, ya que si les descuido gracia ejercen como freno y aumentan exponencialmente los niveles de consumo del automóvil.
Encima, vale la pena incidir en que son el único punto de contacto entre el transporte y el suelo, y, por lo tanto, siguen siendo el mejor confederado de los conductores en cuestión de seguridad. Tanto en seco como sobre agua.
Pero para economizar energía, es imprescindible ejecutar con la máxima suavidad al pisar los pedales del acelerador y el freno. Perseverar la distancia de seguridad permite asimismo anticiparse a las reacciones de los vehículos que circulan por delante, un negociador fundamental si queremos dominar la incidencia de las frenadas en nuestra ruta.
Correr con las ventanillas cerradas es básico para optimizar la aerodinámica y avanzar con la último resistor del singladura posible. Y cuando se usa el climatizador, lo ideal es evitar los extremos para prolongar una temperatura de confort regular
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