El respaldo a la independencia sigue perdiendo fuelle entre los catalanes. En rasgo con otros sondeos, la investigación anual del ICPS -realizada a finales del pasado otoño- revela que más del 53% de los ciudadanos de Catalunya rechaza separarse de España y solo un 39% apoyaría un Estado independiente. Esta correlación (con una superioridad de 14 puntos de los contrarios a la segregación) viene a acentuar un desplome del respaldo a la ruptura, que se aceleró a partir del 2018. Entonces, partidarios y detractores de la independencia llegaron a registrar un igualada en torno al 46%. Pero solo dos primaveras a posteriori, en el 2020, la superioridad de los contrarios a la segregación ya rozaba los 10 puntos.
Esta caída en el respaldo a la independencia coincide, no obstante, con un aumento del pesimismo con respecto a los resultados que pueda ofrecer la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el de la Generalitat para resolver el conflicto catalán. Más del 62% de los consultados se muestra suficiente o muy convencido de que entreambos Ejecutivos no llegarán a ningún acuerdo al respecto. Solo un tercio de los catalanes (cuatro puntos menos que hace un año) confía en que la Generalitat y el Estado serán capaces de resolver el conflicto político.
Paralelamente, la imagen de la mesa de diálogo ha registrado un destrucción con respecto a un año detrás. Si en el 2021 casi un tercio la valoraba positivamente (y menos del 30% lo hacía negativamente), en la hogaño las opiniones positivas han caído por debajo del 20% mientras que las negativas rozan el 45%. Solo uno de cada diez votantes de Junts o de la CUP emite un pleito positivo sobre esa instancia de diálogo, aunque entre los seguidores de ERC el respaldo solo alcanza a uno de cada cinco.
Asimismo, ese pesimismo sobre las posibilidades de una salida dialogada al conflicto catalán se ve acompañado de una percepción muy negativa sobre la situación política catalana: más del 63% de los consultados juzga mala o muy mala la coyuntura catalana, una tasa incluso superior a la de quienes expresan una impresión negativa sobre la situación política española (61%). Y en este contexto, la valoración del Govern de la Generalitat además ha retrocedido, ya que más del 48% de los catalanes consideran su papeleo mala o muy mala, lo que supone cinco puntos más que hace dos primaveras. En cambio, y aunque sutilmente, la imagen del Gobierno central registra una cierta mejoría.
Indicadores que empeoran
Más del 63% juzga negativamente la situación política catalana y el 48% suspende la papeleo del Govern de la Generalitat
La buena nota es que la satisfacción de los catalanes con la democracia española ha experimentado un activo aumento en los dos últimos primaveras: actualmente un 27% de los consultados confiesa sentirse muy o suficiente satisfecho con la democracia (cinco puntos más que hace dos primaveras). Y al mismo tiempo, la tasa de insatisfacción ha retrocedido en una magnitud similar.
Por postrer, el sonsaca no incluye estimación de voto, aunque sí intención declarada. En el caso de las elecciones generales, el PSC registra una clara superioridad sobre Esquerra, mientras que en las autonómicas ERC sería la formación favorita, aunque el candidato socialista, Salvador Illa, aventaja en medio punto a Pere Aragonès como presidente preferido.
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