El Dominio de Compliance del Barcelona abrió el miércoles 30 de noviembre (hace tres días) una investigación interna para investigar si Guillem Laporta, hijo del presidente blaugrana, ha participado en la firma de intermediación de jugadores del club y si se incumplía con ello las normativas de la entidad. La investigación, que ya ha llegado a unas conclusiones, se produjo a raíz de la publicación en El Confidencial de una información que así lo aseguraba.
Según el Dominio de Compliance, “en ningún caso Guillem Laporta ha participado en las operaciones de intermediación para los traspasos o cesiones relativos a las operaciones Marcos Alonso-Lenglet-Dest (ni en ninguna otra)”.
Según el Compliance del club en ningún caso Guillem Laporta ha participado en operaciones de intermediación del Barça
Para calar a esta conclusión el patrón de Compliance del Barça, Sergi Atienza, asegura en un comunicado que se han llevado a término una serie de entrevistas con “las personas afectadas y con otros miembros de las dominio de fútbol y finanzas del club”. En este sentido, el director de fútbol, Mateu Alemany, manifiesta que “no se ha efectuado nunca ningún registro de relación entre el club y la empresa Top Level Football 77 S.L.”.
El Compliance se entrevistó con los Laporta, padre e hijo, y constató que “existe una plena convicción de que el señor Guillem Laporta no puede participar en ninguna operación profesional con jugadores del club”.
En zaguero superficie, sobre Raúl Verdú, intermediario vinculado al hijo del presidente en el artículo de El Confidencial, se dice que los dos desarrollan su profesión de intermediarios como autónomos y con “independencia el uno del otro”. Sin confiscación, efectivamente, se admite que la sociedad Top Level Football la constituyeron entreambos pero se asegura que hasta ahora “se encuentra inactiva, según se puede acreditar en el Registro Mercantil”.
La investigación sí reconoce que el participante del cadete A del Barça Marc Bernal “está siendo representado efectivamente por Raul Verdú en monopolio, siendo Verdú amigo personal del padre del participante, incluso exfutbolista”.
Con todo eso se concluye que “con la información que se ha podido obtener hasta hoy no se ha podido acreditar ningún incumplimiento de la norma interna del club ni de la estatuto vivo en materia de incompatibilidades, conflicto de intereses y autocontratación de los directivos del club”
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